Ahorrar en las facturas de suministros es más sencillo de lo que parece: solo hay que cambiar ciertos hábitos y tomar conciencia. Te ayudamos.
Precariedad estudiantil
Los estudiantes que viven fuera de la casa familiar suelen tener una economía muy ajustada y se acostumbran a hacer sacrificios en cosas en las que no deberían escatimar, por ejemplo, en comer sano o en hacer ejercicio.
Además de esto, estamos en una situación de emergencia climática y todos debemos concienciarnos de que es imperante reducir nuestra huella ecológica y cambiar nuestro sistema de consumo. Por eso, hoy os contamos 22 trucos para ahorrar en las facturas de agua, luz y gas y, de paso, cuidar a nuestro planeta un poquito mejor. ¡Dos por uno, oiga!
Toma conciencia
Lo primero es que hagamos un análisis de nuestros hábitos y veamos cómo derrochamos (porque sí, derrochamos). Hay que pensar en todo lo que hacemos durante el día que resulta innecesario y cómo podemos cambiar nuestras costumbres y prestar más atención, es decir: tomar conciencia.
Cómo ahorrar en las facturas
- En primer lugar, desenchufa todos los cargadores que no estés usando y compra regletas que tengan interruptor para dejar todo apagado cuando no lo necesites.
- Apaga las luces que no estés usando, aunque no tengas a tus padres detrás para recordártelo. Apaga también la televisión, ordenadores, equipos de música y todas esas cosas que se quedan haciendo un consumo en stand by.
- Sustituye tus bombillas por luces de led. Sí, son más caras que las de bajo consumo y mucho más caras que las de toda la vida, pero duran mucho más, y consumen diez veces menos. Además, hay buenas ofertas online o en tiendas que hacen rebajas y que puedes aprovechar para dar a tu casa una iluminación más eficiente. A la larga, ahorrar en las facturas compensa el gasto.
- Busca la compañía eléctrica y el tipo de facturación que más te convenga. A veces, estamos pagando de más por no hacer algo tan simple como una discriminación horaria si pasamos mucho tiempo fuera de casa o por hacerla si siempre hay gente en casa. Analiza tus horarios y busca la mejor opción para ahorrar en las facturas.
- Utiliza los programas ECO de tus electrodomésticos y trata de usarlos en las horas de menor consumo de tu tarifa. Si esas horas no te van bien para poner la lavadora o el lavaplatos, compra un temporizador y así podrás programarlo. No hace falta que sea algo muy sofisticado: en los bazares los tienes desde 2 €.
- Si planchas, hazlo cuando tengas mucha ropa acumulada, porque el mayor consumo se da en el periodo de tiempo que va desde que se enchufa hasta que alcanza la temperatura adecuada. No merece la pena usarla para una sola cosa.
- No abras el horno innecesariamente mientras cocinas. Cada vez que lo haces, pierde alrededor de 30 grados que luego tiene que recuperar.
- Los aparatos de aire acondicionado y calefacciones eléctricas se deben usar con moderación. Busca el sistema más eficiente para tu casa y recuerda que no hace falta que en invierno estés a 40 grados en tu salón y en verano a 15. Mantener una temperatura constante de unos 20-25 grados es lo mejor para ahorrar en las facturas y también para tu salud.
- Crea un hogar más eficiente. Aunque sea una casa de alquiler, puedes disminuir la pérdida de calor en invierno poniendo alfombras, cortinas y pegando esponjillas en las ventanas para que cierren más herméticamente. En verano, baja las persianas y crea corrientes de aire abriendo varias ventanas.
- El agua es finita y además del gasto de agua, cada vez que la usamos gastamos luz y, a veces, gas. Así que no te bañes, acorta las duchas, cierra el grifo mientras te enjabonas.
- No mantengas el grifo abierto mientras friegas, te afeitas o te lavas los dientes. Por cierto, un lavavajillas gasta menos agua y jabón que lavar a mano. Piensa en si no te interesa hacerte con uno.
- Reutiliza el agua. Puedes usar el agua de cocer para regar, el agua de un baño para fregar el suelo, el agua de lluvia para regar… Si el agua no está sucia, se puede reutilizar, no la gastes por gastar.
- Cerciórate de que no tienes fugas en grifos o tuberías cada cierto tiempo.
- Si no tienes problemas de presión en el agua, utiliza reductores de caudal que pueden hacerte ahorrar hasta un 47 % en tu consumo.
- Usa barreños o cubos para aprovechar el agua que perdemos esperando a que se caliente.
- Lava los alimentos dentro de un recipiente en vez de bajo el grifo.
- Si te gustan las plantas, busca aquellas que sean autóctonas o que apenas necesiten riego (como las crasas que, además de resistir casi todo, son preciosísimas). Olvida lo de montar un jardín tropical en pleno desierto salvo que vayas a instalar un sistema de riego por goteo.
- Deja ollas y sartenes a remojo para gastar menos agua a la hora de fregarlas.
- Si tienes piscina, usa un cobertor para evitar la evaporación.
- Regula la temperatura del agua caliente. Si quieres ahorrar gas, no necesitas que el agua salga a 50 grados. 45 como máximo es lo indicado.
- Aprovecha el calor residual para cocinar tanto con fuego como con vitrocerámica.
- Cuando nos sentamos muchas horas a estudiar para conseguir nuestro eTítulo universitario, es normal que cojamos frío. Pero, por otro lado, subir mucho la calefacción hará que nos entre sopor, así que mantén la temperatura ideal de la que ya hemos hablado, abrígate y haz ejercicio durante los descansos. También puedes pasear mientras recitas la lección en voz alta.