Si tienes dudas sobre si elegir una residencia o un piso compartido, veamos las ventajas e inconvenientes de cada uno.
Residencia
Puntos a favor:
Cercanía
Las residencias universitarias suelen estar muy cerca de las facultades lo que te permitirá no perder mucho tiempo en los desplazamientos y te resultará más sencillo ubicarte si eres nuevo en la ciudad y aún no controlas las zonas y los transportes.
Limpieza
En la mayoría de residencias universitarias o colegios mayores está incluido el servicio de limpieza de las habitaciones y de las zonas comunes, por lo que si eres desorganizado y no eres muy dado a las tareas domésticas, esto puede ayudarte a no terminar viviendo en una pocilga.
Conocer gente
Un punto muy bueno de las residencias universitarias es el ambiente universitario. Estarás rodeado de otros compañeros en tu misma situación y de tu misma edad con los que enseguida podrás hacer amistad fácilmente, crear grupos de estudio, compartir apuntes, etc.
Servicios
Sí, las residencias son más caras que los pisos en alquiler, pero incluyen un montón de servicios que si los pagaras aparte te saldrían por un ojo de la cara: gimnasio, Internet, lavandería, salas de estudio, de ocio, pistas de tenis, canchas de baloncesto, etc., y además normalmente tu habitación puede ser compartida o individual.
Puntos en contra
Horarios
Está claro que si quieres aprovechar los servicios por los que pagas, tendrás que adaptarte a los horarios establecidos para desayunar, comer y cenar, pero también para usar las instalaciones o incluso para recibir visitas.
Precio
Dependiendo de la ciudad, de si compartes habitación o no y de si la residencia universitaria es pública o privada el precio oscilará, pero de media, prepárate para gastar unos 800 euros al mes. Si no tienes posibilidades de gastar tanto dinero o prefieres invertirlo en otras cosas, un piso compartido con otros estudiantes puede salirte por unos 200 euros. Lo que sí es cierto es que si a los 200 del piso le sumas la comida, los gastos de gas, agua y luz, el Internet, el uso de instalaciones deportivas y la contratación de un servicio de limpieza, entonces la cosa se iguala bastante, aunque siendo realistas, los gastos básicos se comparten y uno puede vivir sin demasiados problemas limpiando su propia suciedad y sin cancha de baloncesto.
Libertad
Otro inconveniente es la falta de libertad que, necesariamente, tienen las residencias universitarias. Es lógico que haya unas normas para organizar a toda la gente que vive allí, pero si tu sueño era que al salir de la casa de tus padres nadie te dijera cuándo salir o entrar, a qué horas comer o levantarte y hasta qué hora puedes tener a tus visitas, viviendo en una residencia no lo vas a conseguir. Vivir en un piso es una práctica real de independencia en la que solo tú podrás tomar decisiones respecto a tu ocio o tus horarios, por lo que tendrás que aprender a organizarte para no desfasarte demasiado.
Piso alquilado
Puntos en contra:
Descontrol
Precisamente lo que comentábamos en el punto anterior. Si no eres una persona demasiado responsable y no te ves aprendiendo a serlo durante este curso, el paso de vivir con tus padres a ser completamente independiente puede hacer que te desmadres demasiado. Sopesa la situación responsablemente y toma la decisión en función de lo que es más importante: tus estudios.
Zona desconocida
Si te mudas a una nueva ciudad, el no conocer la zona o buscar compañeros de piso puede ser un hándicap. Quizá salga bien o quizá termines más lejos de lo que te gustaría y con gente a la que no aguantas, por eso muchos estudiantes optan por vivir en una residencia el primer año de carrera y para el segundo se buscan un piso con sus amigos.
Compartir
La convivencia no siempre es fácil. Si surgen roces con nuestra propia familia, imagina lo que puede pasar conviviendo con gente que no conocemos mucho.
Limpieza
Vas a tener que aprender a organizarte y a no dejarlo todo para el último momento, porque en un piso compartido, nadie va a estar detrás de ti para que recojas tus cosas, pero sí pueden echarte si no respetas unas normas básicas de convivencia.
Puntos a favor
Precio
Ya hemos visto que el precio puede ser mucho más asumible si alquilamos un piso y, si te administras bien, puedes vivir tranquilamente, cubrir tus gastos y hasta ahorrar un poquito para contingencias. Cualquier ciudad universitaria tiene un gran mercado de pisos en alquiler, solo tienes que ponerte las pilas y buscar el que más se adapte a tus necesidades.
Independencia
Como decíamos, vivir por libre es tener libertad e independencia y será una práctica valiosa para el futuro. Dependes de ti mismo y te organizas como sepas, tendrás que cocinar, hacer la compra, pagar facturas, hacerte tus horarios, limpiar lo que ensucias, responsabilizarte de tus estudios, etc. Vamos, tendrás que vivir como el adulto que ya eres, y esa experiencia será muy necesaria para alcanzar la madurez que requiere el ser universitario.
Zona
Podrás vivir en el barrio que más te guste y decidir si quieres o no terraza, cuantas habitaciones necesitas, si prefieres un estudio o un chalé… como a partir de ahora las decisiones son tuyas, puedes elegir y eso te hará sentirte muy satisfecho. Ya habrá tiempo de cambiar si te equivocas, lo importante es que ha sido tu elección.
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