Consejos para estudiar a distancia y terminar la carrera
9 Jul 2023

Consejos para estudiar a distancia y terminar la carrera

¿Mejor estudiar a distancia o de manera presencial? Si te decides por estudiar desde casa, hay algunas cosas que no pueden fallar.

estudiar a distancia

Cuidado con los abandonos

En la era digital, estudiar una carrera a distancia está a la orden del día y es una opción cada vez más popular entre los estudiantes universitarios. Poder estudiar desde casa y a nuestro ritmo es muy tentador, sin embargo (y a pesar de lo atractivo que resulta poder sacarnos el eTítulo universitario de esta manera), en comparación con la formula presencial, un porcentaje mucho más elevado de estudiantes abandona sus estudios.

¿Y qué podemos hacer? Pues es esencial adoptar ciertas estrategias y tener muy claras nuestras metas. Veamos cómo.

Establecer una rutina de estudio

Igual que si fuésemos a clase. Estudiar a distancia no es no estudiar o pasar de las lecturas. No nos van a aprobar por majos, así que si no queremos terminar por engrosar las cifras de los abandonos, más nos vale ponernos las pilas y crear unos buenos horarios que cubran todas nuestras necesidades de estudio.

Al igual que en un curso presencial, podemos programar momentos específicos para estudiar, participar en actividades en línea y completar tareas. Al mantener una rutina regular, podemos maximizar nuestra productividad y garantizar que dediquemos el tiempo suficiente al aprendizaje.

Tener objetivos realistas y bien delimitados

Otro punto importante para estudiar a distancia es establecer nuestros objetivos y no perderlos de vista. Antes de comenzar el grado o máster que vayamos a hacer, podemos escribir nuestros objetivos académicos y profesionales, y luego desglosarlos en metas más pequeñas y alcanzables.

Estas metas nos proporcionarán una dirección, le darán un sentido a nuestro esfuerzo y nos mantendrán enfocados a medida que avancemos en el curso. Además, si celebramos nuestros logros a medida que alcanzamos estas metas, nos mantendremos motivados y comprometidos con nuestra carrera, aunque sea a distancia.

La participación cuando vamos a estudiar a distancia

Aunque pueda parecer lo contrario, en un entorno online, la participación es clave para el éxito. Al interactuar con nuestros compañeros de clase y profesores podemos enriquecer nuestra experiencia de aprendizaje y desarrollar una comprensión más profunda de los conceptos.

Es recomendable (algunas veces incluso obligatorio) participar en foros de discusión, enviar preguntas o comentarios, y colaborar en proyectos grupales. Al hacerlo, creamos un sentido de comunidad y nos beneficiamos del intercambio de ideas con otros estudiantes.

La participación también demuestra nuestro compromiso con el curso y nos permite construir relaciones significativas en el entorno virtual.

Mantener una buena organización

La organización es fundamental para poder estudiar a distancia. Hay que tener en cuenta que es un sistema educativo diferente al que habíamos conocido hasta ahora y que nos llevaba de la mano.

Por el contrario, estudiar a distancia requiere de que seamos nosotros mismos los que nos hagamos íntegramente responsables de nuestro propio estudio, así que necesitamos tener todo bien atado y claro en nuestra cabeza y en nuestro entorno.

Si no somos muy organizados de forma natural, podemos ver esto como una oportunidad para aprender. Además, hay un montón de herramientas como calendarios digitales o aplicaciones de gestión de tareas que nos van a ayudar muchísimo en cosas como mantener un registro de las fechas de entrega, los horarios de clase y los recordatorios importantes.

Además, también es útil tener una carpeta virtual o un sistema de archivo en línea para almacenar y organizar materiales del curso, como lecturas, notas y recursos adicionales. Al mantenernos organizados, podemos minimizar el estrés y aprovechar al máximo nuestro tiempo de estudio.

