Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

10 Feb 2021
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Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es un día para conmemorar el trabajo de muchas mujeres invisibles; para que dejen de serlo y para que no lo sean nunca más.

Ciencia

Ni michismi ni fiminismi

¿Por qué celebrar un día internacional para las mujeres científicas? ¿Por qué no hay un día del hombre y el niño en la ciencia? ¿No sería más igualitario no distinguir por sexos? ¿Acaso no son los hombres los que más han aportado a la ciencia?

Si te haces alguna de estas preguntas u otras por el estilo, necesitas leer este post.

Desde 2015 Naciones Unidas decreta el 11 de febrero como el Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia con la idea de lograr el acceso equitativo y la participación plena de las mujeres y las niñas en el campo científico y así seguir luchando por la igualdad de género en todos los ámbitos.

Además de eso y para los que se sientan excluidos de la celebración, el día 10 de noviembre es el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo; así que no cunda el pánico que todos estamos incluidos ahí. Si se celebra un día específico para mujeres es porque ellas no han tenido, ni tienen aún hoy, las mismas oportunidades que los varones para acceder a los estudios científicos.

Acceso desigual, oportunidades desiguales

Hay gente que cree que la igualdad entre hombres y mujeres ya existe y que si las mujeres eligen menos carreras científicas es por alguna diferencia biológica entre ambos sexos. Una diferencia biológica que ningún científico (o científica) fue capaz de demostrar jamás.

No, la biología no tiene nada que ver. Hay países que en pleno siglo XXI aún no permiten que las niñas accedan a la educación y mucho menos a la superior, pero en los países más desarrollados en cuestiones de igualdad, el mensaje sexista continúa y da forma a nuestro pensamiento.

El deber ser de cada sexo:

Esta diferencia en el acceso a los distintos estudios de los países menos sexistas está más relacionada con las construcciones sociales estereotipadas que con algún tipo de sino relacionado con los órganos sexuales. Es el llamado «deber ser de cada sexo» el que nos dice desde bien pequeños qué espera de nosotros la sociedad en función de si nacemos hombres o mujeres. De esta manera, si somos varones, la sociedad tiene un mensaje para nosotros: sé fuerte, competitivo, valiente, no llores… Y si somos mujeres, el mensaje social es otro: sé paciente, tranquila, bonita, callada estás más guapa

Dicotomismo sexual:

Otro de los mensajes sociales muy relacionados con las diferentes elecciones en los estudios en ambos sexos es lo que se conoce como «dicotomismo sexual», que supone analizar a las personas de ambos sexos como si fuesen diametralmente opuestos. Esta simplificación sexista no solo divide a la especie humana como si tuviésemos intereses, preocupaciones y gustos distintos en función del sexo con el que hayamos nacido, sino que, además, jerarquiza esas supuestas preferencias haciendo que las de los hombres sean consideradas más interesantes o válidas. Un ejemplo ilustrativo lo vemos en un libro titulado Criminología (1987) del reputado jurista Alfonso Reyes Echandía cuando afirmaba que:

«(…) En tanto que el hombre se siente impulsado a la actividad, la mujer busca la seguridad; mientras que el hombre tiene una tendencia a la abstracción, la mujer se inclina al concretismo; a tiempo que aquel busca el prestigio, esta prefiere el bienestar; (…) si el hombre utiliza los juicios de forma, la mujer suele emplear los de valor; en tanto que aquel posee un conocimiento lógico, en esta predomina el conocimiento intuitivo».

No importa si nuestros padres nos han educado tratando de evitar ese tipo de sesgos, los mensajes estereotipados que lanzan los medios de comunicación y las expresiones culturales se van a encargar de dejar su poso en la mente de los menores. Por eso no debemos pensar que nacemos con las mismas oportunidades, porque eso es, aún hoy, una falacia.

Borradas de la historia

Os proponemos un ejercicio simple: ¿sois capaces de decir de memoria el nombre de 5 mujeres científicas quitando a Marie Curie? La cuestión es que las hay y las ha habido. A pesar de los impedimentos que se les han puesto a las mujeres para acceder a los estudios superiores, a pesar del mensaje social que les decía que el conocimiento no era para ellas, a pesar de que los saberes científicos han estado vedados para las mujeres, ellas han luchado, luchan y han hecho cosas maravillosas por la humanidad (aunque no las recordemos, aunque nos cueste tanto citar a tan solo cinco de ellas). Aquí va una ayuda:

  1. Rosalind Franklin (1920-1958): Química y cristalógrafa británica cuya mayor aportación (aunque hizo muchas otras) fue ayudar a la comprensión de la estructura del ADN.
  2. Rachel Carson (1907-1964): Bióloga marina y conservacionista norteamericana que, a través de sus escritos e investigaciones, contribuyó notablemente a la actual conciencia medioambiental.
  3. Maryam Mirzajani (1977-2017): Matemática iraní y primera mujer en ganar la Medalla Fields (premio que equivale al Nóbel de matemáticas).
  4. Ada Lovelace (1815-1852): Matemática, informática y escritora británica considerada la primera programadora de ordenadores al crear el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina. Y esto en el siglo XIX. ¿Por qué todos conocemos a Graham Bell y apenas nos suena Lovelace?
  5. Margarita Salas (1938-2019): Bioquímica española cuya mayor aportación a la ciencia es la determinación de la direccionalidad de la lectura de la información genética y el descubrimiento y caracterización de la ADN polimerasa del fago Φ29, que tiene múltiples aplicaciones biotecnológicas debido a su altísima capacidad de amplificación del ADN.

Hay miles más, pero no estudiamos sus nombres en el colegio y no sabemos cuáles han sido sus valiosas contribuciones a la ciencia. Cada día, miles de científicas aportan su grano de arena para crear un mundo mejor, pero nosotros no las vemos. No las conocemos, y hoy es el día de reclamar que esa situación cambie y no solo por justicia, sino porque las niñas también tienen derecho a soñar con la ciencia teniendo modelos en los que poder mirarse. Si queréis saber más sobre científicas y sus aportaciones, no dejéis de seguir a Mujeres con ciencia (os va a encantar y vais a aprender un montón).

Y para terminar…

Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, dijo en 2020 que este día se conmemora porque… «para hacer frente a los inmensos desafíos del siglo XXI –desde el cambio climático hasta los trastornos tecnológicos– nos hace falta la ciencia y toda la energía necesaria y, por ello, el mundo no puede privarse del potencial, la inteligencia y la creatividad de los miles de mujeres que son víctimas de desigualdades o prejuicios tan arraigados».

En eTítulo creemos que el conocimiento no entiende de sexos, no hay carreras para hombres y carreras para mujeres y todos los seres humanos debemos tener acceso a la educación sin ninguna restricción ni impedimento. El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es un día para celebrar eso: el conocimiento y la igualdad. Hagámoslo.

Escrito por  root

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