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Muchas universidades están optando por implantar un modelo de clases semipresenciales para que haya mayor seguridad y es una gran idea.
Las universidades y otros centros educativos que mantenían la enseñanza presencial como casi la única opción se están viendo abocados a cambiar sus fórmulas de enseñanza debido a la COVID-19 y, aunque en un principio pudiese resultar tremendamente agobiante hacer el salto a la enseñanza online de un día para otro, se van encontrando fórmulas efectivas para convivir con la pandemia de forma segura y sin que se merme la calidad de la enseñanza.
Una de esas fórmulas consiste en hacer clases semipresenciales alternando los grupos que acuden al centro con los grupos que se forman desde casa para que, cuando se asista a clase, estos grupos sean reducidos y pueda mantenerse la distancia debida.
La cuestión es que las clases semipresenciales tienen muchas ventajas porque aglutinan lo bueno de la enseñanza online y lo bueno de la presencialidad. Veamos algunas de ellas:
1. La flexibilidad de las clases semipresenciales
Las clases semipresenciales permiten una mayor conciliación tanto con la vida familiar y social como con el trabajo u otros estudios complementarios. La parte que hacemos online podemos adaptarla a nuestras necesidades de horarios y somos nosotros los que marcamos el ritmo, pudiendo incluso acceder a la plataforma docente a cualquier hora del día o de la noche.
2. Enseñan a organizarse bien
Este modelo de enseñanza nos obliga a tener un mayor control sobre nuestros horarios y el tiempo que debemos dedicar a cada asignatura, lo que viene muy bien a aquellas personas que tienden a procrastinar, porque aprender a gestionar nuestro tiempo es esencial para tener éxito en la carrera y obtener nuestro eTítulo universitario en el periodo de tiempo que hayamos previsto.
3. Cuidan el medioambiente
Reducir la asistencia a clase también reduce las emisiones, los gastos en el transporte y el consumo de plásticos (menos uso de máquinas expendedoras, etc.); por lo tanto, las clases semipresenciales resultan mucho más ecológicas y económicas que las presenciales.
4. Facilitan el networking
El problema de la enseñanza que es completamente online es que las relaciones sociales entre el alumnado y entre alumnos y profesores se dificultan, pero con las clases semipresenciales conoceremos a nuestros compañeros y profesores en persona y nuestra agenda de contactos profesionales lo agradecerá. Hacer networking siempre es muy positivo para encontrar un buen trabajo en el futuro.
5. Trato personal
Comunicarse siempre con los docentes por correo electrónico elimina el trato personalizado que tanto ayuda a cohesionar las relaciones entre profesores y alumnos. Lo fantástico de las clases semipresenciales es que nos facilitan que se den ambos tipos de comunicación con normalidad y que podamos consultar las dudas en persona y mirar a nuestros docentes a los ojos.
6. Dos tipos de enseñanza
Las clases online son, normalmente, de carácter más práctico y las clases presenciales tienden a proporcionar una mayor carga teórica. Las clases semipresenciales nos dan las dos opciones, lo que es muy bueno para nuestra formación. Una clase presencial nos permitirá observar las opiniones personales de los profesores y aprender de sus experiencias (lo que sin duda es una ventaja que no tienen las clases online) y los contenidos de las clases online nos proporcionarán un cuerpo documental muy extenso y variado.
7. Tiempo para hacer moocs y otros cursos
El tiempo que ganamos al evitar desplazamientos y horas muertas en los campus lo ganamos para emplearlo en lo que más nos apetezca, pero si queremos ser grandes profesionales en nuestra rama de conocimientos, pronto veremos que la enseñanza universitaria no puede abarcarlo todo. La universidad proporciona una extensa base de conocimientos y una cantidad ingente de herramientas para que aprendamos a investigar y a buscar nuestras propias fuentes de conocimientos.
Lo bueno del tiempo ahorrado en las clases semipresenciales es que nos va a permitir observar si hay alguna carencia que echemos de menos en nuestra formación y actuar en consecuencia.
Actualmente todos los centros formativos ofrecen cursos online (moocs) gratuitos o a muy bajo coste que, además de dar créditos universitarios, nos pueden ayudar a ampliar nuestra educación y a ir perfilando la especialidad que más nos atraiga.
Los cambios bruscos en nuestras rutinas no suelen agradar al principio, pero hay que adaptarse y ser tolerantes con la situación. La fórmula de las clases semipresenciales puede ser muy adecuada si la aceptamos con mente abierta y positiva.
¡Contadnos vuestra experiencia!