Establecer un entorno de estudio adecuado

Crear un entorno de estudio adecuado es esencial para concentrarnos y maximizar nuestro rendimiento cuando vamos a estudiar a distancia. Hay que entender que vamos a pasar muchas horas ahí dentro y que cuanto más práctico sea para permitirnos estudiar con comodidad, mucho mejor.

Podemos elegir un lugar tranquilo y libre de distracciones donde nos concentremos bien. Hay que asegurarse tener una buena mesa, una silla adecuada y buena iluminación.

Obviamente, cuando queremos estudiar a distancia necesitamos tener una conexión a internet estable y un equipo fiable que nos permita participar en las actividades en línea sin problemas.

También podemos considerar el uso de auriculares o bloqueadores de ruido para eliminar cualquier distracción adicional y sumergirnos en nuestro entorno de aprendizaje virtual.

 

 

Estudiar para los exámenes de recuperación (sin ganas)
30 Jun 2023

Estudiar para los exámenes de recuperación (sin ganas)

Lo que antes era septiembre, ahora es julio. Para los estudiantes a los que no les ha sonreído la suerte en todas las asignaturas, ahora toca enfrentarse a los exámenes de recuperación.

exámenes de recuperación

Nos las prometíamos tan felices…

¡Por fin somos libres! El curso ha llegado a su fin y, con él, las clases y la última temporada de exámenes que nos ha dejado exhaustos, pero con muchas ganas de disfrutar de la piscina y los planes que ofrece el verano. ¡Un año menos para graduarnos y tener el eTítulo!

Todo es tal y como pensábamos salvo por un pequeño detalle: han colgado las notas y ¡Oh sh***! ¡Hemos suspendido y tenemos que hacer exámenes de recuperación! ¡Qué bajonazo!

Calma

Quizá nos sintamos agotados y sin ninguna gana de volver a encerrarnos a estudiar, pero si algo tiene de bueno el haber cambiado los exámenes de recuperación de septiembre a julio es que así lo vamos a tener fresco en la memoria y con unos cuantos trucos lo vamos a tener facilísimo para aprobar e incluso para sacar notazas.

Lo importante es que nos tranquilicemos, que no nos rasguemos las vestiduras más de la cuenta (suspender no es el fin del mundo) y que empecemos cuanto antes a estudiar; pero no a estudiar como lo hicimos la primera vez, sino mucho mejor: haciéndolo divertido.

Nota aclaratoria

Otra cosa es que no nos presentásemos a la primera prueba y, si ese es el caso, deberemos dejar de leer este post y dirigirnos a los muchos otros que hay en el blog para ayudarnos a preparar exámenes. A poco que echemos un vistazo por la web veremos que hay consejos para ayudarnos a preparar cualquier tipo de examen que nos coja en primeras nupcias.

El primer paso ineludible

Siempre, siempre, siempre, aunque nos aburra sobremanera, aunque lo odiemos desde lo más hondo de nuestro ser, siempre, el primer paso será la organización. Y tampoco es para ponerse a llorar, en un par de horas, como mucho, estará resuelto.

Hay que revisar las fechas de los exámenes de recuperación y ponerlas en el calendario o en la pared para que no se nos vayan de la cabeza y nos pille el toro. Después, ver de cuánto tiempo disponemos hasta cada examen y calcular cuántas horas debemos dedicar al día al estudio (sin pecar de optimistas ni de perfeccionistas). Una vez hecho esto, debemos reunir todo el material, asegurándonos de que no nos falta nada.

No estudiar lo que ya sabemos para los exámenes de recuperación

Ahora toca hacer una cosa que solo hacemos cuando no son las primeras pruebas sino exámenes de recuperación: ver que qué nos sabemos y qué no.

Para que no perdamos el tiempo estudiando cosas que ya nos sabemos, nos toca hacer un cribado.

