Si no sabes cómo comportarte en una entrevista laboral para causar buena impresión, sigue estos consejos y seguro que triunfarás.
Prepara la entrevista
No vayas nunca a una entrevista laboral sin tener información previa. Intenta saber de antemano cosas como cuál es el puesto al que optas y qué funciones deberás desarrollar allí. También la línea ideológica de la empresa (si es que la tiene definida) y cómo son los trabajadores que ya ha contratado (no decimos que hackees sus ordenadores y los sigas por la calle, sino que mires a ver cuál es su perfil de edad y preparación).
Vístete adecuadamente
Como previamente has investigado y visto en qué tipo de empresa vas a trabajar, elige un vestuario adecuado, pero tampoco te disfraces. Tienes que ir lo más neutro y cómodo posible para que tu vestuario no te haga sentir inseguro durante la entrevista laboral. Pero, además, debes vestir con algo que se ajuste a lo que más tarde llevarás a trabajar, porque no queda nada bien presentarte en la entrevista con un traje espectacular y luego ir con vaqueros rotos y camisetas por encima del ombligo el resto de días.
Contesta con sinceridad
No te inventes un currículo que no tienes y no mientas a los entrevistadores (porque además puede que lo detecten). Si no tienes experiencia, reconócelo, pero habla de las ganas y el entusiasmo que tienes por ese trabajo y de tu capacidad de esfuerzo. Es importante que te vendas bien, pero no te pases tampoco. Quedar en una entrevista como un narcisista que no tiene abuela tampoco es lo suyo.
No intentes aparentar
No vayas de sobrado, ni intentes venderles la moto. Controla que tus gestos sean comedidos y que tus respuestas no sean exageradas. Si ven que vas de farol, no volverán a llamarte. Se trata de hablar de tus cualidades para el puesto sin que parezca que te estás sobrevalorando. Es importante que vean tu valía, sí, pero ojo con que parezca que estás tratando de aparentar más de lo que eres.
Sonríe
En una entrevista laboral, lo que decimos es menos importante que cómo lo decimos o cuál es nuestra actitud. Trata de estar relajado (o parecerlo), no te tumbes en la silla ni te sientes como un palo. Si cruzas piernas o brazos, que no sea con fuerza, sino de forma relajada. Tampoco te frotes las manos en exceso o muevas las piernas de forma nerviosa (aunque lo hagas de forma habitual). Mira a los ojos del entrevistador, escucha atentamente lo que dice y sonríe (cuando proceda y siempre al saludar y al despedirte), porque la sonrisa genera una sensación de cercanía instantánea que hará que todos os sintáis más cómodos.
Y bueno, si te piden que demuestres tu preparación, ya sabes que con tu eTítulo solo tienes que abrir tu cuenta de correo electrónico y enviarles de forma inmediata tu titulación universitaria oficial. ¡Eso seguro que los impresiona!
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