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¿Tienes que estudiar, hacer trabajos, exámenes y seguir con tu vida durante los meses de alergia? Sigue estos consejos para llevarlo mejor.
Este mes (por fin) empieza la primavera. El sol brilla, los pajaritos cantan, los campos florecen y todo es preciosísimo, ¿verdad? Bueno, salvo si eres alérgico. Si eres alérgico entonces lo que brilla son tus ojos llorosos y enrojecidos, lo que canta son los pitidos que te salen de la nariz cada vez que intentas coger aire y lo que florece son los pañuelos de papel arrugados en tu mesilla de noche. ¡Una maravilla!
Para los alérgicos empieza con la primavera una época complicada que encima hay que compaginar con la vida normal a pesar de tener algo así como una extenuante gripe de tres meses que te mantiene agotado mental y físicamente.
Fases emocionales del alérgico crónico
Cuando comienzan los meses críticos, los alérgicos pasamos por varias fases emocionales que se suceden cíclicamente (incluso en ciclos breves de 20 segundos):
- Fase de negación: Seguro que este año no me da tan fuerte. Mi sistema inmune podrá con ello. Un poco de própolis y arreglado (esta fase solo aparece justo antes de que se inicien los síntomas de la alergia, luego desaparece aplastada por una cruel realidad que adopta la forma de moco infinito).
- Fase de pánico: ¡Dios, voy a morir! ¡Malditas plantas obscenas!, ¿no pueden dejar de untarnos a todos con sus semillitas? ¿Dónde hay un búnker cuando se lo necesita? ¡AHHHHH, no quiero salir de casa!
- Fase de rabia: ¿No pueden inventar ya algo que nos cure definitivamente? ¡Estamos en el s XXI! Seguro que es por culpa de las farmacéuticas que son malvadas. ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? Y ahora a hincharme a antihistamínicos como si no hubiera un mañana. ¡Qué agobio!
- Fase de depresión: ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, ¿por qué a mí?…
- Fase McGyver: Voy a hacerme un plan infalible; además de las dosis de antihistamínicos, voy a sellar las ventanas con cinta americana, a comprar un humidificador para cada habitación de la casa, haré vahos de eucalipto todas las noches y caminaré con una mascarilla por la calle como si fuera un ninja enfermo.
Afrontar la realidad
Tener alergia es un asco. Es un asco ir a clase e interrumpir al profesor cada vez que nos sonamos. Es un asco sentir que te ahogas por las noches y olvidar cuándo fue la última vez que dormiste del tirón. Es un asco sentirse tan agotado y tener ganas de sacarse los ojos de lo mucho que te pican y aún es peor si se nos junta todo esto con la exposición de algún trabajo o con la temporada de exámenes. Pero bueno, nadie dijo que la vida fuera a ser fácil, y como tener alergia no es una excusa para no tener que estudiar o para hacer pellas, lo mejor es afrontarlo con la mayor serenidad posible y tomar una serie de precauciones que nos ayudarán a sobrellevarlo mejor.
Trucos para alérgicos
- Protégete en las horas de más concentración de pólenes: las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son las peores. Trata de pasar esas horas en lugares cerrados y reparte tus dosis de medicamentos para que hagan el mayor efecto en esos períodos de tiempo.
- Agua a raudales: tanto lagrimeo y secreciones mucosas hacen que nos deshidratemos, lo que nos hace sentir más cansados y agravan las dificultades respiratorias. Durante la temporada de alergia, asegúrate de llevar siempre encima tu botella de agua y de beber constantemente.
- Humidificadores: pueden ser muy útiles para ayudarnos a dormir, pero no conviene pasarse porque demasiada humedad atrae los hongos.
- Internet es la bomba: consulta el nivel de polinización en tu ciudad para saber cómo protegerte según el día y la hora.
- Compra un espray para rociar tu casa: si pulverizas tu casa con agua por las noches, el polvo y los pólenes que haya flotando por el aire caerán al suelo y se limpiará el aire.
- Ventila la casa: porque si no olerá a cuadra en dos días, pero hazlo poco rato y en las horas en las que la concentración de polen sea más baja.
- Evita (más) los tóxicos: nunca es bueno fumar, ni ponerte a respirar humos de coches, ni oler gasolina, lejía, pegamento u otras sustancias químicas, pero en época de alergia hay que huir de todo eso e irritar lo menos posible nuestras ya de por sí irritadas fosas nasales.
- Odio infinito a los plumeros: tener la casa limpia en época de alergia es importante, pero si pasas el plumero para quitar el polvo, puedes morir en el intento. Usa trapos humedecidos con agua y la aspiradora.
- Modifica tus horarios de estudio: usa las horas en las que menos polen haya para estudiar y pulveriza la habitación con agua cada pocas horas.
Sobrevivir a la época de alergia y que no perjudique a nuestro rendimiento en clase es posible. Los alérgicos también podemos conseguir nuestro eTítulo.
¡Animo a tod@s y no olvidéis nunca los pañuelos!
