Los festivales de música son la nueva sensación del verano, pero para disfrutarlos de verdad, necesitas preparación y seguir unas normas. Te lo contamos.
Prepara el viaje
Lo normal es que se adquieran las entradas del los festivales con bastante antelación, así que si has tenido la previsión de ahorrarte una pasta en la compra de las entradas, ten la previsión también de organizar tu viaje con tiempo para que todo vaya sobre ruedas, deja la improvisación y las decisiones de última hora para otros eventos y así lo disfrutarás el doble y sin quebraderos de cabeza.
Un lugar para dormir. ¿Vas a acampar en el recinto o prefieres buscar otro lugar más confortable para pasar la noche? Una vez que tomes esta decisión, tendrás que ver qué ventajas e inconvenientes tiene cada una de las opciones y cómo vas a organizarlo. Lo de acampar puede ser una solución asequible si eres muy (pero muy) joven, porque dormir, lo que se dice dormir… como que no. Además, como se trata de que lo organices con tiempo, es posible que encuentres una pensión o una habitación en Airbnb o páginas similares, por el mismo precio que el camping y con tu propia cama y ducha (ambas cosas esenciales para tu comodidad y la última también para la de los que te rodean).
Presupuesto cerrado. Es importante que calcules de antemano el dinero que vas a gastar para que no haya problemas. Haz tus cuentas tirando por lo alto y añade 50 € más para imprevistos. Piensa en que vas a tener que comer, beber y quizá quieras comprarte algún recuerdo en los puestos de merchandising que ponen en los festivales. Sé realista con los gastos para que no te quedes sin pasta a mitad del viaje.
Medios de transporte. Calcula también tu presupuesto en función del medio de transporte que vayas a usar, porque no gastarás lo mismo si tienes que coger un tren, un autobús o el coche. Recuerda que, si el coche es tuyo, puedes ahorrar mucho dinero si compartes los gastos de gasolina llenando todas las plazas. Si vas en coche, métete esto en la cabeza: el alcohol y las drogas no son, en ningún caso, compatibles con la conducción. El 43,1 % de los conductores fallecidos en accidentes en España dieron positivo por alcoholemia y otras sustancias, así que mucho cuidado y haced turnos si todos queréis beber para que siempre haya alguien sobrio que pueda conducir.
Playa o montaña. Dependiendo del entorno de los festivales necesitarás preparar tu mochila con unas cosas u otras. Entérate bien de cómo es la zona, del clima y del tipo de cosas que puedes necesitar. Sea cual sea el lugar, recuerda llevar siempre crema solar, gafas de sol, un impermeable (ya sabes que no está permitido por seguridad introducir paraguas), documentación en regla, paracetamol y un par de tiritas (por si las moscas) y cargador para el teléfono. Lo mejor es llevar también una power bank por si no encontramos enchufes.
Qué ropa llevar. Está guay ser el más moderno y esas cosas, pero los festivales son cansados. Se pasan muchas horas de pie, a veces al sol o bajo la lluvia, no siempre tienen zonas buenas para descansar o están abarrotadas y la “modernez” pasa a un segundo plano si tenemos en cuenta la comodidad, aunque ir guapo y cómodo no está reñido si lo planificamos bien. Lleva ropa con la que puedas hacer la croqueta por el suelo sin cargo de conciencia y que te deje respirar cómodamente. También prepara alguna prenda de abrigo para la noche: no subestimes la caída del sol o puedes pasarlo fatal justo cuando está actuando tu grupo favorito.
Calzado. Lo mismo pasa con el calzado. Asegúrate de que sea cómodo y fresco para el día y llévate algo también cómodo pero más cálido para la noche. Incluso en los festivales que se hacen en la playa vas a necesitar calzado, porque por el día la arena arde y por la noche está congelada. Elimina de tu maleta tacones, cuñas, zapatos rígidos y cualquier cosa que te pondrías para salir en plan elegante.
