‘Burnout’ del estudiante: cómo prevenirlo y afrontarlo
El síndrome de burnout es una condición muy grave que es bueno conocer para poder prevenirlo o reconocer sus síntomas en nosotros mismos y en los demás.
¿Qué es el burnout?
Aunque ahora no paremos de escuchar el término, este síndrome se conoce desde el año 1974, cuando fue identificado por el psicólogo estadounidense Herbert Freudenbergen. La OMS lo admitió como enfermedad en 2019 y ya ha entrado en el manual diagnóstico CIE-10 a principios de este 2022. El burnout consiste en, básicamente, «fundirse» por una variedad de causas, entre las que destaca en estrés sostenido. Es decir, que debido a una serie de características del grado que cursemos, unido a nuestras características personales y a unos niveles altos de estrés soportado durante largo tiempo, puede llegar un momento en el que «se nos fundan los plomos». Estudiar es una actividad maravillosa que va a ser de gran utilidad para nuestras vidas y el desarrollo de nuestra personalidad. Conseguir un eTítulo y el puesto con el que soñamos es un tremendo privilegio, pero nada así merece que pongamos gravemente en peligro nuestra salud mental; por lo tanto, antes de afrontar situaciones por las que vayamos a pagar un precio demasiado alto, hay que replantearse la estrategia.¿Qué síntomas tiene?
Variados y malos. Hay que pensar que el burnout ocurre cuando hemos ignorado todas las señales previas y hemos sometido a nuestro organismo a un desgaste tan brutal que ya no es sostenible. Por lo tanto, sus síntomas van desde la caída del cabello al infarto pasando por la depresión, la ansiedad, baja autoestima, poca capacidad para concentrarse, agresividad, insomnio, taquicardia… Las psicólogas Christina Maslach y Susan E. Jackson definen este síndrome como un fenómeno psicosocial que está conformado por tres dimensiones:- Agotamiento emocional: esta primera dimensión es la clave del síndrome y se caracteriza por un sentimiento general de falta de energía, agotamiento emocional y ausencia de entusiasmo y recursos.
- Despersonalización: implica actitudes negativas, deterioro en las relaciones interpersonales, cinismo, despersonalización de los compañeros, falta de eficacia y problemas de comunicación.
- Falta de realización personal: tendencia a evaluarse a uno mismo de forma negativa e insatisfacción con su forma de afrontar los estudios o llevar a cabo las actividades relacionadas. Frustración y disminución de la autoestima.