Se acerca un nuevo confinamiento en toda España y es mejor que nos vayamos preparando para que todo salga bien y se nos pase lo más rápido posible.
Nos van a volver a encerrar y lo sabes
Se está barajando un nuevo confinamiento en toda España tal y como ya se está haciendo en otros países europeos y, si siguen aumentando los contagios, es probable que esta molesta medida se extienda a otros continentes.
En España sería la segunda vez que los ciudadanos nos vemos obligados a encerrarnos en nuestras casas para detener la ola de contagios y estaría bien que esta vez nos diese tiempo a planificarlo para que podamos aprovechar el tiempo, sobre todo para minimizar las secuelas psicológicas aparejadas a esta difícil situación.
La COVID-19 es un martirio, pero hay que ser conscientes de que no nos queda otra opción que adaptarnos y aprender de los errores.
Mea culpa
El ser humano es, además de un animal de costumbres, un primate, y por eso necesita sus rutinas y el contacto de sus congéneres. Pero, por otro lado, también somos animales racionales capaces de aprender y adaptarse a las nuevas situaciones.
Durante el primer confinamiento la gente se dedicó a comprar papel higiénico suficiente para 10 años, harina para hacer el pan y los bizcochos necesarios para alimentar a un país pequeño durante el resto del milenio, a aplaudir en los balcones y a hacer memes geniales, porque reírse de las desgracias es una muy buena forma de afrontarlas, pero se nos olvidó (a muchos) aprender de la experiencia, y cuando volvimos a salir a la calle, en vez de tener cuidado, nos comportamos como niños en estampida a la salida del colegio. Y ahora, claro, estamos como estamos.
Por muchas excusas que nos busquemos, hay que hacer un poco de autocrítica y darnos cuenta de que no lo hemos hecho muy bien (solo hay que mirar las tasas de infectados).
Por otra parte, lamentarse no es nada productivo, pero sí lo es aprender y mejorar, así que como se avecina un nuevo confinamiento, vamos a planificárnoslo un poco (ahora con conocimiento de causa) para que podamos aprovechar el tiempo y sacar un buen aprendizaje.
1. No vamos a estar de vacaciones. Hay que estudiar
El paso a las clases online de un día para otro fue muy traumático para muchas personas (profesores y alumnos). Esta vez no nos pilla de nuevas y las universidades se han esforzado durante todos estos meses para mejorar su sistema de enseñanza no presencial. Dicho esto, hay que adaptarse, así que mejor vamos revisando ya si nos faltan apuntes o si debemos conseguir algún tipo de material para que luego en el confinamiento no tengamos problemas.
Es importante que nos pongamos un horario (además de el de las clases, también de estudio) y que lo cumplamos a rajatabla para no caer en la desidia y la depresión. Nuestras calificaciones no tienen por qué bajar durante el confinamiento, más bien debemos esforzarnos por que ocurra lo contrario y así, más adelante, podamos graduarnos y obtener nuestro eTítulo en el tiempo debido.
2. Espacio apropiado para estudiar y material adecuado para las clases
Cada casa y cada familia son distintas y si algo nos está enseñando este virus son las desigualdades sociales que permanecían ocultas a las miradas de muchos. Tener menos recursos y más dificultades para acceder a un ordenador no es motivo para avergonzarse; la vergüenza la deben sentir aquellos que, teniendo más, deciden no ver lo que pasa a su alrededor y negar otras realidades.
Las universidades están facilitando los recursos que sus alumnos necesiten para que todos tengamos un acceso a la educación más igualitario, así que si nos falta algo o necesitamos un ordenador o tableta para poder recibir nuestras clases, hay que solicitarlo cuanto antes.
Una vez que tengamos todo lo necesario, también es importante que creemos un espacio de estudio adecuado. El confinamiento se alargará solo lo imprescindible para que baje el número de contagios y se relaje la presión sobre los hospitales, pero aun así puede ser un tiempo largo.
Como decíamos, independientemente de la casa en la que vivamos y con cuántos familiares la compartamos, debemos crear nuestro espacio. Quizá es un buen momento para hablar con el resto de los convivientes y pedirles que se respete un lugar y un cierto silencio las horas al día que estimemos necesarias. Si se explica de buenas maneras y se llega a acuerdos, será más fácil evitar conflictos.
3. No hagas acopio innecesario
No estamos en una situación de guerra o posguerra (aunque para aquellos que no hemos vivido ninguna, nos lo pueda parecer y para aquellos que sí la han vivido, la actualidad los asuste). Esto es una pandemia y la industria no se va a detener. No caen bombas. No faltan ni materias primas ni manos para trabajar, así que calma. Si en vez de comprar siete millones de cajas de guantes y mascarillas compramos una, todo el mundo verá que, en su próxima visita al mercado, sigue habiendo suministros.
