ACCESO PORTAL 
Si no estudias en bibliotecas, estudiar en voz alta será una de las técnicas de estudio más útiles que puedas usar para aprenderte el temario.
Hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de decir en voz alta lo que estamos estudiando para retenerlo mejor gracias a la memoria auditiva, pero queremos hacer hincapié en ello para que veamos cuáles son las mejores fórmulas que podemos usar para que esta técnica de estudio sea verdaderamente eficaz.
Grábate
Lo primero que necesitamos es leer y subrayar el texto para que distingamos entre las ideas principales y las secundarias, y una vez hayamos hecho esto, podemos empezar a leer en voz alta. Si vamos haciéndolo por partes y grabándolo al mismo tiempo, podremos oírlo después de camino a la facultad o mientras recogemos la habitación. Hay que evitar que sea una lectura larga y monocorde porque si no, cuando lo oigamos, nos quedaremos fritos o dejaremos de prestar atención enseguida. Ve cortando las grabaciones por temas o por puntos y añade comentarios sobre dudas o explicaciones útiles. De esta manera podrás estudiar o repasar incluso cuando estés haciendo otras cosas y te será más fácil retener al escuchar los contenidos explicados por ti mismo.
Canciones y gestos
Si no vas muy justo de tiempo (no se te ocurra ponerte a hacer esto el día antes de un examen) y tienes que memorizar textos no muy largos, crear canciones con ellos no solo es divertido, sino que además lo aprenderás enseguida y será complicado que puedas olvidarlo incluso años después. Coge cualquier canción que conozcas (cuanto más simple y pegadiza sea la melodía, mejor) y apáñatelas para meter el texto que tienes que aprender al ritmo. Cántala y grábate para oírte un par de veces, en cuanto la puedas cantar sin leer, no habrá nadie que te la saque de la cabeza. Si además te olvidas del sentido del ridículo por completo y acompañas la canción con gestos que escenifiquen la canción, ya será tuya para siempre y en menos tiempo del que puedas pensar.
Preparar una clase
Otra manera estupenda de estudiar es hacerlo como si fueras a preparar una clase para otros. Cuando realmente nos sabemos algo es cuando somos capaces de explicárselo a otros en voz alta. Si estudiamos la materia como si fuéramos a dar una clase sobre ella, entonces nos la aprenderemos mejor y nos sentiremos más seguros cara al examen. Pero no solo se trata de preparar la clase, sino de impartirla. Así, hablándole a un público real o imaginado, potenciaremos la memoria auditiva y sabremos en qué partes estamos más flojos y cuáles resolvemos bien.
Hacer preguntas
Otra fórmula para estudiar en voz alta es hacer preguntas y responderlas. Al leer el texto y diferenciar las ideas principales, debemos ir marcando qué preguntas podrían sacarse de él, y no solo las que creamos nosotros, sino todas. Si las anotamos y luego nos las volvemos a preguntar contestando en voz alta y con nuestras palabras, veremos que lo aprendemos más fácilmente que solo leyendo y repitiendo, porque esta técnica de estudio también te obliga a entender verdaderamente lo que tienes que aprender.
Apoyarse en fichas
Otra forma de hacer esto es con fichas de estudio, de tal manera que una vez creadas nos sirvan como guion y podamos verbalizar lo que tenemos que estudiar con un apoyo mínimo que nos obligue a desarrollar el tema oralmente. Si en las fichas solo escribes los puntos clave, al explicarlo, tendrás que hacer de cabeza todo el desarrollo y si además grabas lo que dices, podrás ver después qué te ha faltado por explicar o cómo puedes mejorarlo.
Estudiar con otros
En la parte final del estudio, compartir con los compañeros un rato de repaso es muy útil, porque cada uno de vosotros podrá hacer preguntas y responder otras al azar a la vez que os explicáis mutuamente dudas y aclaraciones. Además al decirlo en voz alta y ver cómo lo dicen otros, lo retendréis mucho mejor.
Ya falta poco para acabar y hay que dar el último apretón, y cuando por fin tengáis vuestro título, no olvidéis de solicitar vuestro eTítulo para poder encontrar trabajo más fácilmente y en todo el mundo.
¡Suerte!