Estudiar con imágenes nos permite asociar conceptos complejos con representaciones visuales sencillas y sacar unas notas brutales en los exámenes.
La utilidad de la asociación visual
Todos entendemos que, si estamos estudiando, por ejemplo, los huesos del cuerpo humano, es lógico que lo hagamos ayudándonos de imágenes que nos permitirán identificarlos y no memorizando una lista sin más de 206 elementos. Sin embargo, cuando estamos estudiando conceptos más amplios o abstractos, rara vez nos ayudamos de la memoria visual y es un error.
Cuando asociamos una imagen a un contenido, nos va a ser más fácil tanto recordarlo como recuperar el recuerdo después. Entonces, ¿por qué no lo hacemos más? Pues eso mismo nos estábamos preguntando en eTítulo. ¡Pongámosle remedio!
Ventajas de estudiar con imágenes
- Retención mejorada: Las imágenes se recuerdan con más facilidad que un texto solo básicamente porque el cerebro tiene ese lenguaje. Si intentamos pensar en un lobo ¿qué aparece en nuestra mente? ¿La palabra lobo o el típico lobo en medio de un paisaje montañoso? Y ahora, pensemos en un concepto abstracto, ¿qué es lo que «vemos» cuando pensamos en la palabra revolución? ¿A que tampoco son letras?
Nuestro cerebro crea o registra imágenes que asocia a determinados conceptos y, si aprovechamos este hecho para facilitarnos el estudio, tardaremos menos en retener la información y la mantendremos en nuestra memoria a largo plazo.
- Recuperación rápida: Si hemos asociado una imagen a una parte del temario, cuando llegue el momento del examen, podremos recordar la información más fácilmente al evocar las imágenes asociadas. Cuanto más impactante sea la imagen o más vivida y fuerte sea esa asociación, más sencillo será recuperarla en nuestra memoria.
Hay personas con más memoria visual que otras, pero si somos realmente malos en eso, tampoco será un problema. Si nos cuesta mucho evocar las imágenes, solo tenemos que asociar cada punto relevante del texto a una imagen que podamos tener a la vista durante el examen. Al estudiar con imágenes debemos crear asociaciones que nuestra mente considere lógicas, pero siempre podemos buscársela nosotros. Veamos un ejemplo:
Imaginemos que en el temario hay un punto que habla sobre la Primera Guerra Mundial, que, como todos sabemos, comenzó en el año 1914. A partir de ahí, debemos recordar una serie de eventos para contestar bien al examen. Una manera de asociar lo que debamos recordar a una imagen accesible sería hacerle una foto a nuestro reloj a las 19:14, imprimirla y estudiar el apartado de la Primera Guerra Mundial asociándolo visualmente a esa imagen. Al entrar en el examen, solo tenemos que poner el reloj en hora y mirarlo cuando lo necesitemos.
- Creatividad estimulada: Estudiar con imágenes fomenta la creatividad al permitirnos crear representaciones visuales únicas para cada concepto. No hay que tener miedo a ponerse muy creativo ni a experimentar con diferentes imágenes para cada tema de estudio. Cuanto más «nuestra» sea la asociación, más grabada se nos quedará en la memoria.
- Comprensión profunda: Al asociar conceptos abstractos con imágenes concretas, podremos desarrollar una comprensión más profunda de la materia, porque nos va a permitir conectar los conceptos entre sí y construir una base sólida de conocimiento.
Cómo implementar la técnica de estudiar con imágenes
- Elegir imágenes significativas: No vale ir con prisa. Hay que dedicar tiempo a seleccionar imágenes que sean relevantes y significativas para nosotros. Cuanto más personal sea la asociación, más efectiva será la técnica.
- Crear asociaciones vívidas: Si no pueden ser imágenes que sean relevantes a nivel personal, lo que sí debemos hacer es asegurarnos de que las imágenes elegidas sean visualmente impactantes y fáciles de recordar. Cuanto más vívidas sean, mejor.
- Organizar el material de estudio: Utilizar herramientas digitales o físicas para organizar las imágenes y asociaciones nos ayudará a acceder fácilmente a la información cuando la necesitemos y a mantener un seguimiento claro de nuestros progresos. El caos no ayuda al estudio.
- Practicar regularmente: La práctica constante es clave para dominar esta técnica y que cada vez nos suponga un tiempo y esfuerzo menor. Si nos acostumbramos a estudiar con imágenes en muy poco tiempo veremos como mejora nuestra capacidad para retener y recuperar información.
Estudiar con imágenes es una técnica de estudio poderosa que puede transformar nuestra experiencia de aprendizaje, reducir el tiempo de estudio y hacer que nuestras notas despeguen. Así que la próxima vez que te encuentres estudiando, ¡no te olvides de darles una oportunidad a las imágenes!