Cada año pasa lo mismo: se empieza con muchas ganas, pero, tras unos meses, se pierde la motivación y las clases se vuelven un suplicio.
Perder la motivación es más común de lo que parece
Desde que empezamos la carrera hasta que nos graduamos y nos dan nuestro eTítulo, hay años mejores y años peores. Años en los que se disfruta mucho de la mayoría de las asignaturas y años en los que desearíamos habernos dedicado a pastorear un rebaño de cabras en las montañas más alejadas de cualquier universidad.
Los estudios son así: a veces nos encantan y otras nos horrorizan; pero no todo depende de lo interesante o no que sea una materia, sino de nuestra actitud y capacidad para encontrar la motivación necesaria.
A todos nos puede pasar tarde o temprano si no tenemos cuidado: un día nos levantamos y nos damos cuenta de que las clases nos aburren y de que se nos han olvidado los motivos por los que nos encantaba esta carrera. Es verdaderamente deprimente. Y más si aún nos quedan un par de años de aguantar clases que ya no nos interesan como antes.
¿Y qué se puede hacer? ¿Podemos recuperar esa ilusión que teníamos?
Se puede, claro, pero no es fácil y cuesta mucho menos trabajar para no perder la motivación que tener que recuperarla. Por eso hay que tomar una serie de medidas desde el principio.
Os las contamos:
1. Establecer metas claras y realistas
Lo de ser rico, famoso y tener una mansión con playa privada no cuenta como meta clara y realista, sino como sueño o, más bien, como delirio. Una meta clara y realista es, por ejemplo, proponerse subir la media en el próximo cuatrimestre o estudiar dos horas de lunes a viernes. Cuanto más cercanas y posibles sean las metas que nos vamos poniendo, más sencillo nos resultará cumplirlas y, de paso, lograremos sentirnos muy bien por hacerlo, lo que, sin duda, mantendrá nuestra motivación.
Unas buenas metas a corto y medio plazo nos van a permitir tener una sana competición con nosotros mismos que nos mantendrá enfocados en el proceso. Hacer una lista de nuestras metas y de cuál va a ser la estrategia para lograrlas nos ayudará también a no despistarnos.
2. La motivación debe enfocarse en el presente
En línea con lo anterior, estar soñando despierto con un futuro lejano o darle vueltas a lo que no se puede cambiar del pasado no nos servirá más que para frustrarnos. Estar conectados con el presente es lo que nos va a ayudar a lograr nuestras metas.
3. Crear un horario de estudio
¿Y qué tendrá que ver esto con la motivación? Pues bastante. Si tenemos unas rutinas fijas nos costará menos trabajo ponernos a estudiar, nos será más fácil concentrarnos y, por lo tanto, perderemos menos tiempo en el estudio. Todo eso se traduce en más tiempo para disfrutar de las cosas que nos gustan y sin la sensación de que estudiar nos requiere un gran coste personal.
4. Mantener un ambiente de estudio organizado y sin distracciones
Crear un lugar en el que nos guste estar, que sea nuestro espacio, en el que tengamos todo a mano y bien ordenado y en el que no entren los móviles ni las redes sociales nos va a ayudar mucho a mejorar nuestro rendimiento académico, lo que, sin duda, nos va a mantener con la motivación a tope.
5. Una tarea a la vez
La multitarea es frustrante, y si bien puede ser muy útil para determinados tipos de trabajo, no funciona bien con el estudio porque hace que nuestra atención se disperse y que no retengamos nada en la memoria, lo que frustra y, lógicamente, desmotiva. Hay que ponerse con una tarea y acabarla antes de pasar a la siguiente para que tengamos la sensación de haber trabajado lo suficiente y para que podamos hacer una mejor planificación del estudio.
6. Crear un grupo de estudio
Trabajar con otros estudiantes en un grupo de estudio nos ayudará a mantener la motivación. En compañía, podemos aplicar técnicas de ludificación al estudio, podemos estudiar de forma colaborativa para beneficiarnos todos, podemos desarrollar una sana competitividad y podemos compartir conocimientos y apuntes. Esto nos garantiza mantener la motivación y, además, disfrutar el doble de nuestros estudios.
7. Participar en clase
Participar en clase nos ayudará a mantener la motivación porque nos sentiremos más implicados. Hacer preguntas y participar en los debates no solo ameniza las clases, sino que nos da una comprensión más profunda y personal de nuestra carrera.
8. Celebrar los logros es pura motivación
Para mantener la motivación, es muy importante celebrar nuestros logros y avances a lo largo del camino. Por muy pequeños que sean, merecen ser reconocidos y festejados porque hablan de nuestro esfuerzo y nos permiten ver los progresos que vamos haciendo. Da igual si salimos a tomar algo con nuestros amigos o si nos queremos dar un homenaje en forma de esa camiseta tan chula que queríamos tener; lo importante es que hagamos algo para felicitarnos por nuestro buen trabajo.
9. Equilibrio y motivación
Lo decíamos en el post anterior: es realmente importante saber compaginar el estudio con otras actividades para sentirnos bien. Hay que esforzarse por encontrar hueco para todo a lo largo de nuestra jornada para que no sintamos que nuestra vida es una obligación tras otra o para que no acabemos procrastinando. Y para encontrar ese equilibrio sin que repercuta en nuestro expediente de forma negativa, hay que usar técnicas de estudio que nos permitan ser más eficientes y ganar tiempo para nosotros.
10. Cuidarse también mantiene la motivación
Tomar descansos regulares cada hora que pasemos estudiando, alimentarse bien y mantenerse hidratado para no sentirnos faltos de energía, hacer ejercicio de forma regular, dormir entre 7 y 9 horas cada día, usar técnicas de meditación para combatir el estrés y cuidar a aquellas personas, cosas y actividades que nos hagan sentir felices son las claves para que todo salga de maravilla y nos mantengamos motivados durante toda la carrera.
!encanta gracias no sé si funcionará pero lo primero que haré que me ha llamado la atención a sido CREATE UN CALENDARIO DE ESTUDIOO!!!! Gracias por todo