Ya están aquí los exámenes y con ellos los nervios y la ansiedad que producen. Es normal sentirse algo preocupado y con cierto estrés, al fin y al cabo a todos, en mayor o menor medida, nos incómoda ser evaluados, pero debemos aprender a controlar el estrés.
Sentirse un poco ansioso puede resultar beneficioso, porque nos hace mantenernos alerta y despiertos. El estrés es un mecanismo de defensa que activa nuestro organismo para afrontar situaciones que consideramos fuera de lo común, circunstancias que exigen un sobreesfuerzo. Por lo tanto, cierta dosis de estrés resulta beneficiosa: nos impulsa a rendir al máximo y tomar decisiones rápidas.
Pero si bien un cierto estrés es bueno, tampoco hay que pasarse. Si sobrepasamos esa cota, se puede convertir en un problema que afectará negativamente a nuestro rendimiento e incluso podemos bloquearnos.
Para evitar llegar a este punto y vernos superados por la situación, hay algunas cosas que podemos hacer:
Debemos prepararnos
Si ya sabemos que al llegar los exámenes los nervios se nos ponen de punta, no debemos permitir que nos cojan con la guardia baja; hay que prepararse. Lo que más puede aplacar nuestro estrés es estudiar con cierta antelación. Si nos preparamos con la suficiente anticipación, ganaremos en seguridad y eso nos dará más confianza y reducirá nuestra ansiedad.
Revisa los exámenes anteriores, así verás en qué has fallado y podrás evitar cometer el mismo error de nuevo. Organízate: divide los temas que tienes que preparar en los días que te quedan y aunque vayas mal de tiempo, siempre hay forma de estudiar un examen a última hora sin perder los nervios.
Presiones, las justas
A veces te puedes sentir presionado para obtener ciertos resultados, por la familia, la pareja, etc. Hay una cosa que debes tener clara: estudias para ti, para nadie más. Mantén las presiones y las observaciones negativas lo más lejos posible, y en época de exámenes más que nunca. Corta de raíz con los comentarios que te estresen. Y estudia, estudia todo lo que puedas, cuanto mejor domines la materia menos ansioso te sentirás.
Afronta el examen positivamente
No se trata de que creas en fuerzas mágicas, sino de que tengas claro que con el trabajo que estás haciendo vas a conseguir el objetivo marcado. Mentalizarte sobre que el esfuerzo produce buenos resultados es casi infalible, siempre puede haber imponderables, pero ayuda a controlar el estrés. Las autoevaluaciones son muy útiles como repasos previos, y además nos aportan mucha seguridad.
Las comparaciones nunca son buenas
Evita compararte con tus compañeros, no todos somos iguales. Es muy probable que la ansiedad haga que veas las cosas peor de lo que son. Los listillos no nos hacen ningún bien.
No te olvides de ti
Los exámenes no pueden hacer que descuides tu estado físico. Intenta dormir lo suficiente, llevar unos horarios regulares, comer bien, hacer descansos para moverte, practicar algo de ejercicio, estirar, mirar a lo lejos…
No pienses demasiado
No queremos decir con esto que no pienses, sino que no le des demasiadas vueltas a las cosas. Vas a presentarte al examen dando lo mejor de ti. En el peor de los casos, si todo falla, un suspenso no es el fin del mundo. Todo tiene arreglo.
Siguiendo estos consejos lograrás reducir tu nerviosismo y ansiedad, y con el paso del tiempo los exámenes dejarán de ser un problema
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Hola es que tengo un problema con la ansiedad de la nota o la famosa materia de arereolinea y todas mis materias y aprender que con migo no se puede gracias
Excelente contenido. Muchas gracias por los consejos y tips. Saludos