La memoria de prácticas es el primer gran trabajo de la carrera y es de carácter obligatorio. Te contamos cómo hacerla para que salga perfecta.
Las prácticas universitarias son una estupenda oportunidad para entrar en contacto con el mundo laboral y así poder ver de cerca cuál puede ser nuestro futuro trabajo. ¿La parte mala? Que hay que entregar una memoria de prácticas.
Hay profesores que nos piden un cuaderno semanal de prácticas, otros que solo quieren la memoria al final y otros que exigen ambas cosas. Hay profesores que dan un esquema y otros que pretenden que nos apañemos solos. De cualquier manera, hacer la memoria de las prácticas es un marrón, pero puede ser un marrón muy interesante.
Sigue un esquema
Si el profesor nos exige un esquema, perfecto: ciñámonos a él. Si no nos lo da y nos deja a nuestro aire, usar un esquema nos va a facilitar la redacción y la organización, así que utilicémoslo también.
Si queremos sacar una buena nota en la memoria de prácticas, tenemos que facilitar la lectura al docente. Por eso, seguir un esquema hará que cada apartado esté bien diferenciado y que no nos saltemos nada importante.
Organízate desde el primer día
Tomar apuntes a diario, hacer fotos, grabar notas de voz… No hace falta que todos los días estemos redactando la memoria de prácticas si no nos piden un diario semanal, pero sí hace falta que tengamos un buen sistema para recordar todo aquello que vamos haciendo, porque un mes después ya solo nos acordaremos de algunas cosas. Si cada día de vuelta a casa nos hacemos un audio de WhatsApp en el que resumimos las actividades, los contratiempos o cualquier cosa importante que haya pasado, redactar la memoria después será pan comido.
Redacción
Todo trabajo debe estar bien redactado y sin faltas de ortografía, pero aún más los trabajos importantes como son la memoria de prácticas o el TFG. Estos son los trabajos que definirán nuestra profesionalidad y demostrarán que somos aptos para graduarnos y conseguir nuestro eTítulo. Ya os hemos contado cómo hacer una buena redacción: aplicad esas reglas porque son simples y ayudan un montón a nuestros textos (y notas).
Es importante enunciar cada idea de forma clara y usar frases cortas. Hay que puntuar correctamente para que el lector no se ahogue y entienda nuestro texto. Tampoco debemos llenar el trabajo de expresiones académicas que no usamos habitualmente y que pueden parecer metidas con calzador. A veces, la belleza está en las cosas simples: no compliquemos innecesariamente la labor del profesorado.
Tablas e imágenes
No solo son útiles para explicar adecuadamente el texto, sino que tienen una gran función estética que hará que nuestra memoria de prácticas sea más atractiva a la vista y resulte más sencilla de leer. ¿Qué significa eso? Que nos pondrán mejores notas. Eso sí, no hay que añadir imágenes o tablas al tuntún, solo las necesarias para que resulten útiles y explicativas. Si hemos hecho mil fotos que queremos poner, hay que hacerlo en el anexo.
Opinión
Lo normal es dejar la opinión para la parte final en la que se hace una valoración de las prácticas. Es bueno que se haga así en general para que los otros apartados (más técnicos) sean concisos, pero no debemos tener miedo a mostrar nuestra opinión a lo largo de toda la memoria de prácticas. Si nos apetece incluir un comentario crítico en alguno de los apartados, podemos hacerlo. Lo ideal es que, salvo en la «valoración personal», cada opinión que pongamos a lo largo del resto de apartados esté fundamentada sólidamente, es decir, que, si opinamos que la colaboración entre departamentos no es adecuada, podemos reflejarlo en un apartado en el que se hable de organización haciendo referencia a los textos legales en los que se cite que debe haber dicha colaboración departamental. Ya luego, en la valoración, nos explayamos con las quejas y anécdotas ilustrativas.
Aporta soluciones
Muchos trabajos académicos analizan o visibilizan un problema y punto. Se quedan ahí. Por ejemplo: «El colegio no cumple con lo establecido en la ley (por supuesto citamos la ley y el artículo en el que se menciona) para que los escolares lleven una dieta saludable». Esto está solo medio bien. Es correcto, pero no excelente. Si queremos hacer una memoria de prácticas realmente buena, deberíamos proponer un menú alternativo que tenga el mismo coste y sea de fácil aplicación, sugerir que se pida asesoramiento a profesionales de la nutrición, etc.
La bibliografía importa (y mucho) y citar también
Cada cosa que digamos que no sea opinión propia debe estar bien referenciada y debe hacerse tal y como mandan las normas APA para citar correctamente. Si no citamos, estaremos plagiando y, además, una bibliografía y una webgrafía adecuadas harán que nuestro trabajo parezca realmente profesional y válidos nuestros argumentos.
¡Mucho ánimo!