Cerco a las novatadas

Cerco a las novatadas

Universidades y colegios mayores de toda España se unen este año para luchar contra esta práctica vejatoria.

Obligar a alguien a beber alcohol a través de un embudo hasta caer redondo, usarlo de cenicero, ducharlo (vestido o desnudo) con agua fría mientras otros miran, ríen y jalean, hacer que limpie el suelo con la lengua, encerrarlo en un armario… Humillaciones, insultos y sadismo amparados bajo los seudónimos de «bromas inocentes», «tradición», «ritos de iniciación», «diversión», en definitiva: novatadas.

Las universidades se unen contra las novatadas

Quizá pensemos que no es para tanto, que es solo un juego, que no hay que exagerar. No piensan lo mismo los 125 colegios mayores que este año se han unido para combatir estas prácticas a través de un documento que se publicó al inicio del curso y que, entre otras cosas, habla de «importantes secuelas psicológicas» para las víctimas de este tipo de vejaciones.

Costumbres que nos degradan

En nuestro país, el rito de las novatadas se practica desde la Edad Media, y precisamente amparándose en eso muchos las defienden y participan en ellas llenándose la boca con el orgullo de la tradición.

Pero ojo, también era tradición en Zamora, hasta su prohibición en 2002, tirar a una cabra desde un campanario y en China, vendar los pies de las mujeres se prohibió a principios del siglo XX.  Con lo cual es fácil deducir que tradición no siempre es sinónimo de buenas costumbres que mantener cueste lo que cueste, sino que muchas veces es sinónimo de excusa para cometer atrocidades durante siglos.

Soluciones

A pesar de que la ley actual poco puede hacer contra las novatadas, la mayoría de universidades y colegios mayores sí tienen por norma expulsar inmediatamente (dependiendo de la gravedad de la novatada, la expulsión puede ser de cuatro días o para siempre) a los artífices y participantes de estos ritos de iniciación, pero se encuentran con el problema de que son muy pocos los que denuncian por miedo al rechazo de sus compañeros y a la exclusión social.

La solución, según el profesorado, pasa por tratar de que haya una mayor concienciación, por endurecer las sanciones y por buscar más colaboración del alumnado, de los padres y de los propios profesores para que la ley del silencio que envuelve estas prácticas se termine de una vez.

¿Por qué no se denuncia?

En una entrevista en ABC, un joven comenta que a aquellos que no participaban en las novatadas se les llamaba «traidores» y «les hacían la vida imposible».

La vicerrectora de Docencia y Estudiantes de la Universidad de Valladolid, Rocío Anguita, comenta que las novatadas se enmarcan en un «contexto de silencio y clandestinidad. Existe una ley del silencio entre los colegiales sobre ellas y apenas hay denuncias, porque hay miedo por parte de los que las sufren a ser excluidos y marginados».

¿Cómo denunciar?

Desde la organización No Más Novatadas , con la que se puede contactar fácilmente para que nos asesoren tanto si hemos sufrido este tipo de acoso como si somos testigos de ello, nos sugieren dos vías de actuación para las denuncias oficiales:

La primera es poner una denuncia administrativa ante el Vicerrectorado de Estudiantes y acudir al Defensor del Universitario. Las sanciones para los agresores con este tipo de denuncias son solo de tipo administrativo: expulsión del colegio mayor, expediente o expulsión de la universidad o retirada de becas en caso de que se hayan concedido.

La segunda vía es la judicial, en la que es necesario presentar una denuncia en el Juzgado de Guardia correspondiente o en la Policía Nacional.

Según la asociación, en ambos casos «el problema es que hay que aportar nombres o pistas sobre los autores y, posiblemente, algún testigo. No vale una denuncia en ‘abstracto’».

Antonio Almendros, coordinador de Colegios Mayores y Residencias Universitarias de Estudiantes de la Universidad de Granada, explica que hay un acuerdo sólido para apoyar incondicionalmente a los alumnos que denuncien haber sufrido algún abuso: «Van a tener nuestro apoyo (el de las direcciones de los centros) al cien por cien», subraya.

Calzarse otros zapatos

Hay una característica que muy pocas especies animales poseen y la nuestra es una de esas pocas afortunadas: la empatía. La capacidad para ponernos en el lugar del otro, de sentir lo que él siente. Muchos de los problemas que enferman nuestra sociedad son causa directa de no usar esta habilidad que la evolución nos ha dado. Debemos preguntarnos más a menudo: ¿qué sentiría yo en su lugar?, ¿qué sentiría si me forzaran a desnudarme delante de toda mi clase?

Quizá esta sea la única forma de que, finalmente, podamos erradicar las novatadas: que de una vez por todas nos dejemos de excusas y pensemos que aquello de no hacer a otros lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros, está bien, pero que tampoco se debe hacer a otros aquello que no les gustaría que les hicieran.

2 thoughts on “Cerco a las novatadas

  1. Pingback:NOTICIA REPORTAJEADA, Ricardo Baloira Armas | EN EL PUNTO DE MIRA

  2. ANTONIO CANO CANO

    Hola.
    Las novatadas a mi me han creado un problema añadido. Ademas del trauma físico y psiquico quue ha sufrido mi hija,, tras sacarla de ese infierno en que se ha convertido el Colegio Mayor Guadalupe en Madrid en el que solamente estuvo tres dias, el ¿señor?Director de ese «colegio», me niega la devolución de la cantidad que les ingresé en concepto de reserva de plaza.

    Que hago?

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