Por suerte para muchos, los exámenes de septiembre se han convertido en los últimos años en una especie en peligro de extinción. Sin embargo, algunas titulaciones todavía mantienen esta convocatoria que tan malos recuerdos suele traer a los que pasaron por ella.
El calor, la falta de sueño, el miedo a no aprobar, las tentaciones propias de la época… Si en algo estamos de acuerdo es en que la época estival no es la mejor del año para estudiar. Por eso, hoy te traemos algunas claves que te harán la tarea más llevadera:
–Recopila todo el material antes de sentarte a estudiar. Lo ideal es que aproveches los meses de junio y julio para conseguir todo el material que te falte. ¿Necesitas fotocopiar un manual? No lo dejes para agosto o puede que te encuentres la copistería cerrada.
–Adelanta tus planes vacacionales. Interrumpir tu estudio a mediados de agosto para pasar una semana en la playa es totalmente desaconsejable. Si aun así te ves obligado a salir de viaje, localiza un espacio silencioso y confortable en tu vivienda vacacional. Ah, y mucho mejor si dispone de luz natural.
–Estudia en las horas de menos calor. Las primeras horas de la mañana y la noche son los mejores momentos del día para enfrentarse a los apuntes. Recuerda que los expertos aconsejan hacerlo a una temperatura de 22 grados, por lo que te vendrá bien disponer de un ventilador o un sistema de aire acondicionado.
–Hidrátate. Puede parecer una obviedad, pero en los meses de julio y agosto deberías beber entre un 1,5 y 2 litros de agua al día para que tu cuerpo no pierda facultades.
–Dedica tiempo a otras actividades. Que hayas suspendido dos o tres asignaturas no significa que debas permanecer todo el verano enclaustrado. Reserva tres horas diarias para salir a dar una vuelta con tus amigos y practicar algo de deporte. Tampoco es descabellado que descanses un día la semana.
–Utiliza tu smartphone o tableta. Aplicaciones como DocLinker, que permite escanear todo tipo de documentos a través de la cámara del dispositivo, o Evernote, que sirve para guardar notas en múltiples formatos, pueden hacerte el estudio mucho más llevadero. Consulta más aplicaciones aquí.
–No te pegues un atracón la víspera. Seguro que lo has escuchado cientos de veces, pero no por ello deja de ser verdad: el día antes de un examen no vas a poder recuperar todo lo que no has estudiado antes. Relájate, duerme al menos seis horas (aunque lo ideal serían ocho) y olvida los nervios en casa. ¡Que tengas mucha suerte!