Tras acabar la EBAU llega el momento de tomar decisiones importantes y aún más si la nota no nos llega para lo que queremos hacer.
Noticias regulares
Hemos aprobado la EBAU y eso está muy bien, pero la nota no es suficiente para estudiar lo que queremos y eso ya no está tan bien. En esos momentos no sabemos si alegrarnos o vernos las 23 temporadas de esa serie que ya hemos visto mil veces mientras comemos pipas y abandonamos nuestra higiene personal. Las noticias regulares son, a veces, peores que las malas porque en vez de ser un motor para solucionar lo que ha ido mal, nos aplatanan y nos obligan a replantearnos los objetivos.
Independientemente de cómo nos sintamos, nos toca tomar una de estas 4 decisiones:
- Entrar en un grado diferente que nos guste menos, pero al que quizá acabemos pillándole el punto.
- Buscar una universidad en otro lugar o privada que tenga una nota de corte más baja para acceder a la carrera que queremos.
- Volvernos a presentar para subir la nota.
- Entrar a través de un ciclo de grado superior.
Probar algo nuevo
Si teníamos una vocación clara, esta opción no es la recomendable, pero si lo único que queremos es tener un eTítulo universitario en algo que nos interese mínimamente y encontrar un buen trabajo, podemos replantearnos nuestras preferencias a la hora de elegir carrera.
Quizá podemos fijarnos en las que tienen más salidas profesionales, en aquellas que puedan suponer un buen crecimiento personal o en las que puedan ser un buen complemento para otros estudios futuros.
Otros lugares y otros cortes
Cuando nuestra vocación está clara, es difícil abandonar la idea de estudiar lo que queríamos y, aunque no llegue la nota de corte en la facultad más cercana, es posible que en otras comunidades haya universidades en las que sí nos admitan. Agarrar el petate y emprender unos estudios que nos gustan fuera de casa es una aventura maravillosa (aunque al principio nos produzca temor).
Otra opción es, si nos lo podemos permitir, hacer esa carrera que queremos en una universidad privada y, o bien terminarla ahí, o bien pedir un traslado de expediente al finalizar el primer año. Cambiar de universidad es más sencillo de lo que parece.
Subir la nota
Si necesitásemos más puntos para estudiar lo que nos gusta, siempre podemos presentarnos en septiembre para subir la nota. Podemos hacer de nuevo la fase general de la EBAU, la parte específica o las dos. Se puede incluso cambiar de asignaturas, aunque no escoger asignaturas sueltas de la parte general. Lo bueno es que no pueden bajarnos la nota y siempre prevalecerá el mejor examen.
Una vez que hemos hecho la EBAU ya sabemos cómo funciona y a qué atenernos. En el segundo intento y sabiendo que la cosa no puede empeorar, ¿qué podríamos perder?
Hace algunos años, solo podíamos presentarnos a la EBAU cuatro veces, pero ahora se ha eliminado el límite y podemos hacer la prueba las veces que queramos. Si aspiramos a un grado con una nota de corte muy alta, igual nos interesa repetir todo hasta que salga perfecto. Realmente, aunque sintamos cierta urgencia por comenzar la carrera, no hay tanta prisa. Empezar un año antes o después no va a significar nada; lo importante es empezar y hacerlo en un grado que nos motive de verdad.
¿Qué puede ofrecerme un ciclo superior?
Los ciclos profesionales son muy prácticos y pueden aportarnos muchos conocimientos útiles que nos facilitarán la carrera que hagamos posteriormente. La nota de corte de acceso cambiará a la nota media que obtengamos en el ciclo una vez que nos hayan dado el título e incluso habrá asignaturas que podamos convalidar.
Accederemos al grado con una experiencia técnica muy superior a la de los compañeros que hayan entrado a través de la EBAU e incluso podremos convalidar alguna asignatura.
Realmente, no es, ni mucho menos, una mala opción .
Sabemos que, en estos momentos, todo parece un lío tremendo. Haber sacado una nota baja en la EBAU parece una piedra enorme en el camino que nos desanima a seguir, pero lo cierto es que es una piedra pequeña que vamos a poder sortear con facilidad. Hay muchas opciones y todas son buenas, lo importante es que busquemos la que más nos convenga y que no perdamos la ilusión. Estudiar una carrera que nos gusta es muy guay.