Tener unas buenas habilidades sociales nos abrirá incluso más puertas que un buen expediente. Si quieres encontrar trabajo y, además, mantenerlo, no dejes de potenciarlas.
1. ESCUCHA ACTIVA
Porque no es lo mismo oír que escuchar. Si mientras alguien te habla, tú pasas más tiempo pensando en tu respuesta que en lo que te están diciendo, entonces es que no lo estás haciendo bien. Es importante que escuches con atención, que te fijes en la expresión corporal de tu interlocutor, que analices el metalenguaje en su conjunto al mismo tiempo que demuestras que prestas atención a lo que te dice.
¿Parece difícil? Pues no lo es tanto. El ser humano es un animal social que practica durante toda su vida este tipo de habilidades sociales, así que, en cierta manera, es algo innato en casi todos. Lo que pasa es que a veces nos concentramos más en nosotros mismos y vamos dejando que estas habilidades se pierdan.
Trata de concentrarte en el significado de lo que te están diciendo más que en el cómo te lo dicen y en cómo te hace sentir. De esta manera, podrás dar una respuesta mucho más elaborada y útil que si estás pensando en dar una rápida respuesta ingeniosa.
Una buena estrategia para demostrarle a tu interlocutor que le has escuchado con atención es resumir lo que te ha dicho antes de contestar, por ejemplo:
–Juan, si te estoy entendiendo bien, me estás diciendo que hay que volver rehacer el informe porque tiene fallos (descripción breve de dichos fallos). Estate tranquilo, mi equipo y yo los corregiremos enseguida y esta tarde estará en tu mesa.
2. EMPATÍA
Salvo para los pobres psicópatas que viven con el drama de no entender jamás lo que sienten las personas que los rodean, el resto de nosotros tenemos una capacidad maravillosa llamada empatía.
Esta es una de las habilidades sociales más importantes para vivir en sociedad, pero también para relacionarnos en un ambiente laboral (que en sí mismo no es otra cosa que una microsociedad). La empatía nos ayuda a entender cómo se sienten los demás al reconocer esos sentimientos en nosotros mismos o bien por saber ponernos en la situación de otros y entender qué están sintiendo en su propia situación.
Hay que preguntarse siempre sobre qué pensarán y sentirán los demás y qué podemos hacer nosotros para que nuestras acciones tengan en cuenta esos sentimientos. Esto nos ayudará a establecer mejores relaciones y a ser más valorados en nuestro entorno.
3. ASERTIVIDAD
Se trata de saber cómo dar nuestra opinión o decir que no a algo que no queremos hacer sin crear un conflicto ni resultar bruscos. La asertividad es una de las habilidades sociales que más paz interior nos darán, porque elimina la ansiedad que nos genera decir que no y, a la vez, suaviza nuestras relaciones con los demás.
4. CAPACIDAD DE NEGOCIACIÓN
Aprender a negociar es una herramienta que nos va a facilitar mucho la vida en el mercado laboral. Ya sea para el horario de trabajo, el salario, las obligaciones aparejadas al puesto, etc., saber cómo negociar y defender tus intereses es vital.
5. CREDIBILIDAD
Que tu jefe y tus compañeros sepan que eres una persona en la que se puede confiar es una garantía laboral inmensa. Pero, claro, para tener credibilidad ante los demás no solo se debe aparentar, sino ser, realmente, honesto. Para eso, debemos, además de lo evidente que es no mentir, ser consecuentes y sustentar nuestras palabras con nuestras acciones. En realidad no es tan difícil si nos centramos en aparentar menos y en ser más éticos. Al final, un empresario prefiere tener a su lado a alguien honesto y creíble que a una persona que le cuenta a todo el mundo lo que quiere escuchar. Recuerda que esas cosas caen por su propio peso muy pronto porque la gente habla.
6. RESPETO
Además del respeto básico por los superiores jerárquicos y de la educación mínima exigida, el verdadero respeto implica cosas mucho más profundas; por ejemplo, que seamos capaces de valorar y respetar las opiniones de nuestros compañeros y jefes a pesar de que puedan tener menos experiencia o titulación. Apreciar las opiniones e ideas de los demás y darnos cuenta de que no siempre tendremos la razón y de que varias cabezas pensantes son mejores que solo una.
7. COMPASIÓN
Entre las habilidades sociales más básicas, la compasión es una de las que más importan y que más olvidamos aplicar. Resulta que todos cometemos errores, que la gente pasa por situaciones difíciles, que no todos tenemos las mismas herramientas y habilidades. Tener compasión, saber perdonar, querer ayudar…, todo eso es vital para establecer buenas relaciones laborales.
8. PENSAMIENTO POSITIVO
Las personas positivas triunfan más, disfrutan más y son más felices. Hay gente que es así de manera natural, pero si no es tu caso, no desesperes, convertirse en una persona más positiva es posible adquiriendo unos sencillos hábitos y reestructurando un poco nuestro pensamiento.
9. CORTESÍA
No te olvides nunca de dar las gracias, de pedir las cosas por favor, de ser agradecido, de hacer favores (siempre que no nos supongan grandes costes personales), de sonreír, de saludar y despedirte, de preguntar cómo están los demás, de mirarlos a los ojos. Una persona que es cortés y educada con los demás es una persona querida.
10. INTELIGENCIA EMOCIONAL
Es la capacidad que tenemos para comprender, analizar y gestionar nuestras propias emociones. Entender por qué y en qué circunstancias nos sentimos de tal manera y cómo reaccionamos con los demás o con nosotros mismos cuando nos sentimos así hará que sepamos orientar nuestra conducta y evitar conflictos y disgustos, pero también que sepamos potenciar aquellas actividades que nos hacen sentirnos bien y ser más felices.
11. MENTE ABIERTA
Evitar los prejuicios, ser flexible, respetar las diferentes culturas y educaciones, no tener miedo a lo distinto, etc. son habilidades sociales que nos garantizan mejores relaciones con los demás y un comportamiento más ético. Es importante revisar y entender nuestros prejuicios para eliminarlos: el racismo, la aporofobia, el machismo o la homofobia, entre otros, no son ideologías ni «formas de pensar», sino faltas graves de educación y cultura. Una persona con un eTítulo universitario debe tratar de eliminar sus prejuicios todo lo posible y es tan fácil y gratificante como leer más, relacionarse más, viajar más y tratar de aprender de todo ello.