Se acerca peligrosamente el momento de los regalos de Navidad y tú sin dinero. No te agobies, te proponemos nueve detalles con los que triunfarás.
La vida moderna
Se acercan las navidades y, como buen estudiante que lucha por sacar su eTítulo universitario, es posible que tengas los bolsillos tan vacíos como la nevera de tu piso compartido. No desesperes, en realidad el verdadero espíritu navideño no está relacionado con el consumismo desmedido, sino con dar amor a nuestros allegados y eso muy bien podemos hacerlo sin gastar un centavo.
Pon a trabajar tu creatividad y, ahora que aún estás a tiempo, empieza a planificar unos regalos de Navidad que verdaderamente demuestren cuánto quieres y no cuánto tienes.
1. Imanes de nevera
Todos esos imanes promocionales de pizzerías y cerrajerías que aparecen en nuestro buzón como por arte de magia son la base principal de estos regalos de Navidad gratuitos. ¿Que un imán de nevera te parece cutre? Eso es porque estás visualizando los de las tiendas de regalos de playa. Si lo haces con cariño, puede convertirse en un regalo genial y único. Solo tienes que pensar en la persona a la que va destinado y en tus propias habilidades. Usando la base de los imanes promocionales puedes pegar encima figuras, dibujos, fotografías, frases emotivas, flores secas… El límite lo pone tu imaginación y el peso que aguante el imán (que suele ser poco).
2. Marcapáginas
A todos nos gusta leer (aunque algunos aún no lo sepan). Seguro que tienes amigos o familiares que siempre van pegados a un libro y todo lector necesita un marcapáginas. Con cartulina gruesa puedes recortar unas tiras y pintarlas con acuarela (ojo, no uses témpera, que mancharía el libro), forrarlas con fotos de revistas a modo de collage o mandarlos imprimir con alguna frase o con fotos junto. Si además quieres que te queden en plan profesional, entonces solo tienes que forrarlos con plástico adhesivo del que usamos para los libros de texto y dejar un espacio en el margen superior o inferior para hacer un agujero con una perforadora de papel y pasar unas cintas de las que suelen venir cosidas a los hombros de las camisetas para colgarlas.
3. Chequera de vales
Nada demuestra más amor que una chequera de vales. Es el sacrificio hecho papel, así que piensa bien a quién vas a regalar esta joya antes de repartir a diestro y siniestro pedacitos de autoesclavitud. Ya sabes cómo es la forma de una chequera, así que corta unos folios y cartulina para las tapas, grápalo todo y decórala en plan banco Rockefeller o como quieras; aquí lo importante está en el interior.
Piensa que cada vale de la chequera equivale a algo que harás por esa persona, así que lo que estás regalando es lo más valioso que tienes: tu tiempo. Puedes regalar masajes, dos noches de cuidar a tu sobrino para que tu hermano y su pareja puedan salir y desconectar un poco, limpiar el baño (que ya te tocaba hacerlo, pero así quedas bien), pasear al perro o limpiar el arenero del gato, cocinar una cena tipo gourmet, acompañar a tu padre a su clase de pilates, un paseo por ese sitio que a ti no te gusta pero que la persona receptora de la chequera ama… Cualquier cosa que implique favores, detalles o acciones que demuestren tu amor a la persona a la que va dirigida será todo un acierto (siempre que cumplas tus compromisos adquiridos por contrato).
4. Figuras de pasta de papel o arcilla
Si te van las manualidades, puedes comprar por muy poco dinero un paquete de pasta de papel (que facilita las cosas porque no necesita horneado) o arcilla y hacer figuritas de belén, «retratos 3D» de tus familiares o un destacamento de la Guardia Imperial para tu amigo friki. Es más fácil de lo que parece y nadie te va a exigir que seas Fidias. Si no te ves capaz, siempre puedes retrotraerte a tu infancia y hacer un pisapapeles con la inicial del familiar o amigo elegido.
5. Vídeo
Seguro que tus amigos y tú tenéis el móvil a reventar de fotos y vídeos de vuestras reuniones. Pide que te manden el material que te falte de la persona elegida y móntalo todo con música o con locuciones para hacer un vídeo que le recuerde para siempre las consecuencias catastróficas de emborracharse en fin de semana rodeado de amigos malintencionados con cámaras. También, claro, puede ser un vídeo emotivo que demuestre tu amor. Tú eliges.
6. Tarjetas navideñas
Cartulina tamaño folio doblada por la mitad si no te van demasiado las manualidades. Para los demás, puede recortarse la portada con forma de corazón, de gato, de gorro de Papá Noel o cualquier otra cosa que te guste. Para que estos regalos de Navidad no sean lamentables, recuerda que debes decorar las tarjetas con gusto y poner algún mensaje muy personal que emocione a la persona que las va a recibir («Feliz Navidad y próspero año nuevo» no es una opción).
7. Relatos personalizados
¿Te gusta escribir? Si sabes redactar bien y tienes imaginación, uno de los mejores regalos de Navidad que puedes hacer sin gastar dinero es inventar cuentos cortos con las personas a las que se los darás como protagonistas. Pueden ser cuentos fantásticos o motivacionales o de apoyo en un momento difícil o de lo que creas que más les gustará. ¿Quién no quiere poder leer su propia aventura o happy end cuando la vida se pone pesada con sus exigencias? Si quieres que quede bonito, imprímelos en un papel especial, séllalos con lacre, quema los bordes de las páginas para que parezcan un pergamino antiguo o mételas en una botella de cristal en plan carta de náufrago.
8. Habilidades
¿Qué sabes hacer? Seguro que tienes algún hobby que puedes aprovechar. ¿Te va el yoga, los bailes de salón, la natación o el krav magá? Pues organiza una clase para que tus abuelos se levanten del sofá y meneen un poco el esqueleto. ¿Cantas como los ángeles, tocas la guitarra o hablas francés? Seguro que a tu primo le encantaría dar una clase contigo. Piensa en tus habilidades y conviértelas en estupendos regalos de Navidad. Seguro que son mucho más divertidos que el clásico pijama de rayas.
9. Lista de reproducción
Dieciséis gigas en un pendrive con canciones especiales para esa persona es amor. Con ocho gigas también lo es, no te agobies. Menos de eso es solo cariño, pero también vale. Lo importante es el tiempo dedicado y el esmero que pongas en la selección. Por cierto, incluir discografías enteras no tiene mérito.