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Llega septiembre y nos hacemos un montón de propósitos de nuevo curso que abandonamos nada más empezar. Te contamos cuáles no puedes olvidar de ninguna manera.
Asistir a clase
Reserva las pellas para los días verdaderamente especiales y deja de perder clases por pura desidia. Cuando te enfrentes a los exámenes, haber asistido a clase te va a ahorrar un cincuenta por ciento del trabajo y además sabrás diferenciar mejor lo importante de lo accesorio. En clase se aprende, se ve a qué da más importancia el profesor y se van reteniendo en la memoria partes importantes del temario. Además, que tu cara les suene a los docentes será siempre un punto o dos a tu favor si haces algún examen flojo.
Tomar tus propios apuntes y llevarlos al día
Escribe a mano. Aprovecha ahora para comprarte un buen cuaderno y un par de bolígrafos nuevos y deja el portátil en casa. Escribir a mano te ayudará a memorizar mejor y te quitará también tiempo de estudio. Si te acostumbras a pasar los apuntes a limpio cada día al volver a casa en vez de dejar que se acumulen, estudiar después será simplemente hacer un repaso fácil. Todo es ponerse y crearse una rutina: al principio cuesta más, pero luego lo harás de forma automática.
Ir a conferencias
Asistir a charlas y conferencias va a ampliar tus conocimientos en las materias que sean de tu interés, además de demostrar tu implicación y tus ganas ante los profesores (que siempre agradecen que sus alumnos asistan a las conferencias que organizan). También, las cosas nuevas que aprendas en esas conferencias serán puntos extra en los exámenes si puedes ampliar tus respuestas con algo de lo que hayas visto ahí.
No dejarlo todo para el último momento
La madre de todos los problemas es dejarlo todo para el final. Si consigues ir organizándote día a día, no te verás superado por el estrés en el último momento. Procrastinar un poco es razonable, pero convertirlo en una costumbre es lo que baja tus notas un par de puntos o más. Este año tienes que conseguirlo, verás como sí.
Intervenir en clase
Ya, da vergüenza, somos tímidos y esas cosas, pero hay que superarlo, porque intervenir en clase es esencial para que tus calificaciones suban como la espuma y para que aprendas mucho más que comportándote como parte del mobiliario. Siéntate en las primeras filas y no te cortes en preguntar todas las dudas que tengas o en participar en los debates. Además, hacer esto te va a ayudar a relajarte cuando tengas que exponer un trabajo o cuando ya tengas tu e Título y te veas obligado a hablar ante tus jefes o tus compañeros de trabajo. Estás en la universidad para aprender y esto es parte de tu aprendizaje.
¡Feliz curso nuevo a Tod@s!
