Se acabó olvidarlo todo al terminar un examen. Con la técnica del aprendizaje espaciado conseguiremos que lo que estudiamos se nos quede para siempre.
¿Cómo estudiamos?
El aprendizaje es el proceso por el cual el cerebro adquiere conocimientos. Y la memoria a largo plazo es la responsable de que esos conocimientos se fijen y podamos recuperarlos más adelante.
Cuando estudiamos para un examen solemos atiborrar a nuestro cerebro de información durante un breve espacio de tiempo; es raro el estudiante universitario que no se encierra en casa en época de exámenes a pegarse un atracón de estudiar. Pero esta fórmula, aunque funcione para aprobar exámenes, desgraciadamente no funciona para aprender.
Con la cantidad de información relevante que se maneja en cualquier grado universitario, optimizar el proceso de estudio y aprendizaje es esencial si en el futuro (cuando ya tengamos nuestro eTítulo y empecemos a trabajar) queremos ser buenos profesionales con un vasto conocimiento en nuestro campo.
Para optimizar ese proceso de estudio y mejorar la cantidad de conocimientos que adquirimos y retenemos a largo plazo la mejor técnica de estudio que podemos usar es el aprendizaje espaciado.
Orígenes y fundamentos del aprendizaje espaciado
El aprendizaje espaciado, también conocido como «distribución de prácticas», se basa en una observación sencilla pero poderosa: las personas tienden a retener información de manera más efectiva cuando estudian en múltiples sesiones cortas y separadas en el tiempo, en lugar de una sola y larga jornada.
La idea detrás de esta técnica no es nueva. De hecho, fue observada y documentada ya en el siglo XIX por psicólogos como Hermann Ebbinghaus (estudioso de la memoria y primera persona en documentar la «curva del olvido»). Sus experimentos demostraron que la repetición espaciada en el tiempo aumenta la retención de la información a largo plazo.
¿Por qué funciona el aprendizaje espaciado?
La razón principal del éxito de esta técnica de estudio su interacción con la memoria. Al dividir el estudio en sesiones separadas, se da la oportunidad al cerebro de consolidar y almacenar la información, permitiendo así que se traslade de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
Además, cada vez que se accede a la información después de un intervalo de tiempo, el cerebro debe esforzarse un poco más para recuperarla. Este esfuerzo fortalece las conexiones neuronales, haciendo que la información sea más fácil de recordar en el futuro.
Aplicación práctica: pasos para implementar el aprendizaje espaciado
Planificación: Esta técnica de estudio no va a poder aplicarse si no tenemos disciplina y una buena planificación. Es esencial tener un plan de estudio que permita distribuir las sesiones de aprendizaje. En lugar de maratones de estudio la noche anterior a un examen, se debe dividir el contenido en bloques y distribuirlo a lo largo de varias semanas o incluso meses.
Consolidación: Hay que darle tiempo al cerebro para asimilar la información. Tras una sesión de estudio se debe hacer una pausa, ya sea para descansar o para cambiar a otro tipo de actividad. Esto ayuda a la consolidación y retención de lo aprendido.
Revisión: A intervalos regulares, se debe revisar el material previamente estudiado. Al hacerlo, se refresca la memoria y se fija la información en la mente. Las pausas deben ser de horas, días, semanas y meses y, por eso, es tan importante llevar una buena metodología en el estudio. Aprenderemos conceptos nuevos que iremos relacionando con los anteriores en estas revisiones.
Herramientas tecnológicas al servicio del aprendizaje espaciado
Gracias a la tecnología, implementar esta técnica es más fácil que nunca. Aplicaciones para crear tarjetas de estudio como Anki o Quizlet incluyen algoritmos que determinan el mejor momento para revisar cada tarjeta y así optimizar el proceso de aprendizaje.
Beneficios del aprendizaje espaciado
Retención a largo plazo: Como hemos dicho, esta técnica mejora la memoria a largo plazo. Es ideal para materias y conceptos que serán esenciales en nuestra vida profesional o académica en el futuro.
Disminución del estrés: Al distribuir el estudio en múltiples sesiones se reduce la ansiedad y el estrés asociados con los maratones de última hora.
Mayor comprensión: Como aumenta el tiempo entre sesiones, se da la oportunidad de reflexionar sobre la información, relacionarla con otros conocimientos y así lograr una comprensión más profunda.
Consideraciones finales
El aprendizaje espaciado no es un truco mágico; requiere disciplina, planificación y compromiso. Sin embargo, cuando implementamos esta técnica en nuestras rutinas podremos mejorar significativamente la retención de la información y el desempeño académico.
Con los avances en neurociencia y tecnología, las técnicas de estudio seguirán evolucionando. Sin embargo, principios básicos como el aprendizaje espaciado, con su sólido respaldo empírico, seguirán siendo esenciales en cualquier proceso de aprendizaje.