Para rendir en clase, tener energía para estudiar y una buena autoestima hay que llevar una dieta sana y variada. Y es más fácil de lo que crees.
Siempre se recomienda llevar una dieta sana porque así rendiremos mejor en los estudios (además de los beneficios obvios para la salud), pero los horarios, los exámenes y los pisos compartidos no son de mucha ayuda para tirarnos tres horas cocinando. Por eso, vamos a ver unas cuantas recetas sanas, ricas y rápidas que se pueden hacer en menos tiempo del que se tarda en calentar unos fideos de bote.
Cambio de hábitos
Con el inicio del nuevo curso, en el que introducimos nuevas rutinas a nuestra vida, nos será más fácil cambiar ciertos hábitos alimentarios a mejor. Son cosas muy sencillas que harán que comamos más sano sin apenas darnos cuenta. Por ejemplo:
Sustituye tu pasta de siempre por pasta integral. Sí, al principio sabe un poco rara, pero apenas se nota con una buena salsa, y rápidamente te acostumbras a su sabor.
No uses pan blanco, sino un pan integral, completo con semillas y frutos secos y mejor sin azúcar.
Sustituye el aceite de girasol por aceite de oliva virgen extra. Es más caro, pero tiene mucho sabor y no es necesario echar tanta cantidad como normalmente usamos.
No frías, hornea. Si eres un amante de las patatas fritas o de las croquetas (quién no lo es), trata de no freír. Haciéndolas en el horno te quedarán igual o más buenas y serán mucho más sanas.
Sustituye tus refrescos (al menos en casa) por bebidas saludables y deliciosas, como limonada de fresa y yerbabuena o batidos naturales de frutas endulzados con estevia o fructosa.
Caldos y sopas sin fideos. Si sois amantes de la sopa de letras, fideos o estrellitas, sustituidlos por quinoa. Está buenísima y es supersana. Además, los caldos son facilísimos de hacer en casa y son muy baratos, así que olvidaos de las sopas de sobre o tetrabrik y hacedlas en casa mucho más baratas y deliciosas.
Arroz integral o basmati. Igual que con la pasta, si sustituimos el arroz blanco por el arroz completo o el basmati, estaremos ganando mucho en salud.
Frutas y verduras, para batidos, ensaladas, primeros platos, postres y tostas. Las frutas y las verduras no se pueden quedar fuera de vuestra dieta si queréis tener una buena alimentación.
Para los apasionados de los dulces: tratad de sustituir el azúcar por panela o estevia y haced vuestros propios postres en casa. No son precisamente saludables, pero al menos no están llenos de químicos y colorantes artificiales.
Algunos ejemplos de recetas sanas, rápidas y fáciles de hacer
Tostadas de aguacate y queso feta:
Ideales para desayunar, merendar o cenar ligero, deliciosas y sanas. Ten en cuenta que a esta receta puedes añadirle los ingredientes que más te gusten. Experimenta y encontrarás tu tostada ideal.
Wraps de pollo y aguacate:
Al igual que en la receta anterior, quita o añade lo que más te guste en este wrap, y si quieres que sea más sana, pon la tortilla de trigo integral y haz una salsa de yogur casera
Ensalada de quinoa:
Ahora venden quinoa congelada en cualquier supermercado a un precio muy asequible y lista para tomar en dos minutos calentándola en el microondas, así que más rápido imposible.
Patatas “fritas” al horno:
Como decíamos antes, si sois de patatas fritas, hacerlas en el horno con muy poco aceite es lo ideal.
Hummus:
Si no os van mucho los potajes, podéis hacer este hummus fácil y en poquísimo tiempo; así disfrutáis de los beneficios de las legumbres sin daros ni cuenta.
Limonada de fresa y hierbabuena:
Es facilísima, está buenísima y si cambiamos el azúcar por estevia o panela será mucho más sana.
Internet tiene miles de recetas fantásticas, sencillas y sanas para que vayáis probando cosas nuevas y llevéis una dieta sana. Cuatro años de carrera hasta sacar vuestro eTítulo son muchos años para pasarlos comiendo kebabs y pizzas congeladas; así que poneos las pilas y cuidaos. Lo vais a agradecer.