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¿Estáis listos? Los exámenes finales nos acechan y llega el momento de la reclusión, el sueño y los nervios. Prepárate adecuadamente y veras como suben tus notas.
Ya están aquí. El último cuatrimestre está dando ya sus últimos coletazos y las vacaciones de verano asoman la cabeza detrás de la esquina prometiéndonos una buena dosis de playa, diversión y descanso. Pero, como le ocurre a cualquier protagonista de una peli de aventuras, antes de alcanzar el tesoro tendremos que superar un montón de trampas en forma de trabajos y enfrentarnos a nuestro más temido enemigo: los exámenes.
Queda muy muy poco, así que necesitamos planificación:
Que no nos falten apuntes
¿Lo tenemos todo?, ¿seguro? Es imprescindible que hagamos una recopilación exhaustiva de todo lo que vamos a necesitar. Si hemos faltado a alguna clase, no solo debes pedir los apuntes, sino informarte bien de si el profesor recalcó algo como importante. En cuanto a los libros que se han recomendado para estudiar, lo mismo. No puedes pasarlos por alto si quieres tener buenas notas.
Hacer la compra
Provéete de un montón de comida saludable y rápida de cocinar. Vas a pasarte muchas horas sentado frente a tu ordenador o tu cuaderno y necesitas estar bien alimentado para que tu cerebro rinda como es debido. No te pases de bocadillos y galletas porque te pondrás como una bola y el exceso de hidratos no es bueno para estudiar. Consigue fruta para comer entre horas o pica frutos secos mejor que bollos. Si te llenas mucho a la hora de comer, te entrará sueño y te costará más estudiar, así que mejor come ligero cinco veces al día.
Habilitar un espacio
Si aún no tienes un lugar adecuado para estudiar, ponte las pilas. Despeja tu mesa, consigue una buena luz y asegúrate una silla cómoda que no fuerce tu espalda. Elimina las distracciones innecesarias y haz un hueco en la pared o compra un corcho para que puedas colgar tus fichas o mapas mentales y así puedas repasarlos de un vistazo.
Ejercicio
Recuerda que el ejercicio físico reduce el estrés y aumenta la concentración. Si dedicas a hacer deporte un rato todos los días, tus resultados académicos mejorarán. No pienses que por estar con los exámenes finales no puedes salir a correr o al gimnasio. Todo lo contrario, después de pasar tantas horas en la misma postura, un poco de ejercicio en los descansos te vendrá de perlas.
Mentalizarse
Sabemos que nos espera una temporada difícil, estresante y aburrida, pero, por experiencia, también sabemos que se pasa. Es duro sentarte en tu cuarto día tras día mientras otros ya están chapoteando en la piscina, pero sabemos que al final merece la pena. Debemos hacernos a la idea cuanto antes y ponernos ya. Cuanto más lo dejemos, peor será después y más estresados estaremos.
Vamos a celebrarlo
Sí, como suena. Nos lo merecemos por la proeza que vamos a realizar enfrentándonos a los exámenes finales. Si al acabar nos damos un fiestón, ¿por qué no uno al empezar? Marca el inicio de tu tiempo como monje de clausura despidiéndote a lo grande de tu libertad. No se trata de pillar un pedal de escándalo, porque necesitamos nuestras neuronas funcionando a tope para lo que viene, sino de darnos un homenaje. Ve un día con tu pareja o amigos a la playa, asiste a un concierto o festival que te apetezca, concédete una noche de hotel con spa, una barbacoa en el jardín, un día de cine y cena… Lo que te apetezca más. Se trata de poner un punto de inicio a lo grande para concienciarnos y para quitarnos el gusanillo de diversión todo lo posible.
¡Ánimo a tod@s! ¡Lo vais a hacer genial!