Hoy, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, te pedimos que nos acompañes en un viaje hacia una realidad que no podemos seguir ignorando.
Un 25 de noviembre de 1960 fueron asesinadas en Santo Domingo las hermanas Mirabal y, veintiún años después, en 1981, se elige esta fecha para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Hoy, cincuenta y siete años después de este atroz asesinato, ha habido grandes avances en materia social, educativa y legislativa para tratar de erradicar la violencia hacia la mujer, pero aún queda mucho camino por andar y mucho que luchar.
Lo que algunos no quieren ver
Las familias que educan de forma distinta a los niños y las niñas asignando dañinos roles de género, los novios, exnovios, maridos y exmaridos que maltratan a las mujeres, los trabajadores y jefes que abusan de sus compañeras, la violencia obstétrica, la violencia sexual, el no ir segura por la calle, el cuerpo siempre imperfecto, el que si te tapas eres una puritana y si no lo haces, una puta, la trata de seres humanos, la prostitución, la pornografía extrema, los feminicidios. Los miles de feminicidios.
A pesar de la campaña de descrédito que algunos se empeñan en divulgar a través de distintos medios de comunicación, la violencia contra la mujer es una realidad aplastante que se ejerce desde todos los ámbitos:
- Desde el Gobierno cuando sacan campañas machistas para, supuestamente, prevenir sin ningún éxito la violencia contra las mujeres.
- Desde los ayuntamientos cuando invierten dinero público en campañas de prevención del machismo y lo hacen tan mal que tienen que retirarlas.
Desde el sistema de Justicia cuando culpabilizan a las víctimas de agresiones sexuales o violencia de género como si fueran coautoras de los crímenes. Los estudiantes de Derecho o Criminología van a entender muy bien esto, pero para los que no, ahí va una breve explicación que en estos días que estamos viviendo se hace muy necesaria:
El sistema penal asume, como debe ser, que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario y, por lo tanto, corre a cargo del denunciante (y de Ministerio Fiscal o acusación popular) demostrar que la persona investigada es precisamente la persona que ha cometido el delito. Hasta aquí todo correcto, porque así se respeta la presunción de inocencia y el proceso se aleja del anterior modelo inquisitorio. Por otra parte, está el tema de la doble victimización que sufren los damnificados por un delito en un juicio. La cuestión, para resumir, es la siguiente: respetar los derechos fundamentales de los investigados no implica destrozar a las víctimas.
¿Os imagináis este diálogo absurdo en un juicio por el robo de una cartera?:
Abogado defensor: ¿Está seguro de que le robaron la cartera? ¿Seguro que no consintió usted que se la robaran? ¿No es verdad que usted primero pidió que le robaran la cartera y luego se arrepintió cuando se dio cuenta de que perdería el DNI? ¿No es cierto que usted quería que le robaran la cartera?
Víctima: No, todo eso es falso. El acusado me puso un cuchillo en el cuello y le tuve que dar la cartera.
Abogado defensor: ¿Entonces se la dio usted? ¿No pensó en resistirse? ¿Cómo es posible que usted se dejara robar la cartera sin pelear? ¿Acaso le estaba gustando que le robaran?
Víctima: No, eso no fue así. Yo me asusté y…
Abogado defensor: Ya, pero ¿cómo iba usted vestido?, ¿no es cierto que llevaba vaqueros ajustados? ¿Le gusta a usted ir por la calle marcando cartera? ¿No pensó que llevar la cartera en el bolsillo trasero de unos pantalones tan ceñidos podría despertar el natural instinto usurpador de cualquiera?
Víctima: Ehhh…
Abogado defensor: Sí, usted lo provocaba y seguramente lo buscó y, la prueba de ello no es solo su forma de vestir, sino también su comportamiento después del robo, porque en sus redes sociales hemos comprobado que usted no aparece como la compungida víctima que aparenta ser aquí, sino que hemos visto que cuelga fotos en las que se le ve divirtiéndose, con amigos y hasta sonríe. Ese no es el comportamiento lógico de una persona que tiene que volver a renovar el DNI y las tarjetas. Está claro que esto es otra denuncia falsa.
Juez: ¿Está seguro de que cerró bien las piernas… digo, que guardó bien su cartera?
Pues si esto es absurdo e injusto para el robo de una cartera, también lo es para una violación, que quede claro.
La violencia hacia la mujer también se ejerce desde los centros educativos cuando no tratan de la misma manera a los niños que a las niñas o se da una educación sexista.
Desde los medios de comunicación cuando cosifican a la mujer y tratan sus cuerpos como meros objetos de deseo, expanden la cultura de la violación, la hipersexualización de las niñas, disculpan la violencia de género, culpabilizan a las víctimas colocando mal la palabra «presunto», etc.
Desde las empresas cuando mantienen la brecha salarial y el techo de cristal.
Desde el cine, el arte, la música y cualquier manifestación cultural que se dedique a tratar a la mujer como un objeto, como una bruja malvada, como una puta, como una sirvienta, como una romántica dependiente que no puede vivir sin su príncipe o cualquier otra lindeza semejante. La mujer no es un humano de segunda y tratarla así es ejercer una violencia que tiene repercusiones gravísimas.
Abre los ojos y mira
Quieran o no quieran los que no quieren reconocer nada, la realidad es esta: en quince años casi mil mujeres han muerto en nuestro país por violencia de género. Bastantes más si contamos feminicidios no íntimos que no se computan en las estadísticas oficiales (feminicidio.net). En 2017, ocho niños han sido asesinados por violencia machista. La trata de seres humanos se ceba con las mujeres, en nuestro país se comete una violación cada ocho horas y las denuncias por violencia de género hasta septiembre de este año alcanzaron la cifra de 42.689… Sí, el 0,01 % son falsas, pero el resto no, así que calcula cuántas mujeres sufren violencia cada día si la mayoría ni siquiera denuncia. Pero nuestro país es solo un grano de arena. La violencia contra las mujeres, que es fruto del sistema patriarcal que debemos erradicar cuanto antes, está presente en todo el planeta y si nuestras cifras te parecen elevadas, prueba a consultar las de América Latina, la India, Finlandia o Estonia.
Por esto, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, eTítulo quiere estar, como siempre, del lado de la justicia y del lado de las mujeres. Y si hay algo de este artículo que no te convence sobre la necesidad de actuar, entonces quizá debas revisar tus comportamientos machistas y aprender nuevas realidades, que para eso somos universitarios, no para esto: