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¿Has empezado mal el semestre? No te preocupes, no es el fin del mundo. Lo que importa es no darlo por perdido y, de aquí a junio, remontar y subir esas calificaciones.
Todo el mundo tiene una mala racha o pasa por momentos en los que concentrarse en estudiar es más difícil que hacer malabares con siete antorchas llameantes. No hay problema, en eTítulo estamos para ayudar y vamos a ver una serie de pautas que harán que, de nuevo, cojamos el timón.
Los horarios son importantes. Elige los tuyos.
Si nos está yendo mal, está claro que necesitamos echarle más rato a esto de estudiar y, si no nos organizamos bien, se nos puede echar el tiempo encima.
Es posible que pensemos que el semestre acaba de empezar, pero no es así realmente y el curso va a empezar su recta final antes de lo que imaginamos. Si queremos que nuestro esfuerzo se refleje en nuestras calificaciones, hay que ponerse las pilas.
Por eso es esencial que tengamos bien delimitado el tiempo de estudio y que cumplamos con nuestros horarios. No se trata de imponerse un estricto régimen de levantarse a las seis de la mañana, hacer cien flexiones y ponerse a estudiar, sino que debemos ser realistas con lo que vamos a cumplir y obligarnos a echar un rato al día para poner en orden lo que vemos en clase, pasar apuntes, repasar…, y, cuanto antes, mejor.
Nuevas técnicas de estudio
Si sentimos que el tiempo que dedicamos a estudiar no nos rinde tanto como quisiéramos, o que el estudio nos resulta tan tedioso que nos distraemos rápidamente, debemos ir probando desde ya con otras técnicas de estudio que te resulten más provechosas como la lectura comprensiva, subrayado eficaz, estudiar con fichas, autoexámenes, mapas mentales, mnemotecnia, aprender a tomar buenos apuntes…
En fin, que tenemos muchas opciones y aún mucho tiempo para ponerlas en práctica y encontrar la que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Di sí a las agendas
¿Somos un desastre para organizar el tiempo?, ¿los trabajos se nos acumulan al final del semestre y no damos abasto? La solución es más fácil de lo que parece: primero hay que comprar una agenda y segundo, y más importante, escribir en ella.
Hay que apuntar las fechas que nos dan de entrega de trabajos, los temas que tenemos que mirar para las clases, cuándo son los exámenes y cuánto tiempo antes tenemos que empezar a preparar cada uno…
Vamos, lo que necesitemos para que la próxima vez sepamos calcular bien el tiempo del que disponemos. No es difícil y no hay excusa, las agendas están en cualquier tienda desde 1 euro o en nuestro móvil u ordenador totalmente gratis.
Los apuntes se toman a mano
Se ha demostrado que escribir a mano ayuda a memorizar mejor y eso nos ayuda a mejorar las calificaciones en los exámenes. Sí, el ordenador en clase mola mucho: los apuntes son legibles y están organizados, podemos compartirlos con nuestros compañeros por mail o subirlos a una plataforma en cuestión de segundos, podemos tenerlos clasificados por asignaturas y carpetas sin que ocupen espacio y sin cargar con cuadernos y bolis e incluso podemos mirar las RRSS en los descansos (solo en los descansos, por favor), pero, desgraciadamente, escribir a mano hasta que nos salgan callos en los dedos y nos duela el brazo por tomar apuntes a toda velocidad es la mejor manera de aprender.
Asistir a clase marca la diferencia
Ya, a veces o casi siempre tenemos cosas mucho más divertidas que hacer y que nos apetecen más que ir a clase, pero si queremos sacar buenas notas, tendremos que asistir.
Yendo a clase nos vamos a enterar mucho mejor de lo que tenemos que estudiar y vamos a aprender mucho más. Además, escuchar la clase y tomar nuestros propios apuntes es imprescindible para facilitarnos el estudio.
Hay que reservarse lo de hacer pellas solo para cuando realmente son necesarias, pero no para todos los días. Si somos constantes, crearemos una rutina y no se nos hará tan duro ir.
Terminar los trabajos cuanto antes es buena idea
Ahora que aún no está muy avanzado el semestre, es el momento de ponerse con todos los trabajos individuales que tengamos o queramos hacer. Luego tendremos que dejar tiempo para los grupales y para los que siempre mandan en el último momento o para subir una nota.
Si llevamos todo al día, reduciremos el estrés y aumentará nuestra productividad y las notas. Solo hay que planificarse bien y no procrastinar.
Leer los libros que recomiendan da muchos puntos
Hemos elegido esta carrera por algo, ¿no? Pues si nos gusta el temario, nos gustará leer libros sobre el tema.
Ampliaremos nuestros conocimientos y nos quitaremos mucho de tiempo de estudio (además de poder fardar en clase y obtener algún positivo extra en nuestras calificaciones). Si tenemos la costumbre de leer un ratito cada día, solo hay que sustituir la novela por los libros que nos hayan recomendado. Van a ser más interesantes de lo que pensamos.
Que la culpa no nos impida avanzar
A estas alturas, de nada sirve machacarse por lo mal que lo hicimos en el semestre pasado o por cómo hemos empezado este. Es el momento de ponerse a ello y cambiar de estrategia para mejorar nuestras calificaciones.
Si acumulamos malos pensamientos, podemos sentirnos bajos de ánimo y acabar con ganas de tirar la toalla. Es bueno que nos demos cuenta de los errores para que sepamos qué conductas debemos cambiar y para desarrollar una nueva estrategia, pero darle más vueltas al asunto solo sirve para hacernos daño. Nuestra actitud es tan importante como nuestro trabajo.
