¿Vas a alquilar un piso mientras estudias? Conoce tus derechos
Si vas a alquilar un piso compartido mientras te sacas la carrera, infórmate bien de tus derechos como inquilino para que no te engañen.
El momento perfecto
A partir del segundo año de carrera (en el primero suele ser mejor alojarse en una residencia universitaria hasta que tengamos un buen número de amigos y contactos) es muy común alquilar un piso entre varios compañeros para pagar menos y compartir gastos, pero algunos propietarios se aprovechan de la inexperiencia de sus inquilinos y abusan. Estar bien informado de lo que pueden exigirnos y lo que no, hará que seamos menos vulnerables a los caseros aprovechados.
Alquilar un piso es toda una experiencia y, si la compartimos con gente que nos guste, mucho mejor.
Mano izquierda
Independientemente de los derechos del inquilino registrados en la ley española, y que veremos a continuación, siempre es bueno tener en cuenta que cuanto mejor nos llevemos con nuestro casero y más comunicación tengamos, más fácil nos pondrá las cosas.
Si las condiciones se pactan de antemano y se habla con respeto y tranquilidad, normalmente, no habrá problemas (salvo que nos toque un casero odioso). Recordemos que a ambas partes nos interesa estar de acuerdo y que en una buena negociación todos ganan.
Duración del contrato
La duración legal de un contrato es de un año prorrogable a cinco a voluntad del inquilino. Esto no significa que tengamos que quedarnos obligatoriamente en la casa durante cinco años. Ni siquiera tenemos la obligación de estar el año completo, sino que es una protección para que, si el inquilino lo desea, pueda quedarse en la vivienda durante cinco años y no tenga que estar mudándose cada poco tiempo.
Eso sí, nos vayamos cuando nos vayamos, tenemos la obligación de avisar con treinta días de antelación si queremos recuperar la fianza. El casero solo puede exigir el abandono de la vivienda antes de ese plazo (el de los cinco años) si él mismo, su cónyuge o sus familiares directos necesitan vivir en ella; es decir, que tiene que ser por necesidad demostrable de residir allí, no porque quieran alquilárselo a otra persona.
Contratos ilegales o inexistentes
Si no nos hacen contrato de alquiler o tenemos uno ilegal (porque es abusivo o porque no cumple con los requisitos formales), podemos tener problemas si luego queremos exigir ciertas garantías.
De todas formas, si ese fuera el caso y tuviéramos un conflicto con el arrendador, podemos denunciar con total tranquilidad, porque sin un contrato legal de por medio, el arrendador tiene todas las de perder.
Una cosa que es importante recordar: tengamos o no contrato, nuestros derechos como inquilino siguen siendo los mismos. Que no nos engañen.
Inviolabilidad del domicilio
Si una vez alquilado el piso, nuestro casero decide pasearse por ahí para controlar y ver cómo le cuidamos la casa, abriendo con sus propias llaves y sin nuestro consentimiento previo, está cometiendo un delito.
Debemos tener muy claro que aunque vivamos en su casa, el casero no podrá acceder al domicilio por propia voluntad. A efectos de uso, la vivienda es nuestra hasta que finalice el contrato.
Estado de la vivienda antes de alquilar
Es importante que nos cubramos las espaldas (aunque el casero sea un ser encantador) por lo que pueda pasar.
Si vemos que al entrar en el domicilio hay algún tipo de gotera, desconchón, avería, rotura de muebles, etc. hay que decírselo al casero (mejor por correo electrónico para que quede constancia) fotografiarlo con el teléfono y guardar el documento con la fecha y la hora.
Así, si al arrendador se le cruzan los cables al finalizar el contrato y pretende pedirnos dinero por desperfectos que no son nuestros, podremos demostrar que eso ya estaba al entrar.
Fianza
La ley dice que lo obligatorio es pedir un mes de fianza como garantía, pero algunos piden más.
Debemos tener en cuenta que el dinero que entreguemos no es para que el arrendador se lo gaste en fiestas, sino que deberemos exigir un recibo del pago y él deberá depositar ese dinero en el banco que fije la comunidad autónoma donde esté el inmueble.
Si nos piden más de un mes de fianza, puede que nos interese más hacerlo mediante aval bancario, pero para eso tendremos que negociar con nuestros padres, porque, desgraciadamente, los bancos no avalan a estudiantes sin ingresos.
Alquilar habitación
El subarriendo es legal siempre que haya consentimiento por escrito del propietario.
Si solo queremos alquilar una habitación en un piso que ya tienen otros inquilinos a su nombre, entonces tendremos que exigir al casero que nos haga un contrato personal de subarriendo de la habitación para que no nos puedan meter cargas de las zonas de las que no disfrutamos y para que, además, estemos cubiertos legalmente si tenemos cualquier problema con nuestros compañeros de piso.
Averías y destrozos
Como inquilino, es necesario que seamos responsables y respetuosos con el piso donde vivimos y con los vecinos con los que convivimos si queremos que todo vaya bien.
Pero aparte de eso, es importante que sepamos que solo deberemos hacernos cargo económicamente de lo que rompamos nosotros por hacer un mal uso o por vandalismo.
Si, por ejemplo, la lavadora se avería por sí sola, es obligación del casero (siempre que la lavadora estuviera incluida en la dotación del piso) correr con los gastos de reparación. Si, por el contrario hemos decidido hacer experimentos científicos con ella y nos la hemos cargado, la reparación o sustitución correrán de nuestra cuenta.
Devolución de la fianza
Cuando queramos abandonar el piso, si todo está correcto, el deterioro de la vivienda es por un uso normal y hemos avisado con un mes de antelación, el arrendador tendrá la obligación de devolver la fianza en el plazo de un mes. Pero como decíamos, hay cosas que se resuelven mejor hablando de manera informal, así que, si casero e inquilino pactan otra cosa, tampoco es problemático: resulta muy habitual que en vez de la devolución de la fianza, se acuerde que el último mes se cobre de ese dinero.
Independizarse por primera vez es una experiencia muy emocionante, y hasta que consigamos nuestro eTítulo, todos estos ensayos de convivencia, de vivir fuera de la casa familiar, de administrar nuestro propio dinero y de empezar de verdad la vida adulta, también van a ser enseñanzas valiosísimas para nuestro crecimiento personal.