¿Haces una lista de propósitos para inaugurar el año? Pues es importante incluir en ella nuestras metas académicas para que nos motiven a mejorar.
Con el inicio de un nuevo año, llegan las ganas de establecer propósitos que nos motiven a mejorar. Para los estudiantes universitarios, este es el momento perfecto para plantear metas académicas que nos ayuden a no perder la motivación, a tener unos objetivos claros y a crecer, tanto en lo personal como en lo profesional. Pero para que estos propósitos sean realmente útiles (traducción: para que no pasemos de ellos la semana que viene), es fundamental que sean claros, realistas y alcanzables.
Reflexionar sobre el año que dejamos atrás
Antes de definir nuestras metas, es importante detenernos a evaluar cómo fue nuestro trabajo y aprendizaje durante el último curso. ¿Qué hicimos bien? ¿En qué podemos mejorar? Tal vez nos pese esa tendencia a dejar todo para el último momento, o nos acordamos de esa asignatura que nos costó más de lo esperado, o pensamos que podríamos haber aprovechado mejor las tutorías. Identificar estos puntos nos permitirá establecer objetivos específicos que respondan a nuestras necesidades reales.
Fijar metas específicas y medibles
Un propósito genérico como «estudiar más» o «sacar mejores notas» puede ser difícil de cumplir porque no es concreto. En cambio, las metas más concretas y medibles nos ayudan a mantenernos enfocados. Por ejemplo:
- Dedicar al menos dos horas diarias al estudio.
- Subir la calificación de una asignatura al menos un punto en el próximo semestre.
- Finalizar un curso online relacionado con nuestra carrera antes de junio.
Cuanto más claras sean nuestras metas, más sencillo será avanzar hacia ellas.
Establecer prioridades
No todos los propósitos pueden tener la misma relevancia. Es importante identificar cuáles son nuestras prioridades y concentrarnos en ellas. Si estamos cerca de terminar nuestra carrera, quizás el objetivo principal sea avanzar con nuestro TFG o TFM. Si estamos en los primeros años, tal vez queramos enfocarnos en mejorar nuestros hábitos de estudio o explorar nuevas áreas de interés.
Dividir los objetivos en pasos pequeños
Un propósito grande puede parecer abrumador si no lo dividimos en etapas manejables. Por ejemplo, si nuestro objetivo es aprender un nuevo idioma, podemos empezar inscribiéndonos en un curso, luego practicar con aplicaciones móviles y finalmente buscar conversaciones con hablantes nativos. Desglosar los objetivos nos ayuda a mantenernos motivados y a medir nuestro progreso.
Incorporar el aprendizaje de habilidades prácticas
Además de objetivos relacionados directamente con nuestras asignaturas, es útil plantearnos propósitos que nos ayuden a desarrollar habilidades prácticas. Por ejemplo:
- Aprender a usar un software específico que sea útil para nuestra carrera.
- Participar en actividades de voluntariado que enriquezcan nuestro currículum.
- Crear un portafolio online con los proyectos que hemos realizado.
Estas metas no solo nos ayudarán en lo académico, sino que también fortalecerán nuestro perfil profesional para el futuro.
Mantener un equilibrio entre estudio y descanso
Uno de los propósitos más importantes debe ser cuidar nuestra salud mental y física. No podemos rendir al máximo si estamos agotados o estresados. Y tampoco vamos a estar bien si nos pasamos el día vagueando y luego hacemos todo a última hora. El equilibrio es la clave y, a veces, resulta muy difícil de conseguir. Por eso, es fundamental incluir el descanso y las actividades recreativas en nuestra planificación. Establecer horarios de estudio equilibrados, practicar deporte y dedicar tiempo a nuestras aficiones puede marcar una gran diferencia.
Revisar y ajustar nuestras metas
Es normal que nuestras circunstancias cambien a lo largo del semestre. Tal vez una asignatura resulte más complicada de lo que esperábamos o surja una oportunidad inesperada. Por eso, debemos ser flexibles y estar dispuestos a ajustar nuestras metas cuando sea necesario. Lo importante es mantenernos concentrados en el progreso, no en la perfección.
Usar herramientas que nos faciliten el camino
Hoy en día, tenemos a nuestra disposición muchas herramientas que pueden ayudarnos a cumplir nuestros propósitos académicos. Desde aplicaciones para gestionar el tiempo de estudio hasta plataformas que nos permiten mejorar nuestras competencias u otras como eTítulo, que facilita la validación de nuestros logros académicos para impulsar nuestra carrera profesional.
Celebrar cada pequeño logro
Finalmente, no debemos olvidar celebrar nuestros avances, por pequeños que sean. Cada paso que damos nos acerca a nuestras metas y refuerza nuestra motivación. Reconocer nuestro esfuerzo es clave para mantenernos comprometidos a lo largo del año.
Esperamos que este año que empieza, esté lleno de buenos propósitos y grandes triunfos para todos vosotros. Feliz 2025.