Técnicas de estudio: la mnemotecnia

Conseguir que memorizar sea fácil y divertido está chupado.

Técnicas que ayudan

Memorizar es quizá una de las tareas más arduas del estudiante. Resulta terriblemente aburrido y poco satisfactorio encontrarse ante una lista de palabras o de fórmulas y tener que repetirlas como un loro. La buena noticia es que aplicando algunas simples reglas mnemotécnicas, no solo nos resultará mucho más sencillo, sino además bastante más ameno.

Asociación de ideas

Una de las técnicas consiste en eso, en asociar. Por ejemplo, si tenemos una lista de palabras que aprender, podemos crear algún tipo de historia que nos las recuerde de forma ordenada:

Elefante

Coche

Casa

Jardín

Periódico

El elefante condujo su coche demasiado rápido. Tenía prisa por llegar a casa, tumbarse en la hamaca del jardín y leer el periódico tranquilamente.

Si creamos una historieta absurda (cuanto más absurda mejor), recordaremos fácilmente listados sencillos de palabras.

Creatividad al poder

Otra fórmula para listados algo más complejos o más largos, consiste en inventar una historia para cada palabra en la que además se introduzca la siguiente, de modo que el orden nos quede bien claro cuando después tengamos que enumerar la lista de memoria:

Elefante: El elefante azul era la estrella indiscutible de un pequeño circo ambulante que recorría los pueblecitos más recónditos del país. Pero no era feliz. Añoraba su hogar y odiaba terriblemente viajar en el desvencijado coche de su cuidador. Siempre se mareaba y acababa vomitando los cacahuetes que conseguía durante el espectáculo.

Coche: Mi madre se ha vuelto loca. La tía se ha comprado un coche de carreras de color rojo charol y con un alerón trasero en el que se podría servir una mesa para cuatro comensales. Lo más increíble es que se ha gastado todos los ahorros que tenía y ha hipotecado la casa familiar. «No me importa la casa», me dijo ayer durante la cena que servimos en el alerón, «si la quiere el banco que se la quede, yo soy feliz con mi coche».

Casa…

Otra técnica consiste en crear palabras o frases con las iniciales de los conceptos que tengamos que aprender, por ejemplo:

Si tuviéramos que aprender estos países: GUatemala, SAlvador, NIcaragua y COsta Rica, formaríamos la palabra gusanico.

De oído

La memoria auditiva ayuda muchísimo al aprendizaje, por eso nos resulta más fácil aprender canciones que la tabla periódica. Si nos sentimos creativos, pongámosle música a nuestra lección. Quizá nos veamos un poco ridículos entonando la melodía del «Barquito chiquitito» mientras recitamos los países que pertenecen a la Unión Europea, pero dejando a un lado la dignidad, se nos quedará en la cabeza mucho más rápido y por más tiempo.

Para los que descartan de plano el ponerse a cantar, también puede ser de ayuda grabarse diciendo la lección en voz alta y escucharse después mientras conducen, cocinan o se duchan.

Que quede claro

Para que esto salga bien, que saldrá, lo más importante es que entendamos que debemos crear imágenes mentales tan disparatadas, canciones tan pegadizas o palabras tan ridículas, que nos sea imposible olvidarlas. No vamos a retener algo que no nos llame la atención, lo que se nos va a quedar grabado a fuego en la cabeza es aquello que nuestro cerebro identifique como la cosa más extraña y demencial en la que ha tenido que pensar alguna vez. Y además, crear este tipo de imágenes, de juegos de palabras o de canciones potenciará nuestra creatividad y nos hará mucho más entretenido y eficaz el tiempo de estudio.