La mejor técnica para hacerlo es usar el método Leitner, que consiste en hacer tarjetas con todas las posibles preguntas que caerán en el examen y dividirlas en tres cajas según las sepamos mal, algo mejor o perfectamente. Os explicamos detalladamente cómo usar esta técnica de estudio tan útil aquí.

Cambiar de técnica para preparar exámenes de recuperación

Como ya nos hemos preparado ese temario antes y ya hemos pasado por un examen, deberíamos tener el material de estudio bastante claro.

Por eso, estos nuevos exámenes de recuperación nos van a resultar muy sencillos de preparar y no debemos complicarnos demasiado copiando y resumiendo sin parar temarios ya vistos.

Ahora es mejor cambiar las técnicas de estudio y, además del ya citado método Leitner, sería bueno que probásemos otras fórmulas que incluyan algo de diversión, como estudiar con dibujos (si la asignatura lo permite), los mapas mentales, las reglas mnemotécnicas y, si tenemos la suerte de tener un compañero o compañera en nuestra misma situación o un amigo/pareja/pariente solidario, utilizarlo sin piedad.

Cuando podemos estudiar con ayuda es genial usar las tarjetas que ya tenemos hechas y convertir los repasos en un juego de preguntas y respuestas o en una master class improvisada que impartiremos nosotros para corroborar lo bien que nos lo sabemos, ganar confianza y asentar los conocimientos adquiridos.

No perdamos la confianza por tener que hacer exámenes de recuperación

Si estudiamos mucho y hemos suspendido, es un palo, pero más allá del disgusto inicial por tener que hacer exámenes de recuperación no debe afectarnos demasiado y mucho menos a la confianza en nosotros mismos.

Hay muchos factores que influyen en los suspensos: los nervios, la falta de sueño, que el examen sea más difícil de lo que esperábamos, que no hayamos acertado con saber aquellas cosas a las que el docente da importancia, que no hayamos estudiado con tiempo suficiente, el cansancio, que sean asignaturas que no entendemos bien, que querían que memorizásemos y no que explicásemos con nuestras palabras o al revés y hayamos hecho lo contrario…

No es importante. Lo importante es sobreponerse y volverlo a intentar hasta que lo consigamos. Seguro que a la siguiente va la vencida y luego tendremos 2 meses de vacaciones sin tener que pensar en las clases.

¡Mucho ánimo!

 

 

 

 

Planes baratos para aprovechar bien el verano
19 Jun 2023

Planes baratos para aprovechar bien el verano

Tres meses de vacaciones de verano pueden hacerse largos si no los aprovechamos bien. Te sugerimos actividades que puedes hacer para disfrutarlos a tope

 verano

Por fin estamos de vacaciones. Tantos meses deseando que llegara este momento y de pronto no sabemos qué hacer con tanto tiempo libre. Casi se extraña la rutina de ir a clase y ver a nuestros compañeros (casi), pero el verano da para mucho y tenemos preparado un listado de posibles planes para todos los bolsillos que nos ayudarán a aprovecharlo al máximo, aprender cosas nuevas y disfrutar de la libertad.

Housesitting

El viaje de nuestras vidas cuidando la casa de alguien. Sí, es cierto que vamos a necesitar dinero para el vuelo y la comida, pero el alojamiento es gratis (bueno, gratis a cambio de que cuidemos una casa y, generalmente, también a unas adorables mascotas). Hay varias páginas donde apuntarse: kiwihousesitters, Housecarer, Trustedhousesitters, Mindmyhouse, etc. También tenemos sitios web que nos recopilan las mejores páginas de Housesitting. Solo hay que echar un vistazo y elegir las vacaciones de nuestros sueños.

Música

El verano está lleno de conciertos y festivales, así que no nos perdamos la oportunidad de ver a nuestros grupos favoritos. Sí, ir al Mad Cool o el BBK Live sale por un ojo de la cara y vamos a tener que ahorrar si queremos ir, pero también hay otros muchos festivales más baratos e incluso gratuitos repartidos por toda la geografía de nuestro país que no debemos descartar. En Internet encontraremos toda la información para planificar un verano musical.

