La biblioteca universitaria no es un edificio destinado a acumular libros polvorientos. Os contamos cómo aprovechar sus servicios y sacarle el máximo partido.
La biblioteca universitaria, ¡esa gran desconocida!
Puede que, a simple vista, la biblioteca universitaria parezca un lugar aburrido cuya única utilidad sean las salas de estudio para hacer trabajos en grupo y el lugar silencioso que brinda para preparar los exámenes, pero nada más lejos de la realidad. Tenemos a nuestro alcance un tesoro oculto repleto de recursos que nos ayudarán a triunfar en nuestros estudios y a descubrir cosas increíbles que nos harán amar nuestra carrera y que inspirarán nuestros mejores trabajos. Sacarse el eTítulo usando los recursos de la biblioteca será más sencillo y más ameno. Merece la pena probar.
Para conocer todo lo que la biblioteca universitaria puede ofrecernos, lo primero que podemos hacer es visitar su página web y familiarizarnos con ella. Pronto veremos que hay mucho más que libros y salas de estudio. De hecho, una vez que usemos las bases de datos para hacer trabajos, ya no podremos hacer ninguno más sin consultarlas, al igual que pasará con las revistas digitales que ponen a nuestro alcance y la gran cantidad de libros electrónicos.
La llave maestra: el carné de la biblioteca
No vamos a poder sacarle todo el partido a la biblioteca si no solicitamos el carné. A pesar de que con solo nuestro DNI ya podemos hacer uso de algunas instalaciones, si queremos sacarle provecho de verdad a la biblioteca debemos solicitar el carné. Con él, podremos sacar libros en préstamo, solicitar libros que no estén para que los traigan, aprovechar todos los recursos online, alquilar las salas de estudio, etc. Vamos, que sin carné no hay alegría, así que ¡a sacárselo todo el mundo!
¿Libro electrónico o en papel?
No hay que descartar ninguna de las opciones. Los libros en papel son más agradables de leer porque intervienen más sentidos (como el tacto o el olfato) y cansan mucho menos la vista si tenemos una buena iluminación.
Los libros electrónicos son perfectos para hacer búsquedas rápidas y copiar y pegar citas sin tener que estar transcribiendo.
Lo ideal es que las novelas o ensayos que queramos leer completos los busquemos en papel y aquellos que son para consulta los leamos en formato electrónico.
En las bibliotecas universitarias tienen de los dos. Incluso el mismo libro en ambos formatos, lo que es estupendo si hemos leído algo en papel y luego queremos extraer cualquier cosa que nos sirva para un trabajo o si hemos consultado una parte del contenido de un libro en digital y hemos descubierto que nos interesa leer el resto.
Los infravalorados conocimientos del personal de la biblioteca
Muchas veces nos resistimos a pedir ayuda al personal, pero ellos son los guardianes de todo ese conocimiento y, aunque hay algunos tan amistosos como Cancerbero, lo normal es toparnos con personas amables, sabias y dispuestas a colaborar y desentrañarnos todos los mágicos secretos que atesoran.
Tener un aliado dentro del personal de la biblioteca es mejor que sacar una matrícula, sobre todo porque, con su ayuda, sacaremos muchas más.
Momentos de inspiración
Todos los estudiantes nos hemos visto en esa horrible situación de falta de ideas. Tenemos que hacer un trabajo importante o, directamente, El Trabajo Más Importante (mundialmente conocido como TFG) y no tenemos noción de sobre qué hacerlo. Ninguna idea se nos ocurre, y cuando por fin surge algo, no nos motiva en absoluto.
Pues bien, cuando sentimos esa falta de inspiración, es el momento de dar un paseo por la biblioteca. Y no solo limitándonos a las secciones que contienen nuestras áreas de estudio, sino que también conviene darse un paseo por otras secciones que seguro que nos permitirán descubrir material interesante que pueda ampliar nuestros horizontes.
La biblioteca crea comunidad
Porque entre sus usuarios solemos conocer a personas interesantes con las que conectar y porque la biblioteca organiza actividades y eventos que no debemos perdernos, como charlas útiles, presentaciones interesantes o talleres que nos ayuden a mejorar nuestras habilidades.
¡Quién sabe, quizás entre esos pasillos llenos de libros encontremos a nuestro próximo compañero de estudio o incluso a un futuro colega de trabajo!
FOMO de biblioteca
El único FOMO sano que hay: el no querer perderse nada de lo que la biblioteca nos ofrece. Si nos suscribimos a sus boletines informativos y seguimos sus redes sociales, vamos a estar al día de todos sus eventos, las nuevas adquisiciones y los recursos disponibles.
Si nos acostumbramos a hacer uso de lo que la biblioteca nos ofrece, no solo subirán nuestras notas y aumentarán nuestros conocimientos, es que también vamos a disfrutar mucho más de nuestra carrera.
Dadle una oportunidad, la biblioteca os va a sorprender casi tanto como que, estando ahí, no la hubierais aprovechado antes.