Una vez terminado el grado universitario, la mayoría de estudiantes se decantan por hacer un máster, pero ¿cómo hacer para elegir el que más conviene?
El 60% de los graduados opta por hacer un máster al terminar el grado. La situación laboral de nuestro país aumenta la competitividad y obliga a que ampliemos nuestra formación para poder ser tenidos en cuenta a la hora de encontrar un trabajo, por eso es muy importante que sepamos elegir qué máster nos conviene más.
¿Qué me gustaría hacer?
Lo primero que uno debe preguntarse es eso, qué quiero hacer, a qué me quiero dedicar y cuáles son mis puntos fuertes. Es bonito soñar con ser astronauta, pero si la física se me da fatal y he estudiado Historia del Arte, lo suyo es poner los pies en la tierra y elegir algo útil y que realmente se nos vaya a dar bien. Cuando sepamos esto, tendremos que pensar si nuestro máster debe servir para especializarnos en algún tema concreto de nuestra carrera o si debe ser algo complementario que no hayamos visto durante el grado. Teniendo en cuenta la profesión a la que aspiramos, debemos ver qué conocimientos podrían sernos útiles para desarrollarla.
Trabajo de investigación
Una vez resuelta la parte filosófica del asunto, vamos a lo práctico: ¿dónde lo hago? Para resolver esta cuestión hay que trazar dos planes, el primero es el ideal, es decir, a lo que aspiro. El máster que quiero hacer en el país que quiero hacerlo, en la institución que más me gusta, etc. El segundo plan, el plan B por si el primero falla, es el realista, la otra opción por si no tengo posibilidad de desplazarme, me deniegan la beca o cualquier otra circunstancia que me impida llevar a cabo mi plan ideal.
Lo que necesito comprobar
Para elegir la institución en la que vamos a hacer el máster debemos tener en cuenta una serie de factores:
1-Los docentes: Es muy importante tener buenos profesores que aporten un valor añadido al máster, por eso debemos consultar quiénes impartirán las materias y qué aportaciones hacen a la sociedad a través de sus estudios y publicaciones.
2-La calidad o el prestigio del centro educativo: Podemos consultar en los rankings oficiales o revisar foros de empresas relacionadas o de antiguos alumnos. Está claro que para nuestro currículo no será igual tener un máster en Harvard que en la universidad de mi pueblo.
3-Prácticas: Es esencial que el máster tenga un buen programa de prácticas, ya que un máster debe preparar para el mundo laboral de forma mucho más realista que el grado.
4-Atención al programa: No hay que dejarse engañar por un título carismático, hay que estudiar el programa exhaustivamente para saber si lo que se oferta nos interesa realmente, si repite los contenidos que ya hemos estudiado en el grado o si profundiza suficientemente en las materias.