Turismo en nuestra ciudad

Ya. Así como plan veraniego no es lo que más apetece a primera vista, pero tanto nuestra ciudad como las ciudades y pueblos cercanos tienen mucho que ofrecer. A veces, conocemos mejor Ibiza que el sitio donde vivimos y, debido a la rutina, olvidamos que todos los lugares pueden sorprendernos. Si tenemos mucho tiempo y poco dinero, esta puede ser una solución ideal para no quedarnos en casa soñando con viajes a Cancún que no podemos hacer.

Voluntariado

Dedicar un tiempo de nuestro verano a ayudar a otros no solo es bueno para nuestro currículo y para facilitarnos el acceso a becas y a másteres, sino que además será bueno para nosotros. Nada desarrolla mejor la empatía y la solidaridad que sentir en primera persona lo que viven otros en su día a día, y realizar voluntariado nos va a proporcionar una serie de experiencias únicas que, como estudiantes, no debemos despreciar en absoluto.

Leer

Leer, leer y leer. Ya hemos hablado en multitud de ocasiones de lo importante y satisfactorio que es. De lo gratificante que resulta. Leer es viajar, es crecer y es conocer y, ahora que tenemos tiempo, desempolvemos la lista de nuestras novelas pendientes y al lío. Eso sí, el verano se va a pasar volando si nos sumergimos en los libros. Si lo que queremos es darnos cuenta de cada minuto que pasamos de vacaciones, entonces es mejor que nos mantengamos apartados de la literatura.

Idiomas

El verano es el momento ideal para ponerse con los idiomas. Dependiendo de nuestros estudios hay lenguas que nos ayudarán más que otras, pero, sea cual sea, vamos a necesitar un B1 para poder graduarnos y obtener nuestro eTítulo. Con tres meses de vacaciones por delante, solo necesitamos planificarnos una pequeña rutina y practicar todos los días un ratito.

Adquirir el hábito de escribir

Una de las asignaturas pendientes para muchos es escribir. No solo escribir sin faltas o poner bien los acentos, sino redactar correctamente.

Aprovechar el verano para practicar puede ser una gran idea. Podemos empezar un diario o un blog y contar todo lo que se nos pase por la cabeza o lo que vayamos haciendo cada día. Inventar historias y presentarlas a un concurso de relatos, describir la realidad, comentar noticias…; lo que más nos motive para conseguir crearnos un hábito, porque como en todo, la práctica lleva a la perfección.

Cursos gratuitos

En cada ciudad hay ofertas de cursos gratuitos o moocs que ofrecen los ayuntamientos, las universidades, etc. El verano es ideal para iniciarnos en la fotografía, empezar a tocar un instrumento musical, hacer un curso de escritura creativa, de idiomas, de defensa personal, de horneado de pasteles… Lo importante es que sintamos que aprovechamos el tiempo y que aprendemos cosas nuevas, así siempre será un verano para recordar.

Iniciarse en el deporte

El verano ofrece un montón de actividades deportivas que podemos hacer al aire libre. Si queremos ponernos en forma y mejorar nuestra salud, es muy buen momento para comenzar una rutina de ejercicio. Usar la bicicleta, nadar, hacer senderismo o ir a un parque a practicar capoeira. Da lo mismo lo que hagamos, lo importante es empezar.

Estudiar por placer

Si nos ha quedado alguna asignatura o vamos flojos en algo, obviamente vamos a tener que estudiar; pero si no nos ha quedado nada, también es buena idea que repasemos los conocimientos del curso anterior para fijarlos en nuestra memoria.

Estudiar es un trabajo continuo, y si nos gusta la carrera que hemos elegido, disfrutaremos leyendo sobre el tema y ampliando nuestros conocimientos. No se trata de matarse a estudiar, sino de no desconectarnos por completo durante tres meses.

