La maldita COVID sigue aquí y cada día se nos hace más cuesta arriba por el desgaste emocional que ya arrastramos. Os contamos 7 trucos para combatirlo.
Extraño mundo
Desde marzo del año pasado el mundo se ha vuelto raro. Y raro para mal. Darles un abrazo o un beso a nuestros seres queridos ya no puede hacerse, y si se hace, lo hacemos con miedo y culpa. Quedar con nuestros amigos puede ser un delito, hay restricciones a la movilidad y toques de queda que no se veían desde tiempos de guerra. Nos han encerrado en nuestras casas, muchos han perdido su trabajo y hay familias enteras que, por primera vez en sus vidas, tienen que recurrir a bancos de alimentos para mantenerse.
Eso por no hablar de las muertes. Empieza a ser raro que quede alguien que no haya perdido a un ser querido o a un conocido por la COVID y hemos terminado por no ver las cifras de fallecidos como personas. Ahora, 400 muertos al día ya ni nos asombra.
El mundo se ha vuelto raro y estamos cansados. Tenemos tal desgaste emocional que sentimos que ya no podemos más y, para colmo, hay que lidiar con los estudios, trabajos y exámenes que no nos dejan tregua.
Las consecuencias
Hace unos meses todo se llenaba de mensajes de esperanza. «Saldremos mejores», decíamos. Ahora nos conformamos con salir lo antes posible. Vivimos con miedo y el miedo saca lo peor de las personas (y a veces lo mejor), pero siempre tiene aparejadas consecuencias que empiezan a hacer estragos: insomnio, estrés, ansiedad, agorafobia, cefaleas, irritabilidad…
Esta fatiga por la pandemia, este desgaste emocional, hace que podamos llevar a cabo conductas de riesgo, que bajemos nuestro rendimiento, que tengamos pérdidas de memoria, etc., y la mala noticia es que el mundo va a seguir así un tiempecito aún; así que, por muy cansados, hartos y frustrados que estemos, hay que seguir resistiendo.
¿Cómo se lucha contra el desgaste emocional ocasionado por la pandemia?
Pues siguiendo una serie de rutinas:
1. Relaciónate
Sí, no como nos gustaría, pero hay que obligarse a seguir en contacto, aunque sea online, con nuestras familias y amigos. Somos animales sociales y necesitamos hablar y compartir. Debemos obligarnos a hablar con otras personas al menos una vez al día.
2. Haz deporte
Lo hemos dicho muchas veces: el deporte produce endorfinas que nos hacen sentir bien. Y como ahora sí podemos salir de casa, qué menos que echarse a la calle y practicar deporte al menos una hora cada día. Nuestro cuerpo lo va a agradecer, pero más aún nuestra mente.
3. Lee
No podemos viajar, no podemos ir a conciertos ni ver a nuestros amigos. No podemos hacer fiestas ni pasar la noche en un bar, pero podemos leer. Y cuando leemos, podemos hacer todas esas cosas y muchas más. Esa es la magia de la literatura: nos hace sentir libres; así que ahora, más que nunca, leer debería estar recetado por la OMS.
4. Ten disciplina
En una situación así y con este desgaste emocional, mantener o adquirir una buena disciplina es importantísimo para nuestra salud mental. Levantarnos y acostarnos a la misma hora, comer también en un horario regular, llevar al día las clases y no procrastinar son medidas que ahora mismo tienen mucha importancia para mantener cierta salud mental y notar menos los síntomas de la fatiga. Además, estamos estudiando una carrera para sacar nuestro eTítulo y conseguir un buen trabajo el día de mañana; por lo tanto, la disciplina es una habilidad que debemos potenciar siempre.
5. Come bien
Tener una alimentación saludable también influye en nuestro estado de ánimo. Quizá nos parezca que comer hamburguesas y pizzas a diario nos hace felices, pero la realidad es que sucede todo lo contrario (no olvidéis lo mal que acababa el chico de Super Size Me tras solo un mes comiendo mal). Una alimentación inadecuada hará que nuestra energía disminuya y que la fatiga y el desgaste emocional aumenten.
6. Aprende algo nuevo
Aprovechar esta situación para hacer alguna actividad que siempre quisimos hacer pero que, por falta de tiempo, dejábamos apartada nos va a levantar mucho el ánimo. Si siempre hemos querido aprender a tocar la guitarra, presentarnos a un concurso de relatos cortos, mejorar nuestro tercer idioma, hacer punto de cruz o tener unos abdominales como el acero, no vamos a encontrar una situación más favorable.
7. Mantén el sentido del humor
Por muy dramática que sea esta situación, hay que reírse. El humor nos ayuda a lidiar con el miedo, con la ansiedad o con la tristeza. Nos hace olvidar el dolor y ver las cosas de forma más positiva. Esta pandemia la estamos lidiando a golpe de memes y ojalá siga así, porque pocas cosas son tan sanas, naturales y beneficiosas como la risa.
Se trata de luchar contra el desgaste emocional que estamos sintiendo, porque abandonarse y pasar el resto de la pandemia en plan vegetal solo lo va a empeorar. Sabemos que estamos todos al límite, pero hay que seguir al pie del cañón unos meses más. ¡Qué se le va a hacer!