El método Cornell: una técnica para tomar apuntes eficientes
Con la técnica de estudio del método Cornell, nuestros apuntes serán más fáciles de estudiar y podremos localizar muy fácilmente lo importante.
¿De dónde sale el método Cornell?
En la universidad de Cornell, en la década de los 50, el psicólogo educador Walter Pauk desarrolló este método para tomar apuntes de una forma más eficaz, sobre todo para aquellas asignaturas en las que hay que sintetizar y poner en práctica lo aprendido, pero también para facilitar la labor de preparar los exámenes.
Desde que empezamos a estudiar en el colegio hasta que sacamos el eTítulo universitario, nuestra técnica para tomar apuntes se va perfeccionando con el tiempo, pero a veces nos estancamos en lo que conocemos por no hacer el esfuerzo de cambiar, incluso aunque merezca la pena, y este es uno de esos casos en los que probar algo nuevo puede ser muy positivo para nosotros y nuestros resultados académicos.
¿Cómo empezamos?
Lo primero es que dividamos previamente las hojas que vayamos a utilizar en tres partes. Debe haber dos columnas y una zona abajo. Pensemos en hacer una «T» invertida, pero algo desigual, de forma que nos quede el folio dividido en dos columnas verticales (La de la derecha más ancha que la de la izquierda) y quede un espacio en horizontal en la parte de abajo:
Lo mejor es que seamos previsores y nos hagamos un buen taco de páginas con esta división para así poder despreocuparnos de la parte de «manualidades» durante la clase.
La columna de la derecha
En esta parte es en la que, según recomienda el método Cornell, debemos tomar apuntes como haríamos normalmente.
Debemos recordar que tomar unos buenos apuntes no es copiarlo todo como si fuésemos grabadoras, sino apuntar solo lo importante. En una explicación de clase hay ideas principales, secundarias y relleno, por lo que solo debemos anotar las dos primeras.
En esta columna vamos a anotar fórmulas, fechas, explicaciones importantes y todo lo que consideremos relevante de lo que se hable en clase.
Además, es muy positivo que tengamos un código de abreviaturas para que ganemos tiempo. Cuando empezamos la carrera las abreviaturas son las básicas: «q» en vez de «que», siglas, rayas o cruces al final de todas las palabras que acaban en «mente», etc. Pero cuando vayamos conociendo el vocabulario propio de nuestra rama del conocimiento, veremos que hay un montón de palabras que se repiten sin cesar y que podemos acortar.
Lo recomendable es perder un rato en casa para encontrar esas palabras y hacer nuestro propio código. Una vez que lo tengamos hecho, no se nos olvidará y le ahorraremos muchísimo cansancio a nuestro brazo y mucho tiempo para no dejar de escribir nada que sea relevante.
Columna de la izquierda
Esta es la columna más estrecha y sirve para anotar los conceptos clave, las preguntas o dudas que tengamos, las ideas principales y todo aquello que veamos más relevante.
No importa si ya lo hemos anotado en la otra columna, porque esto no se trata de no repetir, sino de tomar apuntes y luego extraer lo esencial, que es precisamente lo que colocaremos aquí.
Más tarde, esta columna nos va a servir para localizar de un vistazo todo lo que, seguramente, nos vayan a preguntar en el examen y para resolver después las dudas que nos hayan surgido y hemos anotado.
Hay que recordar que los docentes están para enseñarnos, por lo que no debemos tener miedo a preguntar; pero si no queremos interrumpir en mitad de una explicación, esta columna izquierda sirve para recoger nuestra duda y que podamos preguntar cuando la profesora o el profesor hayan terminado de hablar o hagan una pausa.
El método Cornell tiene una grandísima ventaja añadida: nos obliga a estar muy atentos en clase, potencia nuestra escucha activa y, por lo tanto, nos va a permitir que nos concentremos mejor.
¿Para qué sirve el margen inferior?
En el método Cornell, este espacio se reserva para hacer un resumen del contenido de los apuntes.
Aunque nos dé pereza repasar todo al terminar la clase, rellenar este recuadro va a ser la clave para que este sistema sea útil, ya que ahí escribiremos todo lo que hemos visto de forma sistematizada y con nuestras propias palabras.
Esto nos va a ayudar muchísimo a entender bien los contenidos de cada asignatura, a memorizar mejor, a seguir el ritmo de la clase sin problema y a estudiar menos, pero con mejores resultados cuando llegue la temporada de exámenes.
El método Cornell permite tener todos los apuntes bien organizados y resumidos desde el principio, pero con la mitad de trabajo del que supone llegar a casa, pasarlos a limpio y ponerse a resumir. ¿No merece la pena al menos intentarlo? Creemos que sí.