¿Quieres mejorar tus calificaciones respecto al año pasado? Pues no es tan complicado como parece, solo tienes que seguir estos consejos:
El curso está a punto de empezar y es el momento ideal para replantearse si el curso pasado lo hicimos lo mejor que pudimos y qué errores pudimos cometer para que este nuevo curso no volvamos a repetirlos.
Esto no es el cole
Cuando éramos pequeños, llevar a casa unos cuantos sobresalientes solo servía para hacer que nuestras familias se sintieran orgullosas y para nuestra propia satisfacción personal. Las notas del cole (afortunadamente) no se tienen en cuenta para nada en nuestro expediente, pero las notas de la universidad sí, y ya no vale con simplemente aprobar y pasar de curso, ahora importa mucho nuestro expediente porque si tenemos una buena nota media tendremos más facilidades para acceder a los mejores puestos laborales, a las mejores becas y a los mejores estudios de posgrado.
Es más sencillo de lo que parece
Para sacar unas buenas notas no es necesario convertirse en un monje de clausura ni pasar estudiando doce horas al día. No hay que perderse la juventud ni la diversión, pero sí hay que trabajar y, sobre todo, ser prácticos e introducir una serie de rutinas en nuestro día a día para que podamos mejorar nuestras notas.
- Ve a clase y participa
Asistir a clase, aunque nos dé pereza, es importantísimo. En primer lugar, veremos en qué se centran los profesores y a qué le dan importancia, lo que hará que estudiar para el examen sea mucho más sencillo. También, tomaremos nuestros propios apuntes y eso ayudará en nuestro aprendizaje y volverá a facilitarnos mucho las cosas en el momento de tener que estudiar la asignatura y, en tercer lugar, el hecho de asistir y de que los profesores nos vean, hará que estén más abiertos a subirnos un par de puntos la nota por nuestro interés y compromiso. El problema es que no basta con asistir. Necesitamos que nuestros profesores nos vean y sepan de nuestro compromiso y para eso solo hay una fórmula: intervenir en clase. Esta es la única manera de destacar entre los cientos de compañeros y conseguir que los profesores nos vean y aprecien nuestro esfuerzo. Supera la timidez de una vez por todas y arráncate. Ya verás como tus notas mejoran.
- Lleva al día los apuntes
Si mantienes tus apuntes organizados y actualizados, estudiar para el examen será pan comido. Si puedes dedicar un rato al día a pasarlos a limpio o simplemente a resaltar lo importante y a hacer las anotaciones que necesites cuando tu memoria sobre lo que se ha hablado en clase aún está fresca, verás como mejoras en notas y en aprendizaje. Si lo piensas no te va a llevar tanto trabajo: con una hora diaria que uses en esto tus resultados van a mejorar mucho y aún tendrás tiempo para salir por ahí y divertirte.
- Adapta las técnicas de estudio
Hay que ser práctico en esta vida: si leer y releer no te está dando buenos resultados y estudiar te resulta aburridísimo, deberías probar con otras técnicas de estudio. Ve probando, ahora que vas a empezar un nuevo curso, las que te resultan más útiles y amenas y adapta las técnicas de estudio a cada asignatura: no todo se estudia igual. Vas a ganar tiempo y van a mejorar tus notas.
- Asiste a conferencias
No, asistir a conferencias no es aburrido (generalmente, porque siempre hay alguna que se nos hace eterna) y no es inútil. Las conferencias demuestran nuestro interés, amplían nuestros conocimientos y nos dan material extra para incluir en los exámenes y lucirnos.
- Entrega trabajos voluntarios
Como son voluntarios, no importa la extensión y pueden ser sobre el tema que a ti más te interese de la asignatura. Si ves que tienes algo que decir sobre cualquiera de los temas que se toquen en clase o te gustaría profundizar sobre alguno de ellos, no te cortes. Haz un trabajo voluntario por asignatura y déjate querer por los profes.
- Organízate
Ahora que empieza el curso es el momento de introducir esas rutinas que antes no teníamos y sin las que nuestras notas no brillaban especialmente. El secreto para poder hacerlo todo (estudiar y divertirnos) es organizarnos bien y una buena organización empieza por comprar una agenda (y usarla, claro), un calendario para la pared con huecos para escribir y un montón de papelitos adhesivos de colores donde anotar todo aquello que no se nos puede olvidar. A partir de aquí, es una cuestión de tener un método y de seguirlo. Es fácil, solo debes acostumbrarte.
- Visualiza la meta
A pesar de todo, habrá momentos en los que estemos hartos de estudiar, en los que no debamos salir y no nos apetezca nada quedarnos en casa hincando los codos; habrá momentos en los que nuestra carrera nos parezca horrible y pensemos en cambiar de estudios; habrá momentos en los que querremos mandarlo todo a la porra e irnos a vivir al campo… También habrá asignaturas y profesores realmente odiosos (y normalmente irán juntos) y problemas en nuestra vida personal que nos pondrán muy difícil el concentrarnos en estudiar, pero nadie dijo que esto tuviera que ser un camino de rosas. Lo que nos cuesta trabajo también hace que nos sintamos orgullosos de nosotros mismos. Estamos estudiando para conseguir nuestro eTítulo y el trabajo de nuestros sueños, así que, cuando todo vaya mal, no tenemos más que visualizar nuestra meta y tratar de encontrar la motivación necesaria para seguir luchando.