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Si aún no nos sentimos preparados para acceder al mercado laboral, optar por un contrato en prácticas puede hacernos la transición más sencilla.
¿Qué es un contrato de prácticas?
El contrato de prácticas es un nexo entre la formación y el mundo laboral porque aúna ambas ideas. Es un contrato temporal durante el que, además de trabajar, se incluirán cuestiones formativas. Está pensado especialmente para titulados universitarios, graduados medios o de formación profesional que aún no hayan trabajado, para que puedan aprenden su profesión poniendo en práctica lo que aprendieron durante sus estudios. La idea es buena y, si se aplica bien (porque hay empresas que abusan), puede suponer una transición más llevadera entre ambos puntos a la par que aportar una serie de conocimientos prácticos que serán de gran utilidad en el futuro.
Requisitos para acceder a un contrato de prácticas
Para poder beneficiarnos de un contrato de prácticas debemos cumplir una serie de requisitos, como tener un eTítulo universitario, de FP, de grado o certificado profesional equivalente, no haber tenido otro contrato de prácticas durante 2 años en cualquier otra empresa y que no hayan pasado más de 5 años (7 si tenemos alguna discapacidad) desde la obtención del título.
Es importante no confundir un contrato de prácticas con las prácticas formativas que hagamos durante nuestros estudios (que se realizarán mediante un convenio entre la universidad y la empresa o la administración correspondiente) o con el contrato de formación que puede ofrecer cualquier empresa a una persona que no tenga una titulación previa con el fin de formarla para trabajar en su plantilla.
Duración del contrato
Un contrato de prácticas tendrá una duración de 6 meses a 2 años. Si nos contratan por menos de 2 años, se podrá prorrogar hasta cumplir el tope legal de esos 2 años y, si luego la empresa decide contratarnos, no podrá poner un periodo de prueba porque ya se habría cumplido.
La parte negativa es que algunas empresas deciden no contratar a los trabajadores una vez finalizado el periodo legal porque para ellas supone un gran beneficio económico seguir contando con personas con ese tipo de modalidad contractual. La cuota de Seguridad Social que tendrán que pagar por un trabajador en prácticas será de un 30 a un 50 por ciento más barata, así que se pierde un poco la idea original de facilitar la inserción laboral de los jóvenes que, pasados esos 2 años de contrato de prácticas, tienen que volver a buscar trabajo, lo que no siempre es fácil.
Características
El trabajo asignado al empleado debe estar relacionado con su nivel de estudios. Se establecerá un periodo de prueba de 2 meses para los titulados de grado superior y de 1 para los de grado medio o equivalente.
El contrato debe concretarse por escrito y la jornada puede ser a tiempo completo o parcial. En cualquier caso, será siempre menor que la del trabajador contratado a tiempo completo.
¿Cuánto se cobra?
La retribución de un contrato de prácticas se asignará según el convenio colectivo de prácticas, pero en el caso de que esta no se mencione, no podrá ser inferior al 60 % (durante el primer año) y un 75 % (a lo largo del segundo) del salario acordado para aquellos trabajadores que desempeñen un puesto equivalente.
El empleado no cobrará en ningún caso menos que el salario mínimo interprofesional cuando esté contratado a jornada completa y, en caso de trabajar a tiempo parcial, el salario se reducirá proporcionalmente. Si al terminar el contrato de prácticas se hace un contrato laboral, se debe sumar el tiempo transcurrido con este contrato a la antigüedad laboral en la empresa.
¿Qué ocurre cuando finaliza el contrato?
Si el trabajador continúa en la empresa, no se podrá establecer un nuevo periodo de prueba. Además, la duración de las prácticas pasará a formar parte de su antigüedad en la empresa.
¿Cómo buscar un contrato de prácticas?
Podemos buscar este tipo de contrato igual que buscamos cualquier trabajo en internet o en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Hay que presentar la copia original de nuestro título (o, más fácil aún, mandar nuestro título electrónico eTítulo por email) y cumplir los requisitos que ya hemos mencionado. A partir de ahí, es cuestión de perseverancia y suerte.
¡Mucho ánimo!
