Si queréis saber cómo preparar un examen universitario para sacar una gran nota, seguid estos 7 pasos uno a uno y veréis qué fácil resulta subir la media.
Universitarios primerizos o desmotivados
Aunque llevemos toda la vida estudiando, es posible que al entrar en la universidad nos sintamos abrumados con la cantidad de trabajo que debemos preparar para enfrentarnos a los exámenes. También puede ser que, por mucho que estudiemos, nuestras notas no destaquen para nada o incluso que tengamos algún suspenso.
Antes de ponernos dramáticos, dudar de nuestra propia valía o plantearnos dejar los estudios, deberíamos pensar en que quizá no estamos estudiando de la manera más eficiente y que lo que nos valía en el colegio y en el instituto, puede que ya no sirva para conseguir un eTítulo universitario.
En este post vamos a ver cómo preparar un examen universitario fácilmente y conseguir un buen resultado.
1. Medir el tiempo
Para preparar un examen universitario hay que tener tiempo. Sí, todos hemos aprobado alguna vez estudiando el día antes, pero esa no puede ser la norma, hay que atribuirlo a una cuestión de puro azar y, además, conformarnos con un aprobado es conformarnos con muy poco.
Preparar un examen universitario para sacar una buena nota y, más importante aún, aprender, nos llevará, por lo menos, una semana de dedicación completa, dos o incluso tres si es repartida (si tenemos clases o más exámenes que preparar al mismo tiempo).
Si estudiamos todos los días de una semana el resultado será excelente sin lugar a dudas. Eso sí, hay que estudiar de forma eficiente.
2. Todo en orden
Una vez que hemos fijado el tiempo, ahora toca organizarse y esto se hace antes de empezar y no durante. Es decir, no vale descontar esto de la semana de estudio.
Hay varias cosas que tenemos que planificar:
- El lugar de estudio, que debe estar ordenado y con todo los materiales que vayamos a necesitar como folios, bolígrafos de distintos colores, lápices, típex, subrayadores y, si es posible, una pared con un corcho o pizarra en el que colgar nuestros apuntes y dibujos.
- También hay que ordenar lo que vamos a estudiar. Repasar todos los apuntes ver si nos falta algo y conseguirlo.
- Organizar los temas según su dificultad (para lo que vienen muy bien señaladores adhesivos o carpetas de diferentes colores). Las partes que nos resulten más complicadas deben estar localizadas, así como las más sencillas. De esta forma, deberemos empezar siempre la jornada dedicándonos a los temas más complejos y la terminaremos con los más fáciles.
- Fijar los objetivos diarios. Tenemos todo el material y una semana por delante. Ahora hay que distribuir el temario en los días que tenemos y hacer la planificación pensando que hay que terminar en cuatro días para repasar durante los tres siguientes. Al fijar los objetivos no debemos ser optimistas; si vemos que no llegamos, habrá que empezar a estudiar antes.
3. Lectura comprensiva y subrayado
Lo primero que hay que hacer a la hora de preparar un examen universitario es lo que hemos hecho siempre: leer y subrayar. Lo que pasa es que, para que realmente esta fase sea útil, no vale con leérselo todo de golpe y subrayar hasta la numeración de las páginas. Hay que hacerlo bien.
Para que podamos mantener la atención en el texto y saquemos las ideas importantes (que es lo único que hay que subrayar) debemos ir poco a poco y no leerlo todo del tirón. Hay que ir aislando cada concepto y parándonos a ver qué nos están diciendo. Luego subrayamos y pasamos al siguiente. Esta etapa es la más aburrida (y más cuando nos enfrentamos a texto que nos parecen indescifrables), pero es esencial para que el resto del proceso vaya sobre ruedas.
4. Esquemas
Una vez que hemos terminado la primera parte o, si queremos, al mismo tiempo, hay que hacer esquemas. Para que sean útiles debemos anotar las ideas importantes que hemos subrayado de forma sintetizada y con nuestras palabras.
Preparar un examen universitario no es solo repetir todo como un loro, sino entender de lo que hablamos, por lo tanto, que podamos explicar lo que hemos leído a nuestra manera y resumirlo nos va a ayudar muchísimo.
En esta fase, para fomentar nuestra memoria visual, es bueno que usemos distintos colores al escribir. Crear nuestro propio código de colores para destacar lo más importante es algo que si no hemos hecho ya, debemos hacer cuanto antes.
5. Fichas, mapas o mnemotecnia
El siguiente punto es mucho más entretenido que los anteriores y debemos hacerlo cuando todo lo demás esté acabado. Esta parte podemos empezarla el cuatro día para repasar todo lo que hemos ido estudiando y ya tenemos esquematizado.
Ahora preparar un examen universitario empieza a ser mucho más pasable. Solo tres días malos y ahora hay que divertirse para que todo se nos fije bien en la memoria.
A partir de los esquemas, haremos fichas, mapas mentales o reglas mnemotécnicas. Según el tipo de asignatura o de apartado, podemos elegir cualquiera de las opciones. La explicación detallada de cómo se hacen la encontramos en los enlaces, pero, en resumen, las fichas son útiles cuando nos toca preparar un examen universitario de preguntas cortas, los mapas son ideales cuando tenemos que explicar algo que transcurre con una cronología o cuando hay varios elementos interconectados y las reglas mnemotécnicas son excelentes para memorizar fórmulas, listas, fechas, definiciones y cosas así que haya que saberse al dedillo.
Tanto en esta fase como en las siguientes, es muy importante que usemos nuestra voz. La memoria auditiva ayuda muchísimo y estudiar en silencio es una pérdida de tiempo total (salvo que estemos en una biblioteca).
6. ¿Apetece un Trivial?
¡Llega el momento de jugar a las preguntas y respuestas! Bien con las fichas que hemos hecho o con los resúmenes, hay que buscar a alguien con buen corazón y dejar que nos pregunte la lección. Si fallamos en algo, no pasa nada. Solo hay que anotar los fallos y seguir jugando. Si nos lo sabemos bastante bien (como seguro que pasará si hemos seguido todos los pasos) no debemos olvidarnos de premiarnos con algo que nos apetezca. Las recompensas también son importantes para el aprendizaje.
7. Test de repaso
Estamos en el último día y la mejor técnica de estudio y de repaso para preparar un examen universitario es, sin duda, hacer un examen (o cinco).
A estas alturas conocemos todo el temario y sabemos qué preguntas podrían caer, así que vamos a escribirlas y a hacer exámenes con todas ellas. Si contestamos bien a todas, podemos parar ya y sentarnos a descansar antes del examen. Si hay alguna que se nos atraganta, ya sabemos lo único que tenemos que repasar.
Preparar un examen universitario de esta manera es asegurarse el sacar una buenísima nota y sin sufrir demasiado en el proceso. ¿No merece la pena probar? Ya nos contaréis.
¡Muchas suerte! (aunque así no la vais a necesitar).