Un examen de preguntas cortas puede ser más complicado de lo que parece, pero con estas siete técnicas de estudio os saldrá de maravilla.
Cuidado con las preguntas cortas
Los exámenes de preguntas cortas engañan. Parece que serán fáciles porque no hay que ponerse a profundizar sobre un tema (como en los exámenes de desarrollo), pero sí suelen tener mucho temario y además muchas definiciones y listados que memorizar al pie de la letra. Pero no os preocupéis: os traemos el listado de las mejores técnicas de estudio que debéis aplicar por orden para prepararlos.
- Lectura comprensiva
Siempre es (y debe ser) el primer paso a la hora de preparar un examen. Hay que leer cada punto con detenimiento, entendiendo lo que se lee y separando las ideas principales de las secundarias. Si nos cuesta entender lo que dice el texto, podemos usar los trucos para descifrar textos académicos incomprensibles, pero sea como sea, el objetivo de este primer paso es entender bien el contenido, no aprendérselo. No hace falta que leamos todo antes de empezar con el siguiente punto, sino que podemos ir repitiendo la secuencia en cada tema y así nos resultará más ameno.
- Subrayado
Una vez que el tema está entendido, toca subrayar. No todo, solo aquello que consideremos importante para diferenciar el contenido que puede ir a preguntas de examen del que no. Si tenéis tendencia a convertir vuestros apuntes en folios de color fosforito que dañan la vista cuando quieres volver a leer, repasad cuál es la técnica para subrayar correctamente antes de volveros locos con el rotulador.
- Elección de las posibles preguntas
Si el profesor no os ha dado pistas (que seguro que alguna habrá dado en clase), debéis ver qué posibles preguntas cortas se pueden deducir del texto. Como no hay que desarrollar, fijaos en listados de características, definiciones y todo aquello que se pueda responder en pocas frases. Los exámenes de preguntas cortas no pueden preguntar sobre temas amplios, así que hay que centrarse en aquello que sea conciso o que pueda sintetizarse fácilmente.
- Fichas
Ahora que ya está el tema leído, subrayado y habéis seleccionado todo aquello que podría caer en el examen, toca pasarlo a fichas de estudio para poder manejar todo el temario cómodamente y que sea más fácil hacer repasos más adelante.
- Mnemotecnia
Un examen de preguntas cortas requiere memorizar, y leer y repetir hasta aprenderlo no solo es soporífero, sino que además nos hace perder mucho tiempo. Es el momento de aplicar reglas mnemotécnicas para que nuestro estudio sea más ameno y eficaz. Si se trata de listados, probad con formar una palabra o frase con las primeras letras de cada punto; si hay que memorizar definiciones, podemos probar practicando la asociación de ideas o creando una canción pegadiza. Cuanto más absurdo sea, mejor te lo aprenderás.
- Estudiar en voz alta
Lo decimos siempre y lo seguiremos diciendo: estudiar en voz alta es esencial para aprender más rápido el temario. Activamos nuestra memoria auditiva y luego nos resultará mucho más fácil recuperar la información durante el examen. En un examen de preguntas cortas esto es aún más importante porque nos va a tocar memorizar bastante.
- Autoevaluación
Una vez que ya hemos hecho lo anterior con todo el temario y tengamos nuestras fichas a mano, es el momento de ver qué nos hemos aprendido y qué tenemos que volver a mirar. Lo que más nos ayuda es crear nuestros propios test haciendo simulacros de examen y respondiendo sin mirar los apuntes. Así sabremos a ciencia cierta si lo tenemos bien preparado o no. Además, estos «simulacros» harán que, cuando llegue el examen de preguntas cortas, estemos menos estresados porque ya sabremos qué podemos esperar.
Estudiar una carrera universitaria y obtener nuestro eTítulo no es tan difícil como puede parecer, solo hay que conocer unos cuentos trucos para estudiar de forma eficiente y amena. ¡Ya verás como lo consigues!
Muy malo
resolver cossas es mi vida para aprender der mas con esta inteligencia que carga
me gusta las preguntas para resolverlas