Cómo preparar los exámenes de recuperación sin agobios

9 Ago 2021
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Cómo preparar los exámenes de recuperación sin agobios

Aunque la mayoría de los exámenes de recuperación de septiembre han pasado a julio, aún hay grados que los mantienen. Te contamos cómo prepararlos.

 exámenes de recuperación

No se acaba el verano por empezar a estudiar

Estamos en agosto y el verano empieza a parecer una estación agonizante. Un mes y medio más y todo vuelve a empezar: el frío, la falta de luz, los madrugones y las clases. Para los amantes del calor es una sensación desoladora y es posible que tratemos incluso de vivir en negación pensando que aún queda mucho. No es verdad. Desgraciadamente, el tiempo vuela en vacaciones.

Vuela, pero eso no significa que tengamos que dejar de disfrutar, pero sí que hay que empezar a asumir que, si tenemos que preparar exámenes de recuperación, hay que abordarlos ya.

Eso no significa que las vacaciones se hayan terminado ni que vayamos a dejar de disfrutar del verano, pero sí que no podemos ignorar lo que se acerca. Cuanto antes empecemos a preparar todo, menos horas diarias tendremos que dedicar al estudio y menos depresión posvacacional tendremos. Lo ideal es que vayamos recuperando las rutinas poco a poco y no que lo dejemos para el último momento y luego tengamos que preparar los exámenes de recuperación a la vez que lidiamos con el bajón propio del fin de las vacaciones.

Un poco cada día

No se trata de que nos pongamos ya mismo a estudiar ocho horas diarias. Se trata de que todos los días dediquemos unas dos o tres horas (dependiendo de las asignaturas que tengamos pendientes y de lo difíciles que sean las materias) para que, cuando llegue el momento de enfrentarnos a los exámenes de recuperación no tengamos ningún problema en pasar limpios al curso siguiente y que nuestra matrícula no se encarezca.

¿Cuál es el mejor horario para estudiar?

Es importante que fijemos un horario que se adapte a nuestras necesidades, pero que también sea más o menos estable para que lo asumamos como una rutina y nos cueste menos trabajo ponernos a ello. No importa si es a primera hora de la mañana o a las diez de la noche, lo que importa es que sean unas horas que sepamos que tenemos más o menos libres para que no interfieran con otros planes como desatrancar tuberías, picar piedra o cualquier otra actividad más apasionante que ponernos a estudiar los exámenes de recuperación.

Lo esencial es que lo hagamos cada día en la misma franja horaria para que la mente se acostumbre y nos dé menos pereza ponernos, pero también tenemos que descansar y desconectar, así que desde eTítulo os proponemos un plan de cuatro días semanales de estudio y tres de descanso para abordar los exámenes de recuperación con éxito y sin notarlo demasiado. Eso sí, para que tenga éxito, hay que empezar ya.

Que no sea monótono

Si tenemos que estudiar más de una asignatura, lo mejor es intercalarlas para no aburrirnos y que acabemos leyendo el temario de forma automática, pero sin enterarnos de nada.

Lo más práctico es que pongamos una alarma para controlar el tiempo y dedicar una hora de estudio efectivo a cada materia. Además, si variamos las técnicas de estudio nos resultará más ameno y cada jornada va introducir nuevas variaciones, lo que estimulará nuestra atención y memoria y hará que estudiar nos resulte más sencillo.

Si tenemos muchas materias que preparar para los exámenes de recuperación, podemos ir alternando también los días de forma que los martes y los jueves hagamos unas materias y los lunes y miércoles otras.  Nadie sabrá mejor que nosotros mismos el tiempo que vamos a necesitar, pero tampoco hay que pecar de optimista. Más vale prepararlo de más y mejorar nuestras calificaciones que quedarnos cortos y suspender.

Las mejores técnicas de estudio para preparar los exámenes de recuperación

Evidentemente, debemos empezar por hacer una lectura comprensiva del tema que vamos a estudiar y de hacer un buen subrayado (hemos dicho «buen subrayado», no de esos que dejan los apuntes fosforitos y que para releerlos hacen falta gafas de sol). Después, lo más entretenido es ir alternando las técnicas de estudio de tal manera que un día hagamos fichas, otro dibujos, otro mapas mentales y, cuando ya lo tengamos todo más o menos claro y si tenemos compañeros que deban recuperar las mismas asignaturas, podamos estudiar en grupo y hacer un trabajo eficiente y divertido.

Hay tiempo para todo

Es verano. Anochece tarde, hace calor, hay muchos planes estupendos por hacer y apetece divertirse (y más después del año y pico que llevamos de pandemia), pero, por mucho que no nos apetezca nada ponernos a preparar los exámenes de recuperación, debemos recordar que estudiar en la universidad no es un castigo ni una obligación, sino una elección personal importante para nuestro futuro. Que tengamos exámenes no significa que no podamos hacer otras cosas, solo tenemos que organizarnos bien el tiempo y no procrastinar.

Si nos ponemos una buena disciplina de trabajo, tendremos tiempo para hacer otras muchas cosas y disfrutar de lo que queda de verano sin demasiado estrés.

Depende de nosotros, ¡Mucho ánimo y a por el eTítulo!

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Escrito por  root

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