Empieza la parte final del curso ¡Un último esfuerzo!
Ya queda poco para que acabe el curso y, con la llegada del buen tiempo, las ganas de estudiar se esfuman y nos cuesta alcanzar la meta. ¡Resiste!
Hemos llegado a la parte final del curso. En poco más de un mes empezaremos con los exámenes y en dos empiezan las vacaciones de verano.
Si en estos dos meses nos lo montamos bien y hacemos un último esfuerzo, podremos disfrutar de las vacaciones desde el principio y sin tener que preocuparnos por recuperaciones. Merece la pena.
Como siempre, se trata más de tener una buena organización y constancia que de matarse a trabajar y, ahora que han terminado las vacaciones de Semana Santa y hemos desconectado un poco y descansado, es un momento ideal para adquirir nuevas rutinas y hábitos que nos ayuden a finalizar el curso con éxito.
Empecemos por tener todo el material
Cuanto antes tengamos todo el material que vayamos a necesitar para preparar las asignaturas de las que nos examinaremos a final de curso, mucho mejor. Menos agobios tendremos después y más sencillo nos resultará calcular el tiempo que nos va a llevar prepara cada materia.
Este es el momento de organizarse y ponerse horarios de estudio, por lo que, si nos falta material, será complicado que podamos hacerlo de forma realista. Además, aunque ahora empieza el buen tiempo y no apetece estar en clase ni ponernos a estudiar en casa, tenemos que pensar que no queda nada y que si nos hacemos unos buenos horarios, habrá tiempo para todo, para estudiar y para disfrutar de la primavera.
Un buen plan de estudio
Con todos los apuntes al día, con el listado de trabajos que tenemos que entregar y con las fechas de los exámenes a la vista (sí, a la vista literalmente. Un calendario de pared en nuestra habitación es lo que va a impedir que se nos olvide una fecha importante o que no calculemos bien el tiempo que nos queda para presentar algo), debemos trazar un plan de horas de estudio necesarias para asegurarnos el resultado deseado.
Debemos cerciorarnos de que es un plan realista y que seremos capaces de mantenerlo en el tiempo. Suele pasar que nos exigimos tanto al principio, cuando tenemos la motivación a tope, que luego nos desinflamos con rapidez y abandonamos.
No se trata de estudiar ocho horas al día, se trata de estudiar dos y no abandonar por agotamiento.
Si nos preparamos desde ya los exámenes y usamos unas buenas técnicas de estudio, no tendremos el más mínimo problema con los exámenes y antes de que nos demos cuenta estaremos disfrutando de la playa.
Asistencia obligatoria
Sí, hace calor, los pájaros trinan, tumbado en el césped se está muy bien y en la terraza de un bar hasta mejor, pero el día es largo y todo eso lo podemos hacer antes o después de clase. Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de asistir a clase y de para qué momentos hay que reservar las pellas y ahora, cuando toca hacer este último esfuerzo hasta final de curso, es el momento de recordar nuestras metas y no flaquear, porque fastidiarse la media por vaguear en el último tramo no tiene sentido.
Momentos delicados
Es normal que, a estas alturas del curso, estemos hasta las narices. Por estas fechas siempre hay un descenso en la motivación y más aún si estamos ya acabando la carrera. Pero ya hemos llegado hasta aquí y hay que continuar, así que debemos hacer un pequeño trabajo de introspección y recordarnos por qué estamos estudiando lo que estudiamos, cuáles son nuestras metas a medio y largo plazo y todas esas cuestiones que nos harán encontrar la motivación perdida.
Intentemos no pensar demasiado en aquellas cosas que podríamos estar haciendo en lugar de estudiar o ir a clase y centrémonos en pensar sobre lo bien que nos vamos a sentir cuando tengamos todo aprobado en junio y pasemos limpios al curso que viene.
Sin excusas
Lo de la astenia primaveral es un mito, lo que nos faltan son ganas y lo que sentimos es una acumulación de cansancio, así que intentemos no disculpar nuestro hartazgo con algún nombre técnico que nos dé alas para pasar de todo y pongámonos al lío.
El cerebro siempre va a buscar excusas para evitar las tareas que nos resultan monótonas o desagradables, pero si no hacemos caso a ese primer impulso y buscamos motivarnos, cada día será más sencillo cumplir con nuestros objetivos y, cuando consigamos nuestro eTítulo, agradeceremos no haber perdido el tiempo.
¡Mucho ánimo en la recta final!