7 cosas que no sabes que haces mal al preparar los exámenes
Tenemos nuestros rituales a la hora de preparar los exámenes, pero ¿y si lo estamos haciendo mal? Os contamos 7 cosas en las que fallamos casi todos.
1. Leer todo varias veces
Leer y releer es una pérdida de tiempo total. Se tarda mucho, la información no se retiene bien y perdemos la concentración con facilidad. ¿Cuántas veces en medio de esas lecturas habéis tenido que volver atrás porque llevabais un buen rato pensando en otra cosa? En época de exámenes solemos ir a contrarreloj, lo que significa que perder el tiempo no es aceptable.
En vez de leer y releer, lo mejor es hacer una lectura comprensiva en la que vayamos subrayando y anotando SOLO las cosas importantes y después cambiar a otra técnica de estudio más eficaz.
2. Transcribir los apuntes
Otra pérdida de tiempo. Transcribir los apuntes es algo que deberíamos hacer mucho antes y no durante los exámenes. Escribir (a mano) ayuda a memorizar, pero pasar a limpio un cuatrimestre de apuntes no es algo que se deba hacer a pocos días de los exámenes.
Si no nos hemos ocupado de pasarlos antes, ahora es mejor que trabajemos con los apuntes en sucio y que hagamos resúmenes o fichas en limpio. Eso es todo lo que deberíamos escribir. Solo lo que sabemos que es importante.
3. No usar la voz
Nos acostumbramos a estudiar en silencio porque toda la vida nos han dicho que se estudia así. Hay que guardar silencio en las clases y en las bibliotecas, pero estudiar debe ser muy sonoro. ¿Por qué? Pues porque la memoria auditiva nos ayudará muchísimo a retener toda la información y porque al «cantar» lo que estudiamos en voz alta nos obligamos a organizar nuestras ideas y a estructurar la información al mismo tiempo que aparecen ciertas «ocurrencias» que, bien por que nos hacen gracia, bien por cómo suenan, provocan que memoricemos mucho más rápido.
4. No variar las técnicas de estudio
Ese refrán de «más vale malo conocido que bueno por conocer» es lo peor. Nos acostumbramos a estudiar siempre de la misma manera porque, en el mejor de los casos, nos funciona, pero haciéndolo siempre igual estamos bajando nuestro rendimiento. No todas las asignaturas son iguales y no estamos igual de frescos a lo largo de la jornada, así que variar las técnicas de estudio según lo que requiera cada asignatura y teniendo en cuenta nuestro nivel de cansancio hará que el día nos resulte mucho más productivo.
5. No tener horarios, organización o un espacio adecuado
Nos levantamos por la mañana, nos sentamos en el escritorio y así seguimos hasta que el cuerpo aguante. Puede que, al principio, resistamos muchísimas horas, pero el rendimiento no será el mismo según vaya pasando la jornada y conforme pasen los días el cansancio irá haciendo mella y el rendimiento será bajísimo.
Hay que crear rutinas y horarios fijos con sus paradas para descansar la vista y ejercitar el cuerpo.
Además, conviene organizar el estudio dejando para las últimas horas las materias o partes más sencillas y, siempre que nos sea posible, estudiar en un mismo sitio donde podamos concentrarnos, estar tranquilos y disponer de una buena silla, una buena mesa y una correcta iluminación. Vamos, que tengamos nuestro lugar de estudio perfecto.
6. No hacerlo divertido
Nadie dice que preparar exámenes pueda compararse a una fiesta con nuestros mejores amigos, pero tampoco tiene que ser un calvario. Si nos aburrimos, disminuirá progresivamente nuestra capacidad para concentrarnos, así que es importante que nos esforcemos por hacerlo lo más ameno posible. Inventar canciones con el temario, hacer reglas mnemotécnicas absurdas, estudiar en grupo o en pareja, convertir los repasos en concursos imaginarios de preguntas, dibujar o hacer mapas mentales son técnicas muy entretenidas que podemos alternar para que el proceso sea realmente ameno.
7. No cuidarte durante los exámenes
Lo típico en temporada de exámenes: dormimos poco, comemos mal, nos atiborramos de café, no hacemos ejercicio, picamos dulces o patatas fritas entre horas, no descansamos la vista, nos repetimos incesantemente mensajes negativos del tipo «voy a suspender», «no se me queda nada» y cosas por el estilo y dejamos que el estrés nos sirva como motor para seguir unas horas más o unos días más.
Uno de los aprendizajes más importantes en el camino para sacarnos el eTítulo universitario es que aprendamos a estudiar y a lidiar con las temporadas de exámenes sin que en el proceso se nos vaya la salud física y mental.
Hay que dormir ocho horas, alimentarse bien, no abusar de los estimulantes, ejercitarnos físicamente para evitar dolores corporales que nos desconcentren, picar frutos secos o fruta entre horas en vez de preparados llenos de grasas y azúcares que reducirán también nuestra capacidad de atención, ejercitar y descansar la vista cada pocas horas, evitar los pensamientos circulares negativos y cambiar el punto de vista para infundirnos ánimo y fortaleza y aprender a lidiar con el estrés para que no nos cree secuelas o nos quedemos en blanco en un examen.
Si somos capaces de crear un método de estudio en el que sigamos todas estas reglas, sacar el grado o cualquier posgrado va a ser sencillísimo.
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