La universidad se acaba y se nos viene encima el temor a no encontrar un buen empleo. ¿Cómo puede un recién graduado encontrar trabajo?
Este es un momento muy difícil, con la COVID-19 aún acechando por ahí, muchas empresas se mantienen cerradas o han hecho una reducción de plantilla enorme. Como mucha gente se ha quedado en el paro, la competencia será feroz; pero esto no nos puede desanimar, solo hacernos entender que, probablemente, cueste un poco más de lo normal, pero que hay que intentarlo.
Lo que no puede frenarnos es la inseguridad en nosotros mismos, «no tengo experiencia laboral», «por qué iban a seleccionarme a mí en vez de a otro», «mi currículo está demasiado vacío», etc.
Primeros pasos
Lo primero que debemos hacer es solicitar el eTítulo en nuestra universidad para que podamos mandar el título universitario electrónico a cualquier parte del mundo y así ampliar las posibilidades de encontrar un buen trabajo.
Importante: Hay que cuidar nuestras redes sociales y borrar todo aquello que sea inadecuado. También podemos crear un perfil más profesional y otro para poner lo que queramos, pero con un nombre y una dirección de correo que no esté relacionada con nosotros. Nuestras redes sociales deben presentar una imagen profesional y seria de nosotros mismos y deben estar actualizadas con temas que sean interesantes en nuestro sector. También debemos tener un perfil en LinkedIn y mantenerlo activo.
Networking
Practicar el networking es la vía más efectiva para encontrar un empleo. Ya podemos tener un expediente maravilloso que, como no conozcamos a nadie, lo llevamos crudo. Somos así, siempre nos vamos a fiar más de alguien conocido.
Fortalezas que explotar
Para encontrar empleo hay que venderse bien, tanto en nuestro currículo como en nuestra actitud en el cara a cara. Por eso, debemos repasar nuestros puntos fuertes y añadirlos a nuestro CV, junto a la carta de presentación o en ella, para compensar el hueco que deja nuestra falta de experiencia:
1. Ilusión por encontrar empleo
Nadie tiene más ilusión por incorporarse a un puesto de trabajo que un recién graduado. Llevamos años preparándonos para ello, soportando exámenes estresantes, horas de estudio, noches sin dormir… Muchos sufrimientos para llegar hasta la meta que ya hemos alcanzado.
2. Ganas de aprender
Todo recién graduado está dispuesto a aprender. De hecho, lo llevamos haciendo un montón de años. Hemos vivido exclusivamente para ir a clase, tomar apuntes, memorizar… Aprender es lo que mejor sabemos hacer y lo hemos demostrado tras superar cada examen y obtener nuestra titulación.
3. Humildad
Es inherente al nuevo licenciado. Al no tener experiencia, nos tomamos cada actividad como un aprendizaje, haremos preguntas y pediremos ayuda, por lo que la empresa podrá formarnos y moldearnos para que nos convirtamos en el trabajador que necesita.
3. Ventajas tecnológicas
Una persona joven conoce de forma natural el uso de nuevas tecnologías porque se ha criado con ellas y eso es algo que toda empresa valora. Tanto si nos hemos especializado en ellas como si no, no hay que olvidar añadir todas esas habilidades a nuestro CV si queremos encontrar empleo.
4. Improvisación
Eso es algo que todo estudiante ha practicado en cada examen de esos que no tenía ni idea y ha sabido salir airoso, incluso por los cerros de Úbeda. ¡Anda que no hemos tenido situaciones de pánico en multitud de ocasiones! En la universidad esto ocurre un día sí y otro también. Así que, con la experiencia acumulada, seguro que seremos capaces de salir adelante en cualquier situación. Si somos buenos improvisando, eso significa que somos creativos y no nos quedamos paralizados ante un problema. Es una ventaja que, sin duda, deben conocer nuestros empleadores.
5. Adaptabilidad al nuevo empleo
Las empresas saben que nadie se adapta mejor a los cambios que los jóvenes. Un recién licenciado es moldeable como la plastilina. Por eso debemos hacer saber al director de recursos humanos que podremos asumir la filosofía de la empresa como si fuese nuestra en cuanto nos den una oportunidad.
6. Conocimientos
Cuando un recién licenciado busca empleo, debe dejar claro que carecer de experiencia laboral no significa no tener los conocimientos necesarios. Ser un recién llegado al mundo laboral es algo por lo que han pasado todos, pero no todos tienen os mismos estudios ni los conocimientos actualizados a la época que vivimos. Una mente joven ve y sabe cosas que no da la experiencia laboral, sino su propia vivencia generacional. El mundo se percibe de forma diferente en función de la época que nos ha tocado vivir y, para una empresa, siempre es de gran valor contar con personas que puedan aportar diferentes visiones de una misma realidad.
La falta de experiencia no debe ser un obstáculo para encontrar un buen empleo, aunque muchos lo vayan a ver así. Depende de nosotros cambiar ese relato y vendernos como una oportunidad de aportar cosas nuevas y valiosas. Lo importante es no desanimarse y poner todo nuestro empeño en conseguir meter la cabeza. Una vez dentro, todo será más fácil.
¡Mucha suerte a tod@s!