¿Te distraes con el vuelo de una mosca? No te preocupes, con un poco de esfuerzo y disciplina mejorarás rapidísimo: 8 pasos para aprender a concentrate.
Despiste innato
¡Alabados sean los que se concentran porque de ellos será el reino de los sobresalientes fáciles!
Hay algo tremendamente injusto en el hecho de que unos nazcan con una capacidad sobrehumana para aislarse del mundo y concentrarse, mientras que otros tenemos que compaginar nuestros estudios con el vuelo de 200 mil moscas, las preciosas e hipnotizantes motas de polvo que bailan en los rayos del sol, las batallitas que se forman en el gotelé y el… ¿de qué estábamos hablando?
Pero, para ser sinceros, resulta mucho más injusto que unos nazcan en una mansión y otros en una chabola, así que no nos vamos a poner melodramáticos. Lo de distraerse tiene una solución mucho más fácil que lo de la chabola: solo se necesita entrenar y seguir estos 8 pasos para aprender a concentrarte.
Paso 1: Crear un lugar especial
Tener un buen espacio en el que uno pueda concentrarse para estudiar es importante para todo el mundo, pero para los despistados por naturaleza es vital. Necesitamos un lugar en el que nos sintamos a gusto, con temperaturas constantes y agradables (el calor adormece y el frío distrae), con una mesa amplia para colocar todo nuestro material y una silla cómoda (pero no demasiado para que no tenga el mismo efecto que el calor), algo aislado del ruido y con una buena iluminación.
Debe ser un lugar en el que solo estudiemos, es decir, no sirve el salón, el sitio donde jugamos a la consola, etc., porque se trata de crear un lugar con el que solo asociemos el acto de estudiar y así no pensemos en hacer otras cosas que puedan distraernos.
Si en casa no tenemos un sitio así, podemos ir a una biblioteca o al despacho de uno de nuestros padres.
Paso 2: Preparación
Para aprender a concentrarte, antes de empezar, debes asegurarte de tener todo lo necesario. Si cada poco nos levantamos a por algo, seguro que por el camino encontramos algo mucho más interesante que hacer, como… cualquier cosa.
También es bueno llevarse algún tentempié y agua para evitar los paseos a la nevera.
Paso 3: Elegir un horario
Es muy personal, algunos estudian mejor por la mañana, otros por la tarde y otros por la noche. También hay que tener en cuenta el momento en el que podamos estar más tranquilos en nuestro sitio de estudio, si conseguimos encontrar unas horas fijas o tenemos que ir rotando, etc. El ser humano es un animal de rutinas y cuanto más fijas sean, menos trabajo nos costará hacerlas.
Paso 4: Descansar
Para poder concentrarte, más o menos cada 45 minutos hay que parar y descansar un cuarto de hora. A los que se nos va el santo al cielo nos conviene usar alarmas. Así evitaremos que el descanso se convierta en 4 horas de… y también que cansarnos de estudiar nos lleve a… ¿qué acabo de leer?
Paso 5: ¿Música?
Generalmente no. Salvo que nos hayamos acostumbrado a estudiar con ella y nos vaya bien, la música distrae. Y en todo caso, siempre es mejor escoger música clásica o melodías suaves y sin letra que no nos inviten a cantar a pleno pulmón.
Paso 6: Fuera el móvil
Desde la invención de los programas gratuitos de mensajes todos tenemos algún amigo comunicativo al que parecen haberle crecido 10 dedos extras con los que teclea sin parar y que además
Para
Decir
Una
Sola
Cosa
Manda
8
Mensajes
Lo que hace que nuestro móvil suene, vibre o ambas cosas todo el tiempo. En serio, un poco de autodisciplina por favor. Si ya de por sí nos cuesta concentrarnos, con un teléfono al lado estamos perdidos. Mejor lo dejamos fuera del cuarto.
Paso 7: En buena compañía
Si encontramos alguien con quien estudiar, que no se distraiga y que se lo tome en serio, tenemos una ventaja tremenda. Es importante que ambos tengamos la misma actitud hacia el estudio y que a los dos nos funcione bien trabajar juntos para que no sea una pérdida de tiempo. Un compañero puede ayudarnos a concentrarnos, a ver las cosas desde otro punto de vista.
Cuando podemos explicarle a otra persona o discutir con ella el tema que estudiamos, nuestra memoria lo retiene mucho mejor, tenemos más confianza y comprendemos todo con más claridad.
Paso 8: Materias atragantadas
Es más fácil ponerse a pensar en las musarañas cuando la asignatura nos aburre que cuando nos resulta apasionante. Desgraciadamente hay que aprenderse la materia en ambos casos.
Para evitar perder las horas mirando un libro infumable mientras pensamos en otras cosas, necesitamos cambiar de asignatura cada menos tiempo. El rato que podemos estar concentrados en algo que no nos interesa es mucho menor, así que pasemos a otra materia durante otro rato en cuanto percibamos que se nos está yendo el santo al cielo. Así, cuando volvamos a empezar, tendremos un tiempo de concentración renovado. Para que nos entendamos, esto viene a ser como reiniciarse.
Otra cosa que nos va a ayudar con las asignaturas más pesadas es el cambiar los métodos. Por ejemplo, hacer mapas mentales en vez de esquemas lineales, o hacer un buen subrayado antes de empezar a memorizar.
Y si al principio cuesta un poco ponerse en serio con todas estas pautas, no desesperemos. Se trata de ser constante hasta que creemos nuestra propia rutina y acostumbremos a nuestro disperso cerebro a obedecer unas horas al día. Seguro que conseguimos aprender a concentrarnos y así estudiar mucho mejor.
Buenisimo!
esta bastante bien
Estaba leyendo, pero mire algo y me perdi. Creo que era una mosca…
Exelente?