Es mejor invertir en cosas necesarias y guardar dinero por si hace falta para después que crear una fortaleza inexpugnable de rollos de papel higiénico y lejía. Que no cunda el pánico (otra vez), que ya vimos en el anterior confinamiento que tarde o temprano se termina y volvemos a las calles.
4. Club de lectura, de cine…
Un confinamiento es un rollo y dos, aún más. Aparte de estudiar, también tenemos que entretenernos y los días tienen muchas horas. Con una buena planificación de las actividades que haremos durante este confinamiento y poniéndonos un horario nos resultará más sencillo sobrellevarlo.
Una actividad muy entretenida y educativa que además nos permite seguir en contacto con nuestros amigos e incluso conocer a gente nueva es montar un club de lectura o de cine. Se escoge un libro o película semanal y luego se comenta en una charla online para que todo el mundo pueda aportar sus opiniones.
5. Sin duda, hay que hacer ejercicio y comer bien
Tanto para nuestra salud física como para la salud mental (y para no salir rodando cuando nos vuelvan a soltar), hay que apañárselas para hacer ejercicio todos los días. El horario lo ponemos nosotros, pero si nos acostumbramos a hacerlo siempre a las mismas horas, luego no podremos pasar sin la actividad.
También nos tenemos que obligar a cuidar nuestra alimentación, porque si estamos mal alimentados nuestra salud se va a resentir y es lo que nos faltaba en estos momentos.
6. Cuida de las personas vulnerables
Otra cosa que deberíamos haber aprendido de la primera ola de coronavirus es que hay personas que están en verdadero peligro y que todos debemos ser responsables. Al respecto de esto, merece mucho la pena ver el corto de Willy Suárez a ver si de una vez por todas nos damos cuenta del daño que podemos hacer si no seguimos las medidas sanitarias y cómo el no hacerlo podría cambiarnos la vida (a mucho peor).
Cuidar de los vulnerables se hace en tres niveles: cuidándose uno mismo para no contagiarse, actuando como si tuviésemos el virus respetando la distancia y la higiene debidas y ocupándonos de las personas que tienen más problemas para autoabastecerse o de movilidad. En una crisis como esta, o todos arrimamos el hombro o lo lamentaremos.
7. Apúntate a una actividad nueva
El confinamiento es aburrido, pero nos da la oportunidad de poder hacer algo que no hacíamos por falta de tiempo, pereza o mala organización. Si siempre nos apeteció aprender ajedrez, cantar, hablar chino mandarín, practicar bailes de salón o macramé, ¿qué mejor momento que ahora?
La red está llena de MOOC interesantísimos y otros cursos gratuitos que podemos seguir y si dedicamos una hora diaria a nuestro nuevo hobby, será una hora menos que dedicar a pensar en las ganas que tenemos de fiesta.
8. No pierdas el contacto
Antes de la tecnología, un confinamiento era sinónimo de aislamiento social total. Afortunadamente, ahora podemos aislarnos físicamente, pero seguir en contacto diario con nuestros seres queridos. Es importante que lo hagamos, que nos obliguemos a hacer videollamadas para vernos las caras y que sigamos reuniéndonos con nuestros amigos, aunque sea de forma virtual. Tenemos por delante unos meses e incluso unos años muy difíciles hasta que las vacunas sean efectivas y el virus esté controlado. Es importante para la salud mental de todos que compartamos esto con los nuestros, estén cerca, lejos o más lejos.
9. El orden y la limpieza son más importantes que nunca
Tanto por una cuestión de higiene y desinfección como por no sentirnos seres miserables que nadan en su propia inmundicia, es muy necesario que mantengamos unas buenas rutinas de limpieza en casa. El confinamiento nos va a hacer pasar muchísimas horas entre las cuatro paredes de nuestro hogar y más nos vale sentirlo como un lugar acogedor y agradable.
Si dedicamos un rato cada día, será más sencillo mantener una buena higiene y nos dará menos pereza que si pasamos de hacer nada durante toda la semana y luego nos tenemos que dar una paliza tremenda a limpiar. En una situación tan anómala como un confinamiento, cuantas más rutinas y más horas tengamos ocupadas al día, mucho mejor.
10. Diviértete y descansa
No todo es estudiar, trabajar, aprender y no parar. También es bueno ser improductivos de vez en cuando. La semana tiene siete días y dos son nuestros para descansar, jugar a la consola o pegarnos una maratón de series. Cuanto más entretenido sea nuestro ocio, más rápido pasará el confinamiento, ya sea impuesto, autoimpuesto o por cuarentena.
¡A prepararse!
no alcanso a ver muy bien las letras estan muy claras y delgadas
y podrian poner mas imagenes