El blog personal: para qué sirve y cómo llenarlo de contenidos

Crear un blog personal es sencillo y gratuito. Llenarlo de contenidos requiere constancia y cierto cuidado para no hacer el ridículo.

Ya os hemos hablado en otras ocasiones de lo importante que es actualmente crear una buena marca personal para vuestro currículo y cómo así podréis diferenciaros de la competencia. Una de las mejores formas de hacerlo es, como sabéis, creando un blog personal, pero hay que tener cuidado con lo que escribimos en él, no nos vaya a salir el tiro por la culata.

Un acto de generosidad interesado

Lo primero que debemos tener en cuenta es que escribir un post en nuestro blog es un acto de generosidad: vamos a compartir nuestros conocimientos, a regalar lo que sabemos a otros. Y eso es altruismo, pero también sacaremos provecho: nuestra imagen se verá beneficiada y le sacaremos ventaja a la competencia.

Decidir el contenido

Hay que tener claro lo que se quiere contar. Un blog que nos sirva para encontrar un buen trabajo o para mejorar nuestro currículo no es un diario personal en el que un día contamos cómo se hace una tarta de manzana o de qué va el libro que estamos leyendo y al siguiente hacemos una profunda disertación sobre la aplicación práctica de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea en la legislación española.

Un blog que nos proporcione una verdadera marca personal debe nutrirse de contenidos relevantes y propios relacionados con los temas que serán de interés en nuestra futura profesión, pero dentro de eso, hay mucha libertad para hablar de noticias, ensayos, películas, estudios académicos, comentar estadísticas, etc.

Lo importante es que los contenidos sean de calidad, que sean breves y concisos para no aburrir y sobre todo que sean propios. Copiar los contenidos de otros nos dejará en mal lugar y demostrará nuestra falta de imaginación y creatividad. Seguro que tienes muchas ideas propias sobre cualquier tema; úsalas, no te dé vergüenza.

Constancia

No queda nada bien que un día colguemos tres artículos y que ya no pongamos nada más en un año. Las publicaciones con una periodicidad fija no solo te aportarán más seguidores asiduos (que saben cuándo esperar tus publicaciones), sino que además potenciarán tu imagen de persona comprometida y constante, lo que facilita mucho las cosas en el ámbito laboral.

La importancia de la redacción

Ya lo hemos dicho otras veces, redactar bien es esencial y puede aprenderse. Escribir en un blog no es como escribir un libro: recurramos a la clásica estructura de frases cortas, con sujeto, verbo y predicado, pocas subordinadas y muchos puntos para separar cada idea.

Y por supuesto, sin faltas de ortografía

Cualquier programa de tratamiento de textos nos marcará las palabras mal escritas, aunque no todas, claro; ninguno diferencia todavía bien el tema de los acentos, por ejemplo, entre bebe y bebé, tu y tú, porque y por qué… En esos casos comprobemos la corrección en el Diccionario panhispánico de dudas, que deberíamos tener siempre en la barra de favoritos de nuestro navegador.

Repasemos lo escrito, releamos el post antes de colgarlo, y mejor si es después de un rato o de dos. Es bueno que mostremos el texto a alguien de confianza, no a un enemigo ni a un pelota, y que lo lea en voz alta para ver si conviene modificar los signos de puntuación.

Con la práctica, aprenderemos a escribir un buen post en nuestro blog y redactaremos contenidos interesantes para nuestros seguidores y, cuando consigamos nuestro eTítulo, las empresas se nos rifarán ????