A los detractores de San Valentín

14 Feb 2016
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A los detractores de San Valentín

Quizá San Valentín te produzca urticaria o diabetes prematura por tanta horterada, pero si quieres pasar este día tratando de no amargarte, lee esto y míralo desde otro punto de vista.

San Valentín

 

Te guste o no, estamos en San Valentín y te vas a hartar de ver corazones, cupidos rechonchos, cajas de bombones, ramos de rosas y dedicatorias empalagosas en redes sociales. Si todas estas cosas te resultan una horterada insufrible, aguanta, ya termina. Pero antes, veamos si quizá se nos está escapando algo importante.

El capitalismo y el amor

Mucha gente piensa que este día es el día del amor al consumismo, a las grandes superficies y al “borreguismo” de la mayoría haciendo lo que se supone que hay que hacer en un día como hoy, pero lo cierto es que la celebración de San Valentín es muy anterior a cualquier concepto capitalista al que nos queramos acoger. La celebración de esta fiesta data del año 498 y damos fe de que entonces no existía El Corte Inglés. Todo depende de cómo la enfoques y cómo la quieras celebrar. Puedes aceptar las sugerencias hollywoodienses o puedes hacer lo que te dé la gana, porque se trata de celebrar el amor y eso lo puedes hacer como tú quieras.

La pareja tradicional

Otra crítica fundada a San Valentín es que celebra una idea de amor tradicional, eterno, heterosexual, patriarcal… Sí, no es discutible que esa es precisamente la imagen que envuelve toda esta fiesta, pero como decíamos, se trata de celebrar el amor y si algo hemos aprendido en todos estos siglos (aunque sea muy poco a poco), es que los sentimientos no dependen de normas preestablecidas ni de dogmas para existir, solo existen. Puede que creas que participar de esta celebración es apoyar ese estereotipo, pero lo cierto es que participar en ella y enfocarla de otra manera es la única forma de cambiarla, porque el amor no tiene por qué ser para siempre, ni tiene que ser entre un hombre y una mujer y ni siquiera tiene que ser romántico. Puedes celebrar el amor a tus amigos, a tu familia, a tus mascotas, a la música, a la literatura, al cine, a tu profesor de informática, a la pizza o a los spas. Solo depende de ti y de lo que quieras festejar.

Al meollo

Se trata de celebrar que el amor es sin duda el sentimiento más maravilloso que posee nuestra especie. Amar siempre es positivo para el que ama, independientemente de quien sea el receptor de tal sentimiento, porque esa capacidad nos conecta con otros seres, nos hace mejores personas, nos vuelve generosos, potencia nuestra empatía…

Si lo pensamos bien, del amor nacen las capacidades humanas más valiosas: la solidaridad (cuando amamos al prójimo), la ternura, la pasión (que nos lleva a entregarnos a aquello que nos gusta o a nuestras ideas), la dedicación (a nuestros estudios, por ejemplo), la diversión (cuando amamos las experiencias que vivimos), la ecología (cuando amamos la naturaleza), el respeto (porque si de verdad amas a alguien, lo tratas con respeto y te preocupas de su bienestar) y un largo etcétera. La cuestión es que odiar San Valentín también es una pose. Podemos odiar la parafernalia kitsch que lo acompaña, pero nunca lo que representa y, si hay celebraciones para todo, si somos capaces de festejar el día de la tortilla o el día de los Santos Inocentes, no celebrar el amor sería ridículo.

¡Feliz día del amor a tod@s!

Escrito por  Webmaster

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