Memorizar es, seguramente, la parte más tediosa de estudiar, pero puedes hacerlo más divertido y fácil con fichas de estudio.
Ya hablamos de la mnemotecnia, de los mapas mentales, del subrayado, los esquemas y otras muchas técnicas de estudio, pero ahora vamos a conocer otra forma práctica para memorizar: las fichas.
De fabricación casera
Lo aconsejable es que sean cartulinas pequeñas que podamos llevar con nosotros para repasar en cualquier momento. Podemos elegir si queremos hacerlas de distintos colores dependiendo de los temas o si las preferimos más discretas, pero hay que tener en cuenta que los códigos de color nos ayudan a establecer relaciones que potencian nuestra memoria visual.
En las fichas también podemos incluir dibujos y símbolos. El truco es que, en un golpe de vista sepamos toda la información que debemos extraer de ahí y cuantos más recursos visuales podamos poner que estimulen nuestra memoria, mucho mejor.
De cualquier manera, lo importante es que nos resulten cómodas para estudiar y que se lean bien.
¿Qué ponemos en las fichas?
No se trata de apuntar todo un tema en cartulinas, sino de escribir lo esencial que debamos recordar, por lo tanto, lo primero será hacer una buena lectura comprensiva del tema y un subrayado eficaz para que, una vez que tengamos claros los puntos importantes, podamos empezar con las fichas.
En ellas debemos apuntar fechas, fórmulas, palabras clave o similares que tengamos que retener.
También podemos usarlas para repasar un tema completo. De esa forma, solo tendremos que escribir en ellas aquellas «ideas llave» que puedan darnos el pie para que nosotros sepamos desarrollar el tema.
Para eso, las fichas deben tener un orden que nos guie a lo largo del tema, es decir, como una línea de puntos que, una vez unidos, conformará todo el dibujo en nuestra cabeza. Esto nos permitirá desarrollar un tema completo con tan solo cuatro o cinco ideas (fichas), ¿no es una forma genial de estudiar? Desde luego, nos van a ahorrar muchísimo tiempo de resúmenes y esquemas.
En cualquier momento y en cualquier lugar
Otra ventaja de esta técnica es que es transportable. Si andar por ahí con una pila gigante de folios y cuadernos no es lo que se dice cómodo, llevar unas cuantas tarjetitas en el bolsillo no molesta para nada. De esta manera, podremos ir estudiando mientras esperamos el autobús, hacemos la cola del súper o si, simplemente, si nos apetece estudiar un poco al aire libre para aprovechar el buen tiempo.
Éxito seguro
Varios estudios han demostrado que una de las técnicas más eficaces para aprender es hacerse autoexámenes, y las fichas son ideales, precisamente, para eso. No solo podemos usarlas para leer 500 veces esa fórmula que no nos entra, sino que son estupendas para poder hacernos preguntas a nosotros mismos o entre compañeros y convertir el estudio en algo mucho más ameno y eficaz.
Estudiar es muy duro, y cualquiera que diga lo contrario es que no se acuerda de lo que es enfrentarse a un mes de exámenes universitarios, pero está en nuestra mano hacerlo más llevadero y sacar más rendimiento a nuestro tiempo, por eso, probar con técnicas nuevas nos puede ayudar a descubrir otros caminos que nos faciliten el aprendizaje.
No esperes a los exámenes para probarlas ¡ya es hora de ir poniéndose las pilas!