Comida/bebida. Aquí hay un conflicto. La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios en su artículo 82.1 permite meter en los festivales cualquier comida o bebida siempre que se cumplan las condiciones de seguridad (quitar tapones a las botellas, que no sean de vidrio y esas cosas), pero las organizaciones de los festivales prohíben introducir nada al recinto porque hacen (mucho) negocio vendiendo esas cosas en sus puestos al precio de sangre de unicornio. Como la ley ampara a los consumidores, os recomendamos que protestéis y pidáis hojas de reclamaciones o aviséis a la policía si os impiden el paso con comida o bebida para que las cosas cambien de una vez. Si todos acatamos esas normas abusivas, los festivales seguirán violando la legislación impunemente, así que, aunque al final te hagan tirar la comida, al menos denuncia para que las autoridades terminen por obligarles a cumplir.
Una vez allí
Hidratación. Recuerda que hidratarse es esencial si no quieres sufrir ningún percance médico. Como decíamos, los festivales son cansados y se pasan muchas horas al sol, así que oblígate a beber agua al menos cada hora durante el día y como mínimo asegúrate de consumir dos litros. Y no, el alcohol no cuenta como hidratación porque hace justo lo contrario: deshidrata. Para entender mejor este fenómeno, lee nuestro post sobre el alcohol aquí.
Crema solar. Ya os decíamos que meter crema solar en la maleta era esencial, pero no sirve de nada si no te la echas. Sobre todo en las horas críticas de sol, de 12 a 17, embadúrnate de crema regularmente al menos cada 2 horas o siempre después de un baño o ducha.
Cuidado con los robos. Siempre hay algún listo que va a los festivales a hacerse de oro, así que vigila tus pertenencias y lleva siempre el dinero pegado al cuerpo y repartido por distintos bolsillos. Una riñonera, aunque sea uno de los complementos de moda más feos del mundo, es lo más útil para no perder nada y evitar robos.
Respeto al prójimo. Todas y cada una de las personas que acuden a los festivales tienen los mismos derechos y obligaciones en el interior del recinto. Entre otras cosas, eso significa que tienen el mismo derecho que tú a disfrutar de los conciertos y demás actividades. Está bien que vayas a divertirte y está bien que desfases lo que quieras, pero recuerda que tu libertad termina donde empieza la del prójimo y que, por muy bebido que vayas, eso no es excusa para arruinarle la fiesta al resto. Si quieres bailar pogo, hazlo en las primeras filas y en una zona donde el resto haga lo mismo y no en la parte de atrás mientras metes codazos a la gente que prefiere estar tranquila. Respeta las colas y los turnos de entrada a los servicios porque puede que haya otros que tengan las mismas ganas de entrar que tú. Evita los enfrentamientos innecesarios, cumple las normas de seguridad y céntrate en divertirte; lo pasarás mejor.
Basura. Por mucho que la organización vaya a limpiar el recinto al terminar, recoge tu propia basura. Más aún si estamos en una zona de playa o en un entorno natural, porque mientras se limpia y no, nuestros residuos pueden ir volando a parar al mar o provocar un incendio en el bosque. No seas cerdo y cuida el medio ambiente. Reducir la huella ecológica es vital para nuestro planeta.
Agresiones sexuales. Lamentablemente, los festivales y fiestas multitudinarias (los Sanfermines son un penoso ejemplo) se han convertido en entornos peligrosos para las mujeres. Es difícil entender qué pasa por las cabezas de ciertos hombres cuando se reúnen en grupo y deciden tratar a las mujeres peor que a los perros, pero lo que es todavía más difícil de entender es que mucha gente observe ese tipo de delitos y no diga ni haga nada. No te quedes parado ante una agresión machista, los insultos, acosos y tocamientos también son delitos. Denuncia a seguridad cualquier comportamiento similar y no dejes que tus amigos se comporten como animales. Si eres mujer, no te calles y denuncia. Ninguna agresión sexual debe quedar impune.
Desde eTítulo os deseamos que lo paséis genial y que escuchéis mucha música. ¡Contadnos luego qué tal os fue!