Los exámenes llegan y la mayoría estáis de los nervios recopilando apuntes ausentes y acosando a preguntas a los profesores. Para que el proceso sea más llevadero, aquí van cinco útiles consejos.
Ten todo listo
Nada puede ponernos más nerviosos antes de preparar un examen que el darnos cuenta a última hora de que nos falta algo. Estos días previos hay que sacar un rato para organizarse: repasa el temario y contrástalo con tus apuntes, pide lo que no tengas y coloca cada asignatura por orden de importancia o dificultad. Haz la compra o asegúrate de pedirle a quien la haga que compre todo lo imprescindible para comer y beber. Vas a necesitar subrayadores, Tipex, Post-it, folios, etc. ¿lo tienes todo? Perfecto, algo menos de lo que preocuparse.
Horarios
Empieza ya mismo a tener un horario regular y al menos 7 horas de sueño diarias. Vas a necesitar estar descansado para rendir, y las rutinas ayudan a reducir el estrés. No es momento para beber ni para cometer ningún otro exceso que nos haga perder días por estar cansados o con resaca, las fiestas se deben ir aplazando para celebrar las buenas notas que saquemos. Llevar un buen horario nos ayudará a centrarnos y a evitar las distracciones, lo que sin duda nos tranquilizará.
Ejercicio
Lo hemos dicho muchas veces y lo seguiremos diciendo, mens sana in corpore sano, nada relaja más ni deja la mente tan despejada como hacer ejercicio físico. Si estamos nerviosos por lo que nos toca afrontar, lo más eficaz será que incluyamos el deporte en nuestra rutina diaria. Incluso en los descansos que hacemos mientras estudiamos podemos salir a correr 15 minutos. A la vuelta tendremos menos estrés y nos concentraremos mejor. Aprovecha estos días para practicar tu deporte favorito y así tus ratos de ocio también te serán provechosos para los exámenes.
Meditación
Tampoco hace falta pasarse el día haciendo saludos al sol y diciendo om, pero si dedicamos unos minutos al día a imaginar algo que nos resulte tranquilizador y procuramos respirar lenta y profundamente, nos sentiremos mejor. De hecho, es importante visualizarnos frente al examen con ese estado de ánimo que nos aporta la meditación para que cuando llegue el momento podamos evocar la sensación y relajarnos. Nuestra mente también necesita un descanso de vez en cuando, no lo olvides.
Técnicas variados
Estudiar para los exámenes es muy estresante. Sobre todo si lo hemos dejado todo para el último momento. Si además nos cuesta concentrarnos porque estudiar nos resulta tedioso, nos pondremos cada vez más nerviosos. Usa técnicas de estudio variadas para que te resulte más ameno y estimulante. Puedes hacer lecturas comprensivas y subrayados, mapas mentales, fichas, autoexámenes, estudiar en grupo, usar reglas mnemotécnicas… En fin, que no tengas miedo a variar y probar cosas nuevas, es probable que estos días se te pasen más rápido y mejor de lo que pensabas.
¡¡¡Mucha, muchísima suerte a tod@s!!!
Muy buenas formas para reducir el estrés. Muchas gracias por la información, saludos