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Si te has pasado el verano vagueando y ahora te das cuenta de que te quedan diez días para preparar los exámenes, sigue estos consejos.
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1. Ponte ya
Asume que el verano se acabó. Si no te has planificado bien y ahora te toca pegarte el atracón, es lo que hay. Has tenido dos meses para disfrutar a tu bola y ahora tienes que preparar los exámenes, así que deja de procrastinar y empieza hoy mismo; mañana puede ser tarde.
2. Dedica unas horas a organizarte
Antes de nada, lo más importante es que organices bien todo lo que tienes que estudiar. Dedica un rato a separar cada asignatura, a comprobar que no te faltan apuntes, a ver la extensión y dificultad de cada tema y a conseguir las ayudas externas que vayas a necesitar (manuales, páginas web, etc.) para que luego no pierdas tiempo haciéndolo. Se trata de tener una visión realista y completa de lo que vas a tener que estudiar para que puedas administrar bien tu tiempo y aprobar los exámenes.
3. Separa el grano de la paja
Debes diferenciar entre lo importante y lo accesorio. Si hubieras estudiado un poquito cada día durante las vacaciones, podrías haberte puesto exquisito y haber ampliado los contenidos para sacar matrícula, pero ahora lo que toca es ser prácticos y ver qué es lo esencial y qué podemos dejarnos en el tintero. El tiempo apremia.
4. Pon un calendario en tu vida
Y ponlo en la pared de tu cuarto para que veas todos los días cuáles son las fechas de los exámenes y cuánto tiempo te queda para preparar cada asignatura. No es para deprimirte, sino para que no te despistes porque ya sabemos que, a veces, pecamos de optimistas y creemos que de aquí al uno de septiembre aún falta un milenio.
5. Usa técnicas de estudio más eficientes
A estas alturas del verano, leer todo el temario 20 veces y transcribirlo en varios colores de bolígrafo es una pérdida absoluta de tiempo. Ahora hay que hacer una buena lectura comprensiva y después usar las técnicas que nos hagan memorizar lo más rápido posible: Los autotest, los mapas mentales, las fichas de estudio, la mnemotecnia, recitar en voz alta, resúmenes, esquemas y el estudio en grupo serán nuestros mejores aliados para este sprint final.
6. Haz descansos
Sí, a estas alturas y sobre todo si te dejaste muchas asignaturas para septiembre, como que pensar en descansar no es algo que en los momentos de estrés se nos pase por la cabeza, pero vas a necesitar hacerlo si no quieres llegar al examen con la mente hecha un lío. Dormir tus ocho horas diarias y hacer descansos durante el estudio va a ser esencial para que puedas poner algo más que tu nombre en el examen. Lo más recomendable es que hagas un descanso corto, de unos diez o quince minutos cada hora de estudio y que luego hagas un descanso de una hora cada cuatro. Al principio no nos vemos cansados y tendemos a seguir sin descansar, pero luego, según pasan las horas, cada vez estamos peor. Recuerda que se trata de rendir, no de suicidarse.
7. Decora tus paredes
Cuelga a la vista todos tus esquemas, reglas mnemotécnicas, dibujos y mapas mentales para que los veas fácilmente y en cualquier momento. Usa colores llamativos para diferenciarlos y para potenciar tu memoria visual.
8. Empieza por lo peor
Recuerda que el momento del día en el que somos más productivos es el que transcurre en las dos horas posteriores a despertar por la mañana, así que aprovecha ese momento para estudiar lo que te resulte más complejo o más pesado. Deja las asignaturas más fáciles para el final, cuando ya estés cansado y tu concentración haya disminuido.
9. Controla el estrés
Un poco de tensión facilita la concentración, pero si el nivel de estrés aumenta, puede ser catastrófico porque nos paraliza y hace que no retengamos lo que estudiamos. Controla el estrés, si se vuelve excesivo, alejando los pensamientos negativos, usando técnicas de relajación y haciendo algo de deporte diario. Ya verás como tus resultados mejoran.
10. Sé realista
Estamos a 20 de agosto. Si tienes una o dos asignaturas pendientes, aún tienes tiempo de sacarlas con buena nota, pero si te has dejado cinco o seis, olvídate de estudiártelo todo y ve a lo importante. A estas alturas y con tanta materia se trata de aprobar todo lo que se pueda, no de salir en el cuadro de honor de los más empollones. Busca lo esencial, pregunta qué cayó en el examen de junio para que veas qué tipo de preguntas pueden caer y ve a saco a resumir lo importante. Estudia pensando en el tipo de examen: si es tipo test, si te dejan consultar algún libro, si es de desarrollo…; se trata de ser prácticos, así que descarta aquellas cosas que objetivamente no te va a dar tiempo a aprender y memoriza lo esencial. Ojalá la lotería esté de tu parte, pero si no, tampoco es el fin del mundo, el año que viene te la quitas y de aquí a que consigas tu eTítulo ya ni te acordarás de lo mal que lo pasaste en agosto de 2017.
¡¡Mucho ánimo y a por todas!!