¡Feliz verano a tod@s!, ¡contadnos vuestros planes!

 

 

 

8 libros clásicos que no puedes dejar de leer
11 Jun 2023

8 libros clásicos que no puedes dejar de leer

Verano es sinónimo de tiempo libre, calor, agua y lectura y, este verano, no puedes pasarlo sin haberte leído estos clásicos de la literatura.

clásicos

Terminan los exámenes y, si no nos ha quedado ninguna para julio, estamos más cerca de tener nuestro eTítulo y nos merecemos las larguísimas vacaciones de verano que llegan. Es el momento perfecto para enganchar un libro tras otro sin nada que nos detenga. Os recomendamos 8 clásicos que, sin duda, os van a encantar.

¿Por qué clásicos?

Hay mucho agradecer a los libros. A los que nos entretienen por las experiencias que nos dejan vivir a través de sus personajes, a los que nos educan por los pensamientos prestados que dan nueva forma a los nuestros, a los que nos emocionan por hacernos reír, pasar miedo, llorar, odiar o enamorarnos sin tener que salir de sus páginas, y a los grandes clásicos hay que agradecerles todo eso y la capacidad para quedarse en nosotros para siempre.

Y no nos confundamos, no es que los grandes clásicos de la literatura lo sean por tener una cantidad de años a sus espaldas, sino porque, a pesar del paso de los años, tienen la capacidad de influir en nosotros, de cambiarnos, como ningún otro libro. Son imperecederos y esa es una poderosa razón para leerlos. Otra es que mejoran mucho nuestra cultura general y otra que, el haberlos leído, nos hace quedar muy bien ante los demás y podemos fardar a gusto 😉.

Distopías que nos harán entender el mundo

  • 1984

La novela 1984 de George Orwell fue escrita entre los años 1947 y 1948. Se publicó el 1949 y en 2023 sigue tocando temas de actualidad. Leer 1984 nos cambia. De pronto, entenderemos un montón de referencias que habíamos pasado por alto, y veremos el mundo de la política, los medios y la propaganda, es verdad, con un nivel mayor de suspicacia.

Este libro, que es el referente por antonomasia del género distópico, ofrece una visión profética de una sociedad futura dominada por un régimen totalitario que no nos parecerá ni tan futura ni tan fantástica.

El valor de 1984 radica en su llamada a la vigilancia y resistencia frente a la opresión y el abuso de poder. A través de sus páginas, adquirimos una mayor comprensión de la naturaleza de la libertad y del control. En resumen, 1984 te arranca una venda de los ojos que no sabías que tenías, te roba la inocencia y cierta parte de la ilusión de vivir, te centrifuga el cerebro y luego te escupe lleno de indignación, pero con ganas de luchar y, encima, de volverlo a leer.

Si queremos desarrollar la habilidad de tener pensamiento crítico, esta es nuestra novela, si queremos quedarnos pegados a un libro sin poder soltarlo y con el corazón a mil por hora, también. ¡Corre a por él antes de que lo censuren!

  • Un mundo feliz

Aldous Huxley escribe esta obra clásica de la literatura distópica en 1932. La historia está ambientada en un futuro ficticio en el que la sociedad se ha organizado de una manera completamente diferente a la que conocemos hoy en día (o no tanto).

En el mundo descrito por Huxley, la humanidad ha logrado establecer una utopía aparente mediante el control totalitario del Estado y la manipulación genética de los seres humanos.

El Gobierno promueve la promiscuidad sexual, el consumismo y la distracción constante para mantener a la población en un estado perpetuo de felicidad superficial y conformidad. ¿Aún no vemos paralelismos con la realidad? Ya los veremos.

Un mundo feliz plantea preguntas y críticas sobre temas como la libertad individual, el control estatal, la deshumanización, el consumismo excesivo y la búsqueda de la verdadera felicidad. Huxley presenta una visión sombría de una sociedad aparentemente perfecta pero emocionalmente vacía, en la que la humanidad ha renunciado a su individualidad y libertad en aras de la estabilidad y la conformidad.

