Las vacaciones son el momento esperado durante todo el año para no hacer nada… o para aprovecharlas y sacarte el carné de conducir.
Hay jóvenes que están deseando cumplir 18 años para sacarse el permiso de conducir, en cambio hay otros a los que les da igual o incluso piensan que no lo quieren para nada.
Nosotros creemos que todo el mundo debería tener un carné de conducir, porque a lo largo de su vida va a necesitarlo muchas veces: por una emergencia, como es tener que trasladar a alguien en situación de urgencia; para viajar, porque hay sitios a los que no se llega en transporte público; para no perder tiempo con lentos desplazamientos, transbordos, horarios…; y lo más importante: para no depender de nadie. Esto sin contar que puede que descubras que te gusta conducir y, si eso ocurre, tendrás experiencias muy placenteras.
Dicho esto, sí, sacarse el permiso de conducir sale caro. Puede costarte entre 700 y 1.400 €, dependiendo de si lo consigues a la primera o no, y también de si vives en Jaén, la ciudad más barata, o en Logroño, la más cara según la revista de la DGT, Tráfico y seguridad vial.
Sale bastante caro
¿Qué puedes hacer? Si no cuentas con unos padres sobrados, dispuestos a subvencionarte el carné de conducir, intenta trabajar este verano cuidando niños, ancianos, de camarero, socorrista… Y mientras recaudas el dinero suficiente, dedícate a estudiar (sí, otra vez) y realizar los terribles, engañosos y mal redactados test de Tráfico. En internet tienes para aburrir.
Una vez que puedas matricularte, lo primero es preguntar precios: hay grandes diferencias. Pero, ojo, es importante valorar con cuidado las ofertas y sumar los conceptos, porque puede ser engañoso.
- ¿Cobran por un concepto de matrícula?
- ¿Los precios que nos dan incluyen IVA o no?
- ¿Cuántas clases teóricas hay y qué horarios tienen (para saber si podremos asistir)?
- ¿Nos dan el material y un acceso para practicar test on-line?
- ¿Están incluidas las tasas que hay que pagar a Tráfico? ¿Son las que dice la DGT o más?
- ¿Cuánto cuestan las clases prácticas? Si nos ofrecen en unas autoescuelas 8, en otras 10, en otras 15 por un precio global, hagamos la división para ver a cuánto sale cada una.
- ¿Cuánto duran las clases prácticas, 45 minutos, una hora?
- ¿Cuánto cuestan después las clases en el caso de que no aprobemos a la primera?
- Y si no necesitamos todo el paquete de clases que ofertan, ¿es obligatorio pagarlas?
- ¿Qué más gastos hay, de gestión, de examen?
- ¿La tasa de examen se cobra cada vez que nos presentamos o da derecho a más de un intento?
- ¿Hay una tarifa especial de clase para llevarnos el día del examen?
- ¿Las clases prácticas son en circuito cerrado o en la calle?
- ¿Qué porcentaje de aprobados tienen en esa autoescuela?
Una vez que sepamos todo esto, habrá que hacer cuentas. En internet existen comparativas de precios de autoescuelas, pero no son muy fiables. Hay que tener en cuenta que pocas proporcionan información telefónica, así que habrá que hacer un estudio antes de apuntarnos, pero merece la pena, porque el ahorro puede resultar considerable.
¿Y si suspendemos?
Es difícil no caer en el desaliento, porque tendremos hasta a nuestra abuela pendiente del resultado. Pero no debemos dejarnos vencer por el pesimismo. Pensemos que los que aprueban a la primera el carné de conducir son alrededor del 40 % de los que se presentan. No pasa nada por suspender un examen, bueno, sale más caro, pero nada más. Los estudiantes estamos acostumbrados a que estas cosas ocurren. Al fin y al cabo, hay que pensar que esto le pasa a mucha gente (mal de muchos… je, je); que una gran cantidad de los que circulan por las calles con permiso desde hace años probablemente suspendería si se presentara de nuevo; que una vez que tengamos el carné en nuestro bolsillo contaremos con los mismos derechos que los demás y ni siquiera nos preguntarán si aprobamos a la primera o a la quinta; que el azar y el criterio de los examinadores de Tráfico suele ser inexplicable; y sobre todo: que teníamos un objetivo y que debemos seguir luchando por él, porque aquí, como en todo, lo importante es perseverar.