Mediante esta técnica conocida como phishing, los estafadores se hacen con nuestras contraseñas o roban nuestra identidad. Mucho cuidado.
Un nuevo mundo
Internet es maravilloso. Es el mejor invento desde la rueda y sus aplicaciones son tan inabarcables que convierten a la rueda en un juguete simplón (aunque si la humanidad no hubiese inventado la rueda, tampoco habría inventado Internet). Podemos decir sin errar que la Red ha cambiado el mundo. Y no solo ha cambiado el mundo: más bien, ha creado uno nuevo. Quizá, dentro de unos años, en las cases de Historia no se hable de «a. C./d. C.» (no nos referimos al grupo de música, hablamos de antes de Cristo o después de Cristo), sino que se hablará de «a. I./d. I.» (antes y después de Internet).
Y claro, en un nuevo mundo también hay nuevos delitos o, más que nuevos, hay una adaptación de los viejos a las nuevas tecnologías. Era de esperar. Pero mientras el viejo mundo se adapta a las nuevas realidades y adapta la normativa y las herramientas para luchar de forma eficaz contra esta delincuencia que usa medios tecnológicos, nos encontramos sufriendo las consecuencias algo más desprotegidos de lo habitual.
Uno de esos nuevos delitos es el phishing y todos somos susceptibles de padecerlo, pero podemos estar atentos y protegernos. No hace falta ser un experto, ni tener un eTítulo en ingeniería informática o saber de programación, solo hay que ser precavido y un poco suspicaz, así que es tan fácil que nuestro abuelo también podrá hacerlo.
¿Qué es exactamente el phishing?
El phishing engloba una serie de prácticas fraudulentas de suplantación de la identidad de un tercero o entidad de confianza con el fin de que la víctima revele una serie de datos o haga clic en un enlace con malwares. En resumen, sirve para robarnos datos bancarios, contraseñas, datos personales o instalar en nuestros equipos programas espía.
7 Tips para protegernos del phishing
1. Sospecha de cualquier correo electrónico que te pida datos personales
Las características de los correos de phishing es que van a parecer de verdad. Clonan la apariencia de la página de nuestro banco, de nuestra empresa de seguros, de nuestra entidad formativa, etc.
A pesar de esta apariencia de normalidad, lo que mosquea es que nos ofrecen algo que parece bueno y, de paso, nos piden que facilitemos números de cuenta, contraseñas o cosas así. Hay que dudar de todo, porque ¿qué banco te pediría en un correo tus contraseñas de acceso? Nadie regala nada a cambio de nada y menos un banco o una aseguradora.
Y no todo son regalos u ofertas, también pueden intentar manipularnos diciendo que ha habido un problema con la seguridad y que debemos restablecer la contraseña.
Las soluciones de siempre funcionan: lo mejor es ponernos en contacto telefónico con la empresa y preguntar.
2. Cuidado con los links y contactos telefónicos que se facilitan en un correo o en un anuncio
Como clonan las páginas, pueden engañarnos; así que debemos acceder por las vías normales o buscar en Google los teléfonos.
3. Los datos confidenciales solo debemos facilitarlos en webs seguras
Y esas son las que tienen una url que empieza por «https://». De las demás hay que desconfiar (bueno, algunas del Gobierno aún no se han actualizado al nuevo protocolo) y nunca poner ninguno de nuestros datos de identidad en ellas.
4. Hay que actualizar el software de los teléfonos y los sistemas operativos del ordenador
Porque protegen de las amenazas de seguridad.
5. Para mantener seguras nuestras cuentas, debemos usar un sistema de autentificación de múltiples factores
Es más lento, pero mucho más seguro. Se trata de un sistema que, además de nombre y contraseña, pide otro dato, como un código que se recibe en un SMS o el escaneo de la huella digital.
6. No solo quieren datos bancarios
Los datos personales cotizan al alza en estos tiempos. Hay que mosquearse también cuando nos pidan que proporcionemos información que podría dar acceso a nuestras redes sociales. Mejor prevenir…
7. Hay que usar un buen antivirus
¿Nos gastamos una pasta gansa en nuestros equipos, pero escatimamos en un antivirus? Eso no puede ser. Tener nuestros datos bien protegidos es importantísimo; así que, si tenemos que ahorrar en algo, mejor que sea en la cuota del Spotify (por mucho que mole) que en la compra del antivirus.