La magia cotidiana

Después de la angustia apasionante de los mundos distópicos, vamos a detenernos en la belleza incontestable de dos libros que son referentes literarios de un género conocido como realismo mágico y que combina elementos fantásticos y reales de una manera completamente natural.

  • Cien años de soledad

Es imposible que no nos suene el título de este libro, pero quizá no nos había llamado mucho la atención. Su autor, Gabriel García Márquez, es el referente indiscutible de este género y esta obra es una maravillosa iniciación a un mundo en el que la familia Buendía será nuestra guía y anfitriona durante todo un siglo. Eso sí, es imprescindible leer con lápiz en mano para ir apuntando los nombres y hacer un árbol genealógico, porque todos se llaman casi igual y eso puede llegar a volvernos locos.

«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo».

Así empieza esta obra maestra de la literatura, ¿acaso no dan ganas de seguir leyendo? Cien años de soledad nos permite reflexionar sobre la naturaleza del tiempo, la historia y la realidad, y nos introduce en la rica y compleja cultura latinoamericana.

  • La casa de los espíritus

Otra obra fundamental de este género es La casa de los espíritus de Isabel Allende. Al recorrer esta saga familiar, nos sumergimos en la turbulenta historia de América Latina y exploramos temas de amor, opresión, y la persistencia de los lazos familiares a través de las generaciones.

En La casa de los espíritus hay bellas mujeres de pelo verde y golpes militares que destruyen cualquier magia. Hay belleza y horror y una hermosa calma que, de pronto, se precipita hacia el abismo y nos deja con las entrañas retorcidas.

Clásicos antirracistas

  • Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado

Si pensamos en lo que tuvo que pasar una mujer negra criada en el sur de los Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX para convertirse en una poeta, activista, cantante y escritora, quizá no nos apetezca leer esta conmovedora autobiografía de Maya Angelou. No nos va a apetecer sufrir.

Pero este libro no va de eso, va más bien de esperanza y de por qué merece la pena luchar por nuestros sueños y defender nuestros principios. Este clásico de la literatura explora, a través de la historia personal de Maya Angelou, temas como el racismo, la identidad y la liberación.

  • Matar a un ruiseñor

En este viaje literario, Harper Lee es una parada esencial. A través de esta novela, nos enfrentamos a los prejuicios y la injusticia racial en el sur de Estados Unidos en los años 1930. Sus páginas nos desafiarán a entender la empatía y la moralidad en un mundo plagado de injusticias.

Grandes clásicos con personajes odiosos

  • Crimen y castigo

¿Qué se sentirá al matar a otro? Si alguna vez nos hemos hecho esta pregunta, Fiódor Dostoyevski nos responde en este gran clásico de la literatura a través de un viaje oscuro y filosófico dentro de la mente de un asesino.

Rodión Románovich Raskólnikov es uno de esos protagonistas que no pueden caerle bien a nadie, y no tanto por su condición de asesino, sino porque sabemos cómo piensa; Dostoyevski se encarga de narrarlo minuciosamente en esta historia truculenta que profundiza en cuestiones éticas y morales, nos confronta con los entresijos de la debilidad humana y nos hace reflexionar sobre la redención y el castigo.

  • Frankenstein o el moderno Prometeo

Mary Shelley escribe este hito de la literatura gótica y de la ciencia ficción en 1817 y todos hemos oído hablar de él. Esta novela nos enfrenta a las cuestiones morales y éticas asociadas a la ciencia  y a la responsabilidad del científico. Y si pensamos que el monstruo de Frankenstein será terrorífico, tendremos que prepararnos para soportar la vileza de su creador.

Estos libros, entre otros grandes clásicos, no solo nos ofrecen emocionantes narrativas y personajes memorables, sino que también nos presentan nuevas formas de entender y contemplar el mundo. Nos permiten explorar diferentes culturas y épocas, y nos desafían a pensar de manera crítica y creativa. Y, aunque estas obras puedan ser complejas y suponer un desafío, también son increíblemente gratificantes. Cada página nos proporciona una oportunidad para crecer, aprender y descubrir.

Contadnos qué os han parecido.

Los 10 pasos para elegir especialización o carrera universitaria
2 Jun 2023

Los 10 pasos para elegir especialización o carrera universitaria

Elegir especialización o carrera universitaria no es sencillo. Os ayudamos a tomar la mejor decisión en 10 sencillos pasos.

 Especialización

Decisiones que quitan el sueño

Uno de los momentos cruciales a lo largo de nuestros estudios es cuando llega la hora de elegir carrera o especialización. Hay que plantearse todo nuestro futuro, saber claramente qué vamos a estudiar, si vamos a tener un eTítulo universitario y hacia qué especialización debemos orientarnos para cumplir con nuestras metas de futuro.

Otro momento crítico es cuando ya llevamos tiempo estudiando y nos toca ir escogiendo las asignaturas adecuadas o apuntarnos a un máster para conseguir nuestra especialización profesional.

En cualquier caso, nos encontramos en la tesitura de tener que tomar decisiones trascendentales que repercutirán en el presente y el futuro, por lo que es normal que, si no tenemos una vocación clarísima de toda la vida, nos sintamos, como poco, superados.

Para tomar este tipo de decisiones académicas, lo ideal es seguir un método sencillo que despejará todas nuestras dudas. Vamos a verlo.

1. Autoexploración:

Tomar una decisión como qué estudiar o cuál será nuestra especialización requiere que primero nos paremos a charlar un rato con nosotros mismos. Papel y bolígrafo también deben asistir a la charla para que podamos ir anotando las ideas que nos surjan.

En este viaje de autodescubrimiento, es fundamental que nos conozcamos y reflexionemos sobre nuestros intereses, pasiones, habilidades y valores. Examinemos lo que nos motiva y lo que nos hace disfrutar.

También es importante tener en cuenta el polo opuesto: lo que odiamos, los contras, lo que no queremos hacer.

Al considerar también nuestras fortalezas y debilidades, identificaremos las áreas en las que podemos sobresalir.

2. Investigación exhaustiva:

Tanto si queremos formar parte de la comunidad académica como si buscamos una especialización que nos abra las puertas del mercado laboral, es nuestro deber investigar diferentes carreras universitarias y campos de estudio.

Hay que examinar detenidamente los planes de estudio, las oportunidades laborales y las perspectivas de crecimiento en cada campo. Para ello, podemos usar (como es lógico) internet, pero también es bueno consultar con asesores académicos y buscar el consejo de profesionales en el área que nos interesa.

3. Experiencia práctica:

Sería de gran ayuda buscar oportunidades para obtener experiencia práctica en los campos que nos interesan. Sobre todo cara a decidirnos por una especialización, podemos realizar pasantías, participar en programas de voluntariado o trabajar a tiempo parcial en áreas relacionadas.

Esto nos proporcionará una visión más clara de lo que implica cada campo y nos ayudará a tomar una decisión informada.

4. Networking:

Para tomar la mejor decisión sobre nuestros estudios o sobre la especialidad que queramos hacer, no hay nada mejor que consultar a las personas expertas en ese campo.

Podemos contactar con profesionales y estudiantes que ya se encuentren cursando la carrera o especialización que nos interese y pedir su opinión. Nos va a resultar muy útil preguntar acerca de sus experiencias, desafíos y satisfacciones en ese campo.

También ayuda mucho participar en eventos universitarios, ferias de empleo, eventos relacionados con el sector y charlas informativas para ampliar nuestra red de contactos y obtener una perspectiva más amplia.

No debe darnos vergüenza preguntar: la mayoría de las personas están encantadas de poder ayudar a otra con tan poco esfuerzo.

5. Consideremos el futuro:

Dediquemos tiempo a investigar las tendencias y las demandas laborales ahora y en el futuro, porque hay profesiones condenadas a desaparecer que, lógicamente, debemos descartar.

Evaluemos las oportunidades de empleo y las perspectivas de crecimiento en los campos que nos interesan. Tomemos en cuenta factores como la estabilidad laboral, las oportunidades de promoción y el salario medio.

6. Apoyo y orientación

Recordemos que no estamos solos en este proceso. Busquemos apoyo y orientación de nuestros profesores, mentores y consejeros académicos. Ellos pueden brindarnos información valiosa y ayudarnos a tomar decisiones fundamentadas.

Sobre todo cuando vamos a decantar nuestros estudios hacia una u otra especialización, contar con la opinión de los que han sido nuestros maestros y tienen una visión clara de nuestras habilidades y defectos es realmente valioso.

7. Toma de decisiones informada:

Una vez que hayamos recopilado toda la información necesaria, toca llegar a una conclusión, aunque es probable que durante todo el proceso de investigación ya lo tengamos bastante claro.

Debemos elegir una especialización o carrera que esté alineada con nuestros intereses, habilidades y objetivos a largo plazo. Recordemos que no existe una decisión perfecta, pero lo más importante es tomar una decisión informada y estar dispuestos a adaptarnos y crecer en el camino.

8. Planificación y seguimiento:

Una vez tomada la decisión, es recomendable que sigamos una serie de estrategias para no abandonar o no desmotivarnos.

Lo primero es desarrollar un plan de estudios o un plan de acción para alcanzar nuestras metas. Establezcamos objetivos a corto, medio y largo plazo y elaboremos un plan para adquirir las habilidades y conocimientos necesarios. Llevemos un seguimiento de nuestro progreso y estemos dispuestos a ajustar nuestro plan si es necesario.

No debemos olvidar las recompensas. Es habitual que tracemos un plan estratégico y nos conformemos con llegar a los objetivos, pero resulta mucho más divertido y motivador si además añadimos premios asociados a los logros.

Dependiendo de la dificultad de la meta, las recompensas pueden ir desde una cena con amigos a un viaje, sacarse el carné de conducir, darnos ese capricho que tanto tiempo llevamos deseando… Todo depende, claro, de nuestro nivel adquisitivo, pero seguro que podemos encontrar pequeñas cosas que nos hagan felices para que el reto de seguir nuestro plan de estudios nos motive aún más.

9. Flexibilidad y adaptabilidad:

No hay que ser excesivamente rígidos o pensar que nuestras decisiones no tienen vuelta atrás. Reconozcamos que nuestras elecciones pueden evolucionar a lo largo del tiempo.

La vida universitaria es una oportunidad para explorar diferentes campos y descubrir nuevas pasiones. Estemos abiertos a ajustar nuestra trayectoria si sentimos que hay un cambio necesario o deseado. Cambiar de rumbo no significa haber perdido el tiempo: quizá necesitábamos seguir ese camino para darnos cuenta de que no era el adecuado. Además, cualquier experiencia y conocimiento que hayamos adquirido será siempre útil.

10. Confianza en nosotros mismos:

En última instancia, confiemos en nuestras habilidades y en la decisión que hemos tomado. Sepamos que somos capaces de enfrentar los desafíos que nos esperan en nuestra especialización o carrera elegida. Estemos preparados para trabajar arduamente, perseverar y crecer a medida que avanzamos en nuestro camino.

Tómate el tiempo necesario, investiga, reflexiona y confía en ti mismo. Recuerda que esta elección no define tu destino, sino que marca el comienzo de una emocionante aventura de aprendizaje y crecimiento personal.

¡Nosotros estaremos aquí para ayudarte en cada paso del camino!