¿Cuáles son los 6 errores que más cometemos al estudiar?

Hay veces que, aunque lo intentemos, algo falla y nuestro esfuerzo no se ve recompensado en las notas. Esto no significa que se nos dé mal estudiar, sino que cometemos algunos errores que hacen que seamos poco productivos. Veamos los errores más típicos a la hora de estudiar y cómo subsanarlos:

Distracciones

Si estudiamos con el Facebook abierto, con el móvil al lado, con música puesta o tirados en un parque donde pasan cientos de personas, ¿qué esperamos? Así no hay manera de concentrarse y las horas que pasemos delante de los apuntes serán horas tiradas a la basura. Si tenemos que estudiar, hagámoslo, no perdamos el tiempo intentándolo porque al final nos habremos aburrido un montón para nada. Elimina las distracciones y céntrate. Cuando estés descansando o hayas terminado ya tendrás tiempo para charlar con tus amigos.

Ambiente

Otro error típico es estudiar en lugares que no estén adaptados para el estudio. Mesas bajas, sillas incómodas, poca luz… Es necesario crear un espacio agradable que usemos para estudiar, donde podamos aislarnos y concentrarnos, colgar nuestros esquemas en la pared, tener espacio para cada asignatura, etc.

Atracones

Si hay un error típico es este: dejarlo todo para el último momento y luego pegarnos panzadas a estudiar de doce horas sin levantar la vista de los libros. Si no nos organizamos y no estudiamos un poquito cada día, nuestras notas no van a subir por arte de magia. Cuando intentamos meternos en tres días el temario de un cuatrimestre, la cosa no puede salir bien. El cerebro tiene límites y es probable que acabemos con un cacao mental que se reflejará en el examen. Lo suyo es que al menos cinco días a la semana estudiemos una hora o dos con un descanso en medio de 15 minutos. No es mucho, si lo piensas.

Mala organización

Otro de los errores comunes es organizarse mal, no planificar el tiempo que requiere cada asignatura, no tener al día los apuntes, no saber en qué día vivimos… ¿Solución? Cómprate una agenda (y úsala) y cuelga un calendario de la pared de tu cuarto donde puedas señalar las fechas de entrega de trabajos o exámenes. Planifica el tiempo que necesitarás para cada materia en plan pesimista, es decir, nada de «esta está chupada y me la aprendo en dos días», sino más bien lo contrario: calcula el tiempo necesario para terminar un trabajo contando con que seguro que surgirán problemas. Así, si todo sale bien, lo tendrás listo antes, pero si falla algo, no habrá problemas con la fecha de entrega.

Falta de material

Libros, apuntes, lecturas obligatorias…, lo debes tener todo y mucho antes de que llegue el momento de preparar los exámenes. Es imprescindible para que puedas hacer tu trabajo diario y que no te veas al final con demasiado material para leer con el que no contabas, o con los apuntes incompletos.

Técnicas de estudio

Puede que la técnica que usamos no nos funcione bien. Sería un error no probar con otras distintas si las habituales no funcionan todo lo bien que deberían. A veces, por lo que nos han enseñado desde pequeños, tendemos a leer, subrayar, leer e intentar repetir como loros lo que hemos leído. Lógicamente esto no funciona a todos y además es la técnica menos eficaz, es decir: requiere más esfuerzo y más tiempo que otras. Prueba con reglas mnemotécnicas para memorizar, con mapas mentales, con asociaciones de ideas para fijar conceptos, con crear tus propios test, fichas… tienes